Las recientes elecciones estatales
Las elecciones de este 2 de junio confirmaron que sí hubo fraude del PAN en Puebla, pues no es creíble que el PAN y sus aliados hayan perdido en menos de un año la friolera de 645 mil votos. Lo más probable es que los votos de la elección del año pasado se inflaron para imponer a la esposa de Moreno Valle en la gubernatura.
El pasado domingo 2 de junio se llevaron a cabo procesos electorales en seis estados de la república. En Baja California se renovó la gubernatura, el congreso local y las presidencias municipales. En Puebla la gubernatura y cinco municipios, en Quintana Roo y en Tamaulipas los congresos locales y en Aguascalientes y Durango las presidencias municipales. Los resultados muestran otra derrota innegable del PAN y la continuación del avance de Morena.
El PAN gobernaba Baja California desde hace 30 años, desde la famosa “concertacesión” del PAN con el gobierno espurio de Salinas de Gortari, producto de un escandaloso fraude electoral. En ese contexto, el PRI permitió el triunfo de Ernesto Ruffo con tal de que el PAN legitimara el fraude electoral y la presidencia de Salinas y a pesar del rechazo de su candidato presidencial Manuel J. Clouthier, padre de la coordinadora de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador y hoy diputada federal.
La derrota del PAN en Baja California fue total, no solo perdió la gubernatura sino también las 17 diputaciones locales en juego y los cinco municipios del estado. Morena ganó la gubernatura con el 50.28 por ciento de los votos contra el 23.24 del PAN y ganó las diputaciones con el 48.5 por ciento contra el 21.34 del PAN. Es de resaltar que el otrora poderoso partido de estado, el PRI quedó hasta el quinto lugar con un triste 4.67 por ciento, debajo incluso del PRD y del Movimiento Ciudadano.
La otra gran derrota panista se dio en Puebla donde en el período 2011-2017 había gobernado Rafael Moreno Valle al que sucedió el también panista José Antonio Gali para un período corto que duró hasta diciembre de 2018. En teoría, en las elecciones de julio del año pasado había ganado la esposa de Moreno Valle, Martha Erika Alonso. Sin embargo, las pruebas de un fraude electoral fueron múltiples y los números no cuadraron.
Por ejemplo, se supone que el PAN y sus aliados habían obtenido en las elecciones de 2018 un millón 153 mil votos contra un millón 31 mil votos del candidato de Morena y sus aliados, una diferencia de 122 mil votos. Sin embargo, en la misma elección los candidatos a diputados de Morena y sus aliados obtuvieron un millón 188 mil votos lo que es más o menos congruente con los votos obtenidos para la gubernatura, mientras que los candidatos a diputados del PAN y sus aliados sólo obtuvieron 816 mil votos, es decir, una incomprensible diferencia de 336 mil votos más para la gubernatura.
Las elecciones de este 2 de junio confirmaron que si hubo fraude en Puebla por parte de los panistas pues no es creíble que el PAN y sus aliados hayan perdido en menos de un año la friolera de 645 mil votos. Lo más probable es que los votos de la elección del año pasado se inflaron, en un operativo de estado, para imponer a la esposa de Moreno Valle en la gubernatura. En esta elección el PRI quedó en un lejano tercer lugar con un 18.46 por ciento contra el 33.23 de panistas y aliados y el 44.67 de Morena y aliados. Es decir, Morena volvió a ganar la elección pero esta vez con una diferencia de más de 11 puntos porcentuales.
En el caso de Quintana Roo, Morena y sus aliados ganaron en 11 de las 15 diputaciones en juego. Actualmente tenían sólo cinco que corresponden al Partido Verde. El PAN y sus aliados perdieron una diputación y el PRI tres.
En una próxima entrega comentaremos los resultados en los otros tres estados en donde hubo elecciones.