La privatización del agua en Querétaro

El proceso histórico de urbanización-industrialización generó una fuerte contaminación hidrológica al verter aguas tóxicas al lecho de los ríos. Un problema global es el manejo de la basura por empresas que se autonombran “ecológicas”, cuyo destino final son los mares, donde la vida de los animales se ha convertido en un problema de sobrevivencia, pues los videos que nos encontramos en las redes sociales nos muestran dramáticamente tortugas, moluscos y peces, grandes o pequeños, que mueren por asfixia, o por ingesta de plástico que circula libremente en los mares de los 5 continentes. National Geographic ha mostrado reportajes de islas completas de plástico flotando en aguas continentales que dejan congelados a los activistas de Green Peace, a pesar del trabajo de sus embarcaciones recolectoras de basura plástica, ahora “enriquecido” por los desechos producidos en la lucha contra la pandemia del COVID 19: accesorios como cubrebocas, mascarillas plásticas, batas, manguerillas de sueros, tubos respiratorios y material de desecho de hospitales.
En este marco global, debemos insistir que el agua es un recurso natural de acceso universal y que su uso habitacional está consagrado en el artículo IV Constitucional que señala: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento del agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. EL ESTADO GARANTIZARÁ ESTE DERECHO Y LA LEY DEFINIRÁ LAS BASES, APOYOS Y MODALIDADES PARA EL ACCESO Y USO EQUITATIVO Y SUSTENTABLE DE LOS RECURSOS HÍDRICOS, ESTABLECIENDO LA PARTICIPACIÓN DE LA FEDERACIÓN, LAS ENTIDADES FEDERATIVAS, ASÍ COMO LA PARTICIPACIÓN DE LA CIUDADANÍA PAFRA LA CONSECUCIÓN DE DICHOS FINES”.
Por otra parte, existen diversos acuerdos y tratados internacionales de la ONU, de los cuales nuestro país es signatario, mismos que reconocen el derecho esencial y humano al acceso al agua potable y segura y a su saneamiento. La más reciente de estas resoluciones de la Asamblea General de la ONU ocurrió, gracias a la presión de la organización global Ambientalistas en Acción, el 28 de julio de 2010.
Bajo estas pautas no le importó al Congreso de Querétaro, dominado por el PAN y sus aliados, la oposición generalizada de la población, expresada en asociaciones no gubernamentales, ambientalistas, grupos indígenas, campesinos, colonos, académicos, que manifestaron en foros, protestas, mítines, en el propio Parlamento Abierto (muy limitado) y en diversos actos de protesta frente a la sede de la Cámara de Diputados, antes y después de la lamentable aprobación por mayoría, con 16 votos, el día 19 de mayo de 2022, la Ley de Aguas que otorga concesiones a grupos privados y a desarrolladores urbanos por un período de 20 años, con posibilidades de ampliación por otros 20 años. La privatización del agua es privar a los ciudadanos del derecho al agua como bien de la Nación.
Aun cuando Mauricio Kuri pudo haber vetado dicha ley, la publicó de manera extra-rápida en La Sombra de Arteaga, exhibiendo con ello dónde están sus verdaderos intereses. Mientras ello ocurre crecen las acciones colectivas con la intención de exigir la derogación de la mencionada ley que va contra las aspiraciones populares, las necesidades de la población y contra el espíritu de la norma constitucional y de los acuerdos internacionales que México ha firmado y han sido ratificados por el Senado de la República. En ese sentido, la Red en Defensa del agua y la Vida (REDAVI), el Concejo Indígena Autónomo de Santiago Mexquititlán, ambientalistas y la Marcha Universitaria en Defensa del Agua convocaron a una gran movilización en contra de la privatización del agua en el estado de Querétaro, el pasado 27 de mayo de 2022, que partió de la Plaza del Estudiante y tuvo eco social de la población. La demanda central es: ¡EL ACCESO AL AGUA ES UN DERECHO HUMANO Y UNIVERSAL, NO A LA PRIVATIZACION DEL AGUA!