Articulistas

A propósito del futuro (I)

Este planteamiento parece desconocer lo que hay tras bambalinas de ese mundo “maravilloso”. Para verlo, basta observar lo que vivimos o nos rodea cotidianamente.

Ahora que, por la pandemia, nos vemos obligados a hacer muchas cosas de manera virtual, son frecuentes las predicciones de lo que nos espera. En tiempos electorales, ciertos partidos venden sus propuestas “de futuro”, denostando las de aquéllos que “viven en el pasado” (¿Cómo olvidar a Ricardo Anaya, mostrando su ‘smartphone’ como la solución a los problemas de México?). En contraparte, algunos románticos pretenden que “el futuro está en el pasado”, enfocando sólo la parte idílica de la vida rural y olvidando los graves dramas de los caudillismos autoritarios.

Sobre este tema, Jorge Lerdo de Tejda (‘influencer’ de Youtube) comparte sus entusiastas predicciones, a través de un mensaje altamente positivo y confiado, según el cual, sólo haría falta ponerse las pilas.

He aquí algunas:

“Continuaremos todo el año con el trabajo en casa, así que los empresarios podrán contratar a los mejores trabajadores a nivel planetario, pues el ‘home office’ será simplemente ‘office everywhere’”. “Habrá una explosión de ofertas de empleo, para quien se prepare y quiera aprovecharlas: programadores, diseñadores, directores informáticos, especialistas en inteligencia artificial y en marketing, etc.”

“Mucha gente abandonará las grandes ciudades (caras, hacinadas, contaminadas, violentas,…) para irse a los suburbios o al campo, vivir austeramente y respirar aire puro; se preocupará más por la salud, seguirá videos para ejercitarse en casa y buscará producir sus propios y más sanos alimentos.”

“Habrá una ‘hiperautomatización extrema’ y no será necesario ir a las tiendas; uno podrá autoabastecerse desde la comodidad de su hogar…” “El ‘homeschool’ brindará a maestros y alumnos infinidad de tecnologías fascinantes, por las que el aprendizaje será ‘una experiencia mágica, lúdica, imborrable…’” (sic).

La predicción más esperanzadora augura “el renacimiento del ser humano, pues este es el único que no podrá automatizarse, ya que ni el amor, ni la imaginación, ni la empatía se pueden digitalizar. Así, el humano será lo más importante y valioso.”

Este planteamiento parece desconocer lo que hay tras bambalinas de ese mundo “maravilloso”. Para verlo, basta observar lo que vivimos o nos rodea cotidianamente.

La precariedad de buena parte de la población parece ir en aumento: se agrava la brecha entre ricos y pobres; surge nueva esclavitud laboral de esos “asesores digitales” sin derechos; más niños de los que imaginamos, o han sido excluidos de la escuela por falta de herramientas, o están hartos de la televisión y de la educación ‘on line’, sufren depresión, alcoholismo, drogadicción, o ‘smartfomo’ (adicción a las redes) y violencia intrafamiliar.

Lerdo de Tejada no se pregunta de dónde vienen los materiales escasos y de cara extracción (mercurio, galio, cromo, selenio, tiobio, tugsteno, litio, etc.) con los que se construyen las máquinas. Ignora (¿?) las guerras ‘de baja intensidad’  que se dan en el Congo, Bolivia, México y muchos otros países, ricos en estos metales, según devela ‘El cuaderno de Sara’, dramática historia del guionista español Jorge Guerricaechevarría.

En el campo filosófico, Byung Chul Han, destacado crítico del neoliberalismo, denuncia en ‘Psicopolítica: Neoliberalismo y nuevas técnicas del poder’, cómo este sistema logra seducir a los individuos para que se sometan voluntaria y alegremente a la dominación, haciéndoles creer que, no sólo no hay más opción que la auto-explotación, sino que ésta es “expresión de libertad”.

No obstante todos estos problemas y falacias, resulta indispensable mantener el optimismo para no sucumbir.

Desde las ‘Epistemologías del Sur’ emergen nuevos movimientos que vale revisar para emprender la búsqueda de otros mundos posibles en espacios distintos a los de la Modernidad Occidental.

(Continuará).

 

*Miembro del Movimiento por una Educación Popular Alternativa

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba