Diez años
Ha transcurrido una década desde la muerte del sociólogo Carlos Dorantes González, director fundador de este semanario y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Para honrar su memoria y reflexionar sobre su aportación a las ciencias sociales, este suplemento contiene un conjunto de textos que tejen su semblanza. Aquí aparece el hombre cálido y jovial, el sociólogo crítico, el hábil universitario y el activista que, desde instituciones fundamentales para la democracia, supo contribuir a la formación de una sociedad deliberante.
Carlos Dorantes murió el 22 de noviembre de 2008. Vivió 64 años. Siendo director de la Facultad de Psicología, encabezó en 1983 la comisión responsable del diseño de la carrera de Sociología, piedra angular de nuestra unidad académica. Desde la academia y la ciencia, alentó siempre el compromiso de la Universidad con las fuerzas transformadoras del orden social, y prestó su prestigio a instituciones nacientes como el Instituto Federal Electoral y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para inhibir fraudes y perseguir abusos de poder.
Sobre los cimientos puestos en sus trece años de dirección, hoy medio millar de estudiantes se forman en seis programas de licenciatura: Ciencias Políticas y Administración Pública, Comunicación y Periodismo, Estudios Socioterritoriales, Gestión Pública y Gobierno, Relaciones Internacionales, Desarrollo Local y, desde luego, Sociología; en tres especialidades: Gestión para el Desarrollo Comunitario, Familias y Prevención de la Violencia y Comunicación Política, así como dos maestrías: Ciencias Sociales y Comunicación y Cultura Digital.
Para quienes lo conocieron, pero sobre todo para las generaciones jóvenes, es importante saber que Carlos Dorantes es algo más que una biblioteca entrañable, el más agradable remanso que puede haber en una casa de estudios. Todas las voces que pueblan este suplemento corresponden a personas vinculadas a su legado o que en algún momento fueron testigos de su calidad humana y compromiso con su tiempo.
Nuestra gratitud a Carlos Dorantes González, un hombre paciente y fraterno, líder y maestro. De su siembra y su paciencia de años, somos miles sus beneficiarios. Va en estos papeles, a diez años de su muerte, el reconocimiento personal e institucional a uno de nuestros mayores.
