Año Nuevo…
Por:Tlacochcalcatl Fortino Ramirez Cruz
Año nuevo, vida nueva, costumbres las mismas…
Con la llegada del año nuevo, surge en las personas un renovado sentido de la oportunidad, se renuevan los deseos, proyectos y esperanzas.
Personalmente no soy partícipe de tales convencionalismos, considero que cada día viene acompañado de una nueva oportunidad para empezar o corregir todo cuanto queramos hacer.
En esta ocasión amigo lector antes que desearle buenos augurios, quiero tomarme la libertad de invitarle a que antes de considerar cómo y cuándo lograr sus objetivos, tomase en cuenta un factor primario para dar inicio al cumplimiento de sus propósitos; a saber, el factor congruencia.
Pensemos un momento, si usted se ha propuesto bajar de peso, tiene que elaborar un plan en el que sean congruentes sus hábitos de ejercicio, alimentación y descanso; así mismo, los ejercicios que realice deben ser congruentes entre el número de repeticiones, peso e intensidad; mismo caso de la alimentación, deben ser congruentes las porciones, ingredientes y la forma de prepararlos, igualmente sus hábitos de descanso entre series, descanso entre sesiones y entre grupos musculares.
Ahora bien, si piensa que algo tan sencillo como la congruencia no puede generar cambios, lo invito amigo lector a que considere lo que ha ocasionado vivir en medio de la incongruencia; por ejemplo, tenemos una sociedad cada vez más dividida, fragmentada y enajenada, pero se sigue educando en la competencia, en ser mejor que el otro, en superarlo, en marginar o clasificar a los otros; actores que protagonizan películas en las que triunfa el amor, el matrimonio o la familia pero que en la vida real no tienen una relación estable y duradera, que cambian continuamente de pareja, que se han divorciado en varias ocasiones, que se desentienden de sus hijos o solo los llevan de paseo en vacaciones, los “galanes” que personifican el ideal de caballeros andantes, que luchan por el amor son mujeriegos, viciosos, abusadores e incluso cobardes golpeadores; las musas, que en sus papeles cinematográficos defienden la pureza y hasta la inocencia de los sentimientos, terminan siendo la imagen de revistas, cosméticos, prendas de moda y otras trivialidades superfluas y materiales y ellas mismas resultan estar vacías tanto de sentimientos como de ideas, resumiendo su “éxito” en posar en ropa interior y “destapando” su sensualidad; héroes de ficción dispuestos a dar su vida por defender la ley y la justicia, pero que en la vida real no respetan los mínimos reglamentos y se escudan en su fama; deportistas que abusan de substancias nocivas para la salud buscando destacarse y así ganar millonadas que gastarán en antros, lujos, vicios, mujeres y la vida nocturna, lejos de una vida saludable; pero no solo eso, organismos cada vez más estrictos con el dopaje pero vemos en el cine al captian america o hulk que obtuvieron su físico a través de substancias semejantes a esteroides, ¿cómo esperamos que los niños aprendan no solo a llevar una vida saludable sino a valorar el esfuerzo y trabajar por lo que quieren si todo se les da así de fácil? Una sociedad en donde los principales patrocinadores, promotores de los más grandes eventos deportivos son empresas cerveceras, refresqueras y de comida chatarra; incongruencias como el hecho de tener artistas que cantan y alardean sobre autos, joyas, mujeres y hasta armas simulando la vida de los sicarios y la mafia, me llama la atención que un álbum musical lleve por título “Amante de lo ajeno” siendo su intérprete una mujer casada que además canta sobre las ventajas de ser la amante y el placer de la infidelidad ¿acaso no han leído un poco sobre los niveles de delincuencia, secuestros y extorsión que asedian a nuestra sociedad? ¿O sobre la creciente tendencia de delincuentes y prostitutas que surgen de familias fracturadas por los divorcios?
Y aunque esto no es nuevo, el menosprecio de la clase gobernante por la población en general, pero que en tiempos electorales se desgarran las vestiduras, y peor aún, que se hace más evidente vía redes sociales, como el caso de la hija de enrique peña nieto que utilizara de manera despectiva el término “prole”, la hija del gobernador de Baja California Sur, Marco Covarrubias quien tuiteara la etiqueta “es de indígenas”, o nuestra “orgullosa” aportación, el ex – secretario de Desarrollo Social Carlos Manuel Treviño, que llamara simio al futbolista Ronaldinho.
Quizá la más alarmante y agravada incongruencia es la que hemos visto de parte de doctores sin vocación, que le niegan el servicio a los pacientes, reniegan de las comunidades donde trabajan o menospreciando a la gente de tales comunidades manifestando por su lengua.
Tras estos breves ejemplos reitero mi invitación a que considere amigo lector, incorporar a sus proyectos este elemento de la congruencia para realizar sus propósitos y lograr trascenderlos. Si me permite el consejo: “Si quiere empezar un proyecto mañana, debe planearlo desde ayer”…