¿Qué marca la diferencia en la educación? II

La palabra “empleo” en cambio, se usa más bien para designar al trabajo que recibe una remuneración económica, así como al “trabajo alienado” (enajenado), sometido, subordinado al mandato externo y “superior” del patrón.
En otro artículo preguntaba: ¿por qué algunos docentes actúan como burócratas sumisos, servidores de los aparatos ideológicos del Estado y otros mantienen una actitud crítica-creativa?
Los primeros se someten sin más a las demandas oficiales (a veces absurdas). Los segundos guardan cierta distancia frente a ellas y logran generar espacios de libertad, altamente interesantes, nutrientes, provocadores del deseo de saber, adecuando su labor a las necesidades y difíciles condiciones de sus estudiantes. Algunos otros, auto-nombrados “rebeldes”, aprovechan mañosamente las circunstancias para justificar su ignorancia, incompetencia, pusilanimidad o egoísmo, abandonar a sus estudiantes a sus propias fuerzas, zafándose de toda responsabilidad y tratar de sacar el máximo provecho.
(Aunque valga para la reflexión, reconozco dos problemas con esta taxonomía: 1) que pocos tienen conciencia de su propia postura, de su real actuación y de las consecuencias de sus actos u omisiones; 2) que los grupos se mezclan y se mueven. A final de cuentas todos estamos contaminados y a veces nos portamos de una u otra forma, por lo que no tiene caso juzgar, antes de verse al espejo).
En la búsqueda de respuestas, ahora con la pandemia, discutía con varios colegas si la diferencia depende de la clase social; es decir, de si los educandos-educadores cuentan o no con computadora, internet, espacios y tiempos adecuados para trabajar, o si ésta tiene que ver más bien con la forma como los maestros conciben su trabajo: un simple empleo o una profesión y proyecto de vida.
Sobre el tema, los marxianos distinguen entre “trabajo” y “empleo”. Por “trabajo” entienden la actividad por la que el humano transforma la realidad para satisfacer sus necesidades físicas y espirituales; por la que se expresa y se autoconstruye en toda su capacidad creativa, (lo que no necesariamente implica remuneración). Esta idea de trabajo se acerca más a las palabras “profesión”, “profesar”, “profesor(a)” que sugieren compromiso, cuidado, responsabilidad con el oficio. Un ‘profesional’ puede dedicar muchas horas extra al trabajo por propia decisión o incluso por puro gusto. La palabra “empleo” en cambio, se usa más bien para designar al trabajo que recibe una remuneración económica, así como al “trabajo alienado” (enajenado), sometido, subordinado al mandato externo y “superior” del patrón. No es que la remuneración genere alienación; ésta es necesaria para vivir dignamente; lo que enajena es el sometimiento. Por eso, quizá, muchos ‘empleados-burócratas’ suelen comportarse según la famosa proclama: “hacen como que me pagan, hago como que trabajo”; cumplen estrictamente las horas contratadas y ven su trabajo como una carga de la que hay que liberarse.
Ahora con la pandemia, en múltiples intercambios con amigos-colegas encuentro gran cantidad de expresiones de trabajo creativo, que dan cuenta de cómo muchos profesionistas y profesores de todas las áreas, no se dejan alienar, a pesar de sus graves dificultades: Construyen blogs, podcasts, videoclips, revistas electrónicas…, para promover reflexiones, compartir anécdotas, cuentos, poemas, saberes de todo tipo; participan constantemente en foros académicos o políticos, en conversatorios sobre todos los temas; organizan seminarios, talleres y cursillos gratuitos de lectura, de divulgación de las ciencias, de huertos de traspatio, de lenguas indígenas; y demás…
Es importante reconocer en especial el ingenio de quienes viven en zonas rurales o urbano-populares muy deprimidas, que a pesar de no contar con herramientas digitales, se comunican con sus alumnos y padres de familia, para seguir enseñando y aprendiendo.
Quise nombrar algunos, pero la lista es larga y ya se acabó el espacio. Espero ir precisando más adelante. Ahora sólo agradezco todo su empeño, que contagia para mantener el ánimo.
*Miembro del Movimiento por una educación popular alternativa (MEPA),