Las brujas del mar y otras brujas mexicanas
Violencia. Entiendo la violencia pero cada vez me asusta más. Reproducir de otro modo lo mismo que se condena no crea otra realidad sino acaba haciendo lo peor.
La lucha de las mujeres no es una guerra contra los hombres. El enemigo identificado no somos los hombres. Es una lucha de siglos contra el extraño poder creado por todos y todas: el machismo, el autoritarismo, la violencia, la impunidad, la cosificación de las personas, la división del trabajo y del placer, el poder patriarcal, la fuerza del macho, la desigualdad civil, la inequidad, la explotación, la mordaza, el silencio, la escoba, los hijos y la cocina. No hacer absolutos de una parte del todo. Ni contra el machismo ni contra el feminismo.
¿Cómo unificar las diversas violencias contra unas y otros, en vez de excluirnos unos a otras? (Sicilia). ¿Cómo hacer que la justa y saludable indignación femenina no se pierda y perdure? (Krauze). ¡No queremos un pinche cachito de avión sino justicia, igualdad, derechos, equidad, seguridad… no mame presidente patriarca! (Las Brujas del Mar y Chingos de Brujas Mexicanas).
En el sexenio del patriarca, ¿hemos pasado del patrimonialismo al patriarcado del poder? (Palabrero). Multiplicar. ¿Sumar o restar? ¿Sólo sabes restar y no sumar? Jesús multiplicó los peces y los panes. Y el vino nunca faltó. Dicen que la violencia es partera de la historia. Y es cierto. Lo que no dicen es que frecuentemente es mala partera: hijos nonatos deformes, que mueren pronto o se convierten en monstruos. (Camín).
Violencia. Entiendo la violencia pero cada vez me asusta más. Reproducir de otro modo lo mismo que se condena no crea otra realidad sino acaba haciendo lo peor. Vean la historia. Si en verdad queremos fines superiores, hay que buscar y encontrar medios mejores, no los peores.
Luchar contra los otros es luchar contra nosotros.
Perdón por los rollos a botepronto.
En el Jardín del Centro de Querétaro
Comercio bastante normal en el centro, digamos al 70-80 por ciento. Pero sí hay menos gente y autos en tránsito, al mediodía. Qué tranquilidad en el Jardín Zenea QQQ. Disfruto mi presencia, jajaja. Como en los años 70-80, supongo. Calma chicha de viejitos, niños jugando, turistas internacionales y locales. Pocos autos alrededor. Los paseantes y pasantes parecen de un tiempo suspendido. Sin prisas.
Escucho más el alboroto de los pájaros que el rudo tráfico de los autos. Una hora exquisita. Impensable. Gracias a las mujeres y su santa ira. Qué silencio, ¿Es así el mundo? (Cernuda). Sí. Ruidoso y silencioso, escandaloso e indolente. Es así. Mala idea, palabrero, ¿qué haces aquí?
Exponer una idea, una palabra, una mirada. ¿Para qué? Guarda tu pellejo y tu ridículo. Cierto, para nada, aquí estoy. Nueve nadie se mueve. Al nueve la colita se le mueve. ¿Dónde estás, qué haces? Nada. Ver, pensar, sentir, palabrear. Nada. ¿Cuál es tu espejo? Uno roto. ¿Y tu sueño? Una pesadilla. Estás jodido. No, estoy bien, en lo que cabe.
Lo inaudito: sigue sin entender que no entiende (Obrador). Lástima. No es un demócrata. Es un patriarca en su sexenio. Nos lleva al desastre. No lo sé. Los otros no fueron muy buenos. Por eso perdieron. Concéntrate en el presente. Echarle la culpa al pasado no lo exime de nada. No sabe gobernar, priva en su mente limitada más ideología que ideas.
Nos hace falta mucha opinión crítica pública. Hacer público lo que es de interés público.
¿Nos darán refritos de lo que leyeron y no de lo que vieron? La protesta cuando se institucionaliza y tiene permiso, pierde su filo y su brillo. Es lo que trataron de hacer tanto el gobierno del patriarca como la clase empresarial y política de oposición. Es parte del juego político democrático. Las jóvenes hicieron historia. ¿Qué sigue? ¿Los cachitos del avión?