Ars bene moriendi o “happy end” espiritual
Punto y seguido
Por: Ricardo Rivón Lazcano
¿Habrá, en el futuro, trasplantes de vida?
Viene el espectáculo de días de muertos. Nos hemos alejado de nosotros mismos. El espíritu se trocó espantajo.
UNO
-“Hueles a abuelo”, me dijo Ana Sofía.
-¿y a qué huele un abuelo?
-Pues a abuelo.
DOS
Estimado lector. Para que puedas leer estas líneas, tuvieron que agruparse de alguna forma compleja y extraña, trillones de átomos errantes. Eres una agrupación de átomos que sólo existirá una vez. Los trillones de átomos participarán sin queja para mantenerte aquí, en esto que llamamos existencia. Tus átomos no saben que estás aquí y, por tanto, no se preocupan por ti. Vamos, ni siquiera saben que ellos están allí.
La mala noticia es que tus átomos son inconstantes y su tiempo de devota dedicación es fugaz, muy fugaz. Si vives, digamos, ochenta años, llegará el instante en que tus átomos se dispersarán, harán otras cosas. Y se acabó todo para ti. No tendrás alternativa, vas a morir, punto ¿y seguido?
TRES
Imagine el lector la “paciencia” de los átomos antes de la diáspora. Imagina en ti mismo un paro cardiorrespiratorio; luego se te ausenta la respiración espontánea, quieres pero no puedes, no jalas aire; te das cuenta que tus pupilas permanecen fijas, ningún esfuerzo da resultado, no reaccionan; la razón te alcanza para saber que el cerebro ya no responde. Se te acaba el habla, se te borra la película. Punto ¿y seguido?
No recuerdas lector, pero de niño la muerte te atemorizaba, de tal manera que no querías ni pensar en ella. Hoy sigues igual pero con estrategias mentales diferentes. Sigues teniendo dificultades para pensar seriamente acerca del hecho de que vas a morir. Mientras tanto te fugas con el ritual y la imaginación a quién sabe qué mundos, todos ellos inconclusos, difusos.
Si eres ateo o científico piensas, sencillamente, que cuando mueras todo acabará. ¿Y si no?
CUATRO
Los Ars moriendi, o Manuales de la Buena Muerte, surgieron en el siglo
XV como compendios de la tradición cristiana acerca de la muerte, acompañados de imágenes que ilustraban sus enseñanzas. Fomentaban una actitud valiente, pacífica y positiva ante la muerte:
“El enfermo va a morir. Al menos lo sabemos por el texto donde se dice que está crucificado por el sufrimiento. No aparece apenas en las imágenes en que su cuerpo no está muy enflaquecido, en que todavía conserva la fuerza.
Según la costumbre, la habitación está llena de gente porque siempre se muere en público. Pero los asistentes no ven nada de lo que pasa. El moribundo tampoco los ve a ellos. No es que haya perdido el conocimiento. Su mirada se centra con una atención feroz en el espectáculo extraordinario que es el único en vislumbrar: seres sobrenaturales han invadido su habitación y se apretujan a su cabecera. A un lado, la Trinidad, la Virgen, toda la corte celestial, el ángel guardián; al otro, Satán y el ejército monstruoso de los demonios. La gran asamblea del enfermo. La corte celestial está ahí, desde luego, pero ya no tiene todas las apariencias de una corte de justicia.
San Miguel ya no pesa en su balanza el bien y el mal. Ha sido reemplazado por el ángel guardián, más enfermero espiritual y director de conciencia que abogado o auxiliar de justicia.”
CINCO
Estoy seguro que todos cuantos lean este libro –EL Bardo Thodol- con suma atención, permitiéndole que se grabe en ellos sin prejuicios, cosecharán una rica recompensa.
La afirmación es de Carl Jung y el Bardo Thodol es el Libro tibetano de los muertos. Sería benéfico estudiar estos temas con el sumo cuidado y desarrollar métodos para tratar con la muerte y el morir de una manera hábil, compasiva y humana, concluye Jung:
Oh, amigo
El tiempo camina hacia ti para buscarte nuevos planos de la realidad.
Tu ego y tu nombre están en el juego de acabar.
Estas poniéndote enfrente de la Luz Clara.
Tú estás experimentando en esta realidad.
En el estado de libertad del ego donde todas las cosas son como un cielo vacío sin nubes.
Y el intelecto desnudo y limpio es como un trasplante vacío.
En este momento conoce por ti mismo y habita en este estado.
Lo que es llamado muerte del ego está viniendo hacia ti.
(Ars bene moriendi: el Arte de la Buena Muerte. Ana Luisa Haindl Ugarte; Breve historia de casi todo. Bill Bryson)
@rivonrl
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