¿Por qué amamos a Bad Bunny?

Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido popularmente como Bad Bunny, es un rapero y reggaetonero de 28 años de edad, originario de Puerto Rico, que ha logrado romper con los estereotipos del género musical, logrando hacer cierta transformación con sus letras, su forma de vestir y los diversos discursos con los que se maneja, asimismo tiene un discurso de acercamiento ‘feminista’ y posiblemente LGBTQ+.
Bad Bunny es reconocido como uno de los mayores exponentes del reggaetón a nivel mundial, recibió un Grammy como mejor álbum de música urbana. Además, tiene su propio estilo de vestir, que va en contra de la heteronormatividad.
En 2020, presentó el video Yo perreo sola, un sencillo que expone que las mujeres se encuentran empoderadas, que son las que dicen con quién perrean y que pueden hacerlo sin ninguna ayuda de algún hombre. En el video se muestra un Bad Bunny vestido en drag, rompiendo el modelo de que los hombres no pueden usar cierto tipo de prendas o no pueden maquillarse. En otra escena del video se le encuentra también vestido como mujer, sin embargo, su concepción de las mujeres muestra los estereotipos de siempre, ya que se muestra sexualizando los senos de las mujeres como si todas tuvieran pechos grandes, como si las imágenes de sexo fueran las fundamentales para definir a una mujer.
En otra escena del video se apropia de una de las consignas del movimiento feminista, como Ni una menos, como si fuera un ‘aliado’ de ese movimiento, alguien consciente de la violencia de género y de cómo lo viven las mujeres a diario, como si mostrara que está para apoyarlas y ser empático con ellas. Más no es del todo cierto, porque en la grabación de esa canción se escucha una voz de mujer, la de Génesis Ríos, Nesi, una cantante puertorriqueña de 25 años; no obstante, su nombre jamás se menciona en la canción, no hay como tal un featuring, lo que generó cierta polémica al no haberla incluido adecuadamente, aun cuando su voz se escucha a lo largo de toda la melodía. ¿Hay algún empoderamiento femenino?
Bad Bunny ha sabido entrar a las masas, particularmente en el gusto de las mujeres, quienes lo alaban no solo por su físico sino también por la forma en la que ha roto con el concepto de lo masculino en el reggaetón. En este género musical el sexo masculino está construido en base al machismo y la heteronormatividad, es decir, se concibe al hombre como el único que puede proveer de recursos a las mujeres, como el más fuerte, el que es capaz de realizar diversas cosas socialmente aceptadas, así mismo, como una persona heterosexual que está interesado en el sexo opuesto, todo lo contrario a los primeros cantantes de este género, de lenguaje y apariencia machista.
Parecería que sus seguidores amamos a Bad Bunny porque es un artista que rompe con los estereotipos que giran alrededor de los cantantes de reggaetón, que se presenta como alguien libre de usar lo que quiere y comportarse como el desea, que tampoco teme ser juzgado o no aceptado por la misma industria o la sociedad. En ese sentido ha introducido elementos de cambio en los estereotipos del género y la industria musical, sobre todo, de la música latina. Lo que vuelve atractivo a este cantante para la mirada femenina radica en que los roles de género pueden irse diluyendo por lo que cada quien puede usar el tipo de ropa de desee y relacionarse con quien guste sin imposiciones excluyentes.
Sin embargo, no hay que perder de vista que Bad Bunny es un artista que quiere vender y la empatía feminista vende, su popularidad entre las mujeres es mayor. Podemos decir que es fácil de mercantilizar esa imagen de reggaetonero si las mujeres no somos críticas con lo que presenta el cantante, tenemos que reflexionar acerca de todos los estereotipos que sigue fomentando, todo el machismo y misoginia que sigue exponiendo en sus canciones, no sabemos si lo que está haciendo puede ser una estampa personal o comercial, pero no hay que negar que parece haber abierto una puerta y sería muy bueno que otros más empezaran a transitar por ella, eso sí despertaría la crítica mucho más allá de los amantes del reggaetón pese a que las normas del sistema patriarcal no se rompan.