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Conflictos emocionales en los superhéroes de historietas

Los superhéroes, sus enemigos y los colaterales son representantes de un modo de producción, el capitalismo en su fase imperial, que buscando salvar el modo de vida norteamericano dejan a un lado lo esencialmente humano.

Cada uno de los superhéroes, que aparecieron primero en forma de historieta, después en la televisión, posteriormente en la pantalla grande y ahora en internet presentan una historia personal donde las situaciones emocionales criticas son representativas y significativas de su comportamiento “heroico”. Superman, considerado el primer superhéroe de occidente (1938), es originario de un planeta que fue destruido, donde sus padres mueren, no sin antes prometerle que lo alcanzarían en su viaje; de esta forma, su orfandad y el abandono involuntario por parte de sus padres, de la misma forma que en el caso de Batman, marcan su sentimiento de culpa y su ansiedad por salvar el mundo, hipotecando con ello su vida personal y amorosa, pues por su papel de “salvadores” ponen en riesgo a todos los seres que aman, lo que los lleva a una vida de soledad.

Otros como El Hombre Araña, Capitán América o Hulk, se convierten en superhéroes tras un evento catastrófico, el primero recibe la mordida de un arácnido, el segundo es intervenido tecnológicamente por grupos de poder supranacionales y el tercero recibe radiaciones en su laboratorio, cambios estos que los hacen diferentes al resto de las poblaciones y nuevamente se repite el patrón de “superhéroe”: dedicar su vida a salvar inocentes, incluso a costa de su propia vida amorosa o personal.

De la misma forma, los “enemigos acérrimos” de los superhéroes, presentan también cuadros emocionales críticos emergidos desde la infancia, en la historieta Batman, El Pingüino es hijo de una madre soltera, que nunca le informó al padre biológico de su embarazo, por lo que éste personaje crece careciendo de la figura paterna, posteriormente su madre es asesinada frente a él, lo que desencadena una confrontación emocional y la búsqueda insaciable de la venganza. El Guasón, vive una infancia irregular puesto que siendo gemelo no posee la inteligencia y bondad del otro hermano y desea asesinarlo, el hermano erudito es separado y ocultado, finalmente El Guasón asesina a su madre y dedica su vida a buscar al gemelo, haciendo toda clase de fechorías para vengarse de una sociedad que lo rechaza.

Los personajes colaterales en cada una de las historietas también presentan patrones de ansiedad profunda por el trabajo y el deber, dejando a un lado las sanas relaciones humanas. Los superhéroes, sus enemigos y los colaterales son representantes de un modo de producción, el capitalismo en su fase imperial, que buscando salvar el modo de vida norteamericano dejan a un lado lo esencialmente humano. Si las historietas nos presentaran a los superhéroes en su fase de adultos mayores, seguramente los veríamos viviendo en el abandono, pues nunca construyeron redes sociales y amorosas que les garantizaran el acompañamiento en la vejez y con un cuadro significativo de afecciones crónico degenerativas.

Las generaciones humanas postguerras mundiales fueron empapadas por historietas de superhéroes, la ansiedad por el trabajo, la búsqueda de la ganancia económica con el sello de “superhéroes”, estas situaciones se comunican mediante expresiones coloquiales como “a mi no me pasa”, “yo si puedo”, entre otras frases, y hoy tras 80 años de influencia de los superhéroes, como representantes de un modo de producción, vemos incrementarse no solo los suicidios, también los infartos en poblaciones entre los 40 y 50 años, calvicie a temprana edad, gastritis, colitis y ansiedad en la infancia, entre muchas otras afecciones derivadas de ese patrón de abandono, soledad, frustración, no construir tejido social y sustituir relaciones humanas duraderas por el consumo compulsivo dictado por el mercado.

Es necesario que las nuevas generaciones construyan historietas que cuenten las vidas de esos hombres y mujeres, héroes cotidianos que construyen una sociedad equitativa y respetuosa del medio ambiente, que día a día gozan la felicidad colectiva, esa simple, del trabajo cotidiano para obtener el pan nuestro de cada día.

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