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¿Por dónde corremos? Mapeo de la represión estudiantil del 71


La cita

La tarde del jueves 10 de junio se empezaron a reunir los contingentes estudiantiles que participarían en la marcha convocada para esa tarde, al dar las 3, o poco antes, en el Casco de Santo Tomás, sede del campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la zona centro de la ciudad de México. Si bien, dicha zona, no es parte del primer cuadro de la ciudad, es inmediatamente aledaña, se encuentra entre 2 y 5 calles (toda la zona) al occidente de esos límites, que estarían delimitados por la Ave. Instituto Técnico Industrial (tramo intermedio de las avenidas Río Consulado y Melchor Ocampo, al Norte y Sur, respectivamente) y la colonia Santa María la Ribera, que se encuentra en el extremo poniente del primer cuadro.

La marcha daría inicio a las 5 de la tarde y el punto de reunión era la Escuela Superior de Ciencias Biológicas del IPN, aunque en realidad se saldría de la Escuela Superior de Economía (ESE), también del IPN. Ambas se encuentran sobre la misma calle, Manuel Carpio, separadas por 3 cuadras amplias y la ESE es el punto más cercano del límite indicado en el párrafo anterior, además que hace esquina con la Ave. de los maestros que la conecta con la Escuela Normal de Maestros (ENM) y comunica con la famosa Ave. San Cosme (sitio en el que se ubica la golpiza de esta represión), aunque en realidad todavía no es esa calle porque todavía se llama Ave. México-Tacuba. En realidad, la golpiza ubicada en todos los medios, hasta en la película Roma (Cuarón, 2017) fue en esta calle, México-Tacuba, porque San Cosme se encuentra 3 pequeñas cuadras delante de la ENM, en dirección al oriente, es decir, hacia el centro de la ciudad.

El plan

Los contingentes del Ejército, Policía y los Halcones también estaban citados en esa zona para ese día, por supuestos los puntos donde debían reunirse eran diferentes para cada uno y distinto del sitio en el que confluirían los estudiantes. Desde el día anterior se movieron unidades del Ejército mexicano desde Puebla a la ciudad de México, como de la misma ciudad. Los sitios donde se movería el Ejército se ubicaron desde las 10 de la mañana y abarcarían una zona mucho más amplia que la de la marcha, es decir, acordonarían toda la zona del centro de la ciudad, así como el extremo poniente de la zona en conflicto: la primera zona acordonada fue la Calzada Ignacio Zaragoza, donde inicia, inmediatamente después del mercado de La Merced; el segundo punto del cordón fue el Palacio Nacional, los contingentes se apostaron por las calles aledañas, Moneda y Corregidora, hasta la posterior El Carmen; el tercer sitio fue el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, apostados entre Hangares y Río Consulado; el cuarto sitio fue sobre la avenida México-Tacuba, de la parte posterior de la ENM a la estación del metro Colegio Militar. Este último puesto, ya en la zona posterior a la marcha, sería ocupada a las 12 del día.

Por su parte, la Policía se movilizó desde las 12 del día, desplegándose por toda la zona por la que se reunirían los estudiantes y por la que tomaría curso el inicio de la marcha. El primer punto donde se apostaron fue la avenida Nonoalco, entre las calles de Cedro y Fresno, el límite norte de la colonia Santa María; hacia la una de la tarde, se concentró otra unidad en la Calzada de Camarones con Calzada de Los Gallos, el extremo norte de las escuelas del IPN en Santo Tomás; a esa misma hora, se ubicó un tercer contingente en la calle de Nogal, desde la calle Sor Juana Inés de la Cruz hasta San Cosme (dos calles largas en la colonia Santa María) y el cuarto destacamento se colocó entre Instituto Técnico Industrial y San Cosme, a las 2 de la tarde. Además, la policía, se ubicó en un quinto puesto fuera del área de conflicto, aunque relativamente cercana, al otro extremo de la colonia Santa María la Ribera, en la entonces Plaza de Buenavista, del otro lado de la avenida Insurgentes, en su tramo central y enfrente de la estación de Ferrocarriles Nacionales, donde también se concentrarían, hacia las 3 de la tarde, uno de los grupos de Los Halcones. Por si esto fuera poco para enfrentar a esos enemigos armados únicamente con la ira que tenían al gobierno, la policía bloqueó las calles de la colonia Tlaxpana, que dan a la avenida México-Tacuba, al lado sur, es decir, en sentido contrario a la ENM y ubicado fácilmente por la acera que da al cine Cosmos, un cine muy grande de ese entonces y sería el lado donde se situaría la mueblería de la película Roma, donde los personajes de ese filme ven los sucesos dramáticos de esa tarde. De esa forma las calles Quetzalcóatl, Tláloc, Tonantzin y Cacamatzin quedaron cerradas a la circulación vehicular, pero a la vez, impedirían la circulación de estudiantes y peatones porque estaban apostados ahí los camiones de policías y granaderos con ellos a los lados.

Respecto del grupo de carácter paramilitar Los Halcones, fueron acuartelados desde las 6 de la mañana en el campo militar no. 1, al extremo poniente del entonces Distrito Federal y también de la zona de conflicto. Entre la una y dos de la tarde se apostarían en 3 puntos: el primero, ya comentado en el párrafo anterior, en la Plaza Buenavista junto con los policías; el segundo en la Alameda de Santa María la Ribera (conocida por su Kiosko Morisco de la época porfirista) sobre la calle Salvador Díaz Mirón, a unas 6 calles al oriente de Instituto Técnico Industrial; el tercer sitio, también ya comentado y junto a la policía en Instituto Técnico y San Cosme (arriba ubicado como cuarto punto de la policía).

Hay un cuarto grupo que nunca se identificó si pertenecían al ejército o a la policía pues fue un grupo especial y pequeño (pero por lo que ubican los sucesos en que participaron, superan los dedos de las manos), posiblemente constituido por ambos, policías y militares. Este fue el de los Francotiradores, que no se sabe a qué hora se apostaron pero se ubicaron en 2 sitios; el primero, a lo largo de avenida de Los Maestros, en 3 ó 4 pequeños edificios (en las azoteas), entre las calles Manuel Carpio y Sor Juana Inés de la Cruz, y el segundo, sobre México-Tacuba, en 2 edificios, el del metro Normal (todavía en construcción), en el costado Sur, frente a la ENM y en el edificio más alto que había entones, en la esquina de Tláloc y México-Tacuba. Por demás está decir, que no sólo los francotiradores dispararon, los halcones también lo hicieron, aunque la policía siempre lo negó y asumió que era un pleito entre estudiantes, sin embargo, en crónicas sobre los hechos se mencionan a policías disparando.

El seguimiento del plan

Desde todos estos sitios, los 4 grupos citados acorralarían a los estudiantes. Los ejecutores directos serían, primero la policía que cerró toda la zona e impidió el paso de los contingentes, los acorraló, segundo, los halcones que serían los que atacarían y  golpearían, ocupando el papel central o protagónico de dicha represión y tercero, los francotiradores que dispararon sin la más mínima discreción, pues no sólo lo hicieron a los estudiantes sino a la ENM, hiriendo estudiantes que se preparaban para la marcha pero también se encontraban en sus salones tomando clases, destrozando parte del mobiliario, incluso algunas madres y niños de las escuelas anexas de la Normal y de una secundaria que colinda se dieron a la fuga ante el tiroteo.

La marcha inició a las 5 de la tarde, su objetivo era rehabilitar el movimiento estudiantil que se había desplomado tras la matanza de Tlatelolco en el 68. Uno de los principales motivos de la reorganización estudiantil fue la presentación del programa educativo del nuevo presidente, Luis Echeverría, rechazado mayoritariamente por los sectores estudiantiles; también lo fue la reconstitución de la lucha estudiantil al crearse el Comité Coordinador de Comités de Lucha (CoCo), una nueva figura, ahora nacional, del Comité Nacional de Huelga (CNH) del 68; además de dar apoyo en ese momento a la lucha estudiantil universitaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en paro, a la que concretamente se apoyaba en esa marcha.

Antes de la 5 de la tarde los contingentes estaban reunidos en Carpio y ave. de los Maestros, pero desde que se movilizaron de Ciencias Biológicas, de la vocacional 3 y 6, de la Escuela Superior de Medicina y la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), todas en Santo Tomás y se fueron conjuntando los contingentes de vocacionales, preparatorias de la UNAM, preparatorias populares, facultades de la UNAM, la Ibero, Chapingo, sindicatos independientes, colonias populares, la Normal y algunas secundarias, la policía y los halcones también se movieron, un grupo por detrás y otro los intentó parar al iniciar la marcha en las calles citadas. Fue la primera parada o aviso, les dijeron que no estaba permitida ninguna marcha, que desistieran, que no la iban a dejar avanzar. En respuesta, los gritos y las consignas estudiantiles los acallaron y los estudiantes continuaron avanzando, apenas calle y media adelante, se presentó el segundo aviso, entre Díaz Mirón y Sor Juana, cuando ya avanzaban sobre ave. de los Maestros. La policía intentó volverlos a frenar y la respuesta estudiantil fue todavía más clara, no impedirían su marcha. Para ese momento los halcones hicieron su aparición, aunque ya desde la primera parada se habían introducido a los contingentes en marcha, pero ahora empezaron a golpear, creando peleas que los estudiantes repelieron, pero al notar el zafarrancho los francotiradores empezaron a disparar desde los edificios (enfrente es donde se encuentra la secundaria y las anexas de la Normal) y la policía lanzó gases lacrimógenos; los estudiantes se podían dispersar, pero la gente que habitaba esas calles al ver el ataque les empezó a aventar desde ventanas y azoteas trapos con agua y vinagre para que se protegieran de los gases y a abrirles la puerta para que entraran y se escondieran, en tanto los comercios bajaban sus cortinas para proteger sus mercancías.

La marcha no se dispersó, los contingentes que venían atrás alcanzaron a los primeros y los fortalecieron. Los grupos iniciales se reagruparon y la marcha continúo, por supuesto la primera andanada de disparos y golpes había concluido y varios halcones habían sido sacudidos por los estudiantes por lo que la policía los recuperó y los llevó al Hospital Rubén Leñero (de la Cruz Verde) a 2 calles al poniente (que hacia las 8 de la noche sería tomado a metralla por los halcones y sacarían a sus heridos). El tercer aviso fue al tomar México-Tacuba que los estudiantes vieron cerradas las calles adyacentes por los camiones policiales y reunieron fuerzas para gritarles y mostrarse fuertes, ante una actitud expectante de los policías. El cuarto momento ya no fue un aviso, fue el ataque masivo de los halcones que, si bien venían corriendo de frente desde San Cosme, como vestían de civil y eran jóvenes, no podía necesariamente esperarse que fueran enemigos; pero, además, también salieron de las calles adyacentes del lado norte, principalmente por Lauro Aguirre y por atrás, desde el cine Tlacopan, en la México-Tacuba. No sólo se trató de ellos, sino de los francotiradores que dispararon sobre todo lo que se movía. Ya todas las calles estaban copadas, la golpiza y los disparos cayeron a lo largo de las 2 calles que separan la Normal de Instituto Técnico, pero no había hacia donde tomar, sólo individualmente podían romper los cercos y correr. No quedó más que la dispersión para poder escapar, aun así los disparos los podían alcanzar y el cerco en derredor los empezó a perseguir. Hasta la medianoche duró la persecución, los que lograron salir de ahí tuvieron que recorrer más de 3 kilómetros y rogar que se apiadaran de ellos. Muchos pasaron la noche en farmacias, lecherías, casas o vecindarios donde los acogieron. Sólo se rompió el cerco en 2 zonas, hacia Tlatilco, al norte, pasando calzada de los Gallos, o sea, atravesando el Casco de Sto. Tomás y al poniente por la calzada Felipe Carrillo Puerto y algunas calles de la colonia Anáhuac.

El resultado

¿No fue represión del Estado? ¿No participaron la policía y el ejército? Se empezó a pedir la liberación de estudiantes y habitantes de la zona desde esa misma noche y a diferencia del 68 empezaron a salir de los separos y prisiones preventivas, pues había sido una pelea estudiantil en la que las fuerzas del orden no habían intervenido y el presidente Echeverría quería dejar el mensaje de que no tenía nada que ver. Bueno, el mensaje ya estaba dado y los halcones, aun bien preparados para golpear y anular a los estudiantes, difícilmente habrían podido lograr ese resultado si no hubieran contado con la colaboración de las fuerzas que mantienen el orden con base en la represión. Los estudiantes y los grupos civiles organizados no podrían exigir al Estado, este mantendría su supremacía.

*Profesor-Investigador en la UAQ.

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