¿Qué se celebra el 10 de mayo en México?

Desde la antigua Grecia, en donde se honraba a Rea, la madre de los Dioses, esta celebración se difundió por todo el mundo en fechas distintas. Con ello se pretende reconocer a la figura materna como pilar de la familia, sin duda un reconocimiento de gran importancia. Sin embargo, aún sin pretenderlo, esta celebración perpetúa el papel reproductivo de la mujer y su lugar como cuidadora. Si bien estos dos atributos no son en si mismos negativos, se convierten en cadenas que atan a la mujer a la invisibilización productiva y promueven la disminución de su reconocimiento laboral e intelectual.
En nuestro país, para 2020, residían 48.6 millones de mujeres de 15 años y más, de las cuales 35.2 millones (72.4%) eran madres; de este total, 7.1% eran hablantes de lengua indígena (2.5 millones). De acuerdo al INEGI, el 47% de las mujeres madres de 15 años y más están casadas. En el caso de quienes hablan lengua indígena, 28% se encuentran en unión libre y 14% son viudas y quienes no hablan lengua indígena, 22% en unión libre y 10% viudas; el 17.9% de los hogares están compuestos por una madre sola.
El trabajo doméstico y de cuidados —no remunerado— es principalmente realizado por mujeres (76.3%) y este tipo de trabajo, en México, tiene un valor equivalente a 23.3% del PIB. La tasa de participación económica de las madres hablantes de lengua indígena es de 28%, mientras que para el grupo de mujeres que no hablan lengua indígena es de 42%. De acuerdo a ONU-hábitat (https://onuhabitat.org.mx/index.php/labores-de-cuidado-y-trabajo-domestico-no-remunerado), en zonas urbanas de México se estima una diferencia de tiempo dedicado a la semana al trabajo no remunerado entre mujeres y hombres de 19.2 horas y en contextos rurales esta brecha aumenta hasta 27 horas, por lo que las condiciones de desigualdad se acentúan aún más. Las mujeres dedican alrededor de 30 horas a la semana al desarrollo de estas actividades, en comparación con las 10 horas destinadas por parte de los hombres.
Las madres tienen mayormente bajo su responsabilidad el cuidado del hogar y de la familia, lo que representa uno de los principales obstáculos para su involucramiento en el mercado laboral. Actualmente, el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU, particularmente en su meta 5.4 se propone “reconocer y valorar las labores de cuidados y el trabajo no remunerado mediante la promoción de servicios públicos, provisión de infraestructuras, formulación de políticas de protección socia, y la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia“ (ONU-Mujeres, 2015).
Así entonces, es necesario brindar a las madres de familia mayores oportunidades para lograr sus metas personales y promover su empoderamiento. Desde la Universidad Autónoma de Querétaro se trabaja para generar estrategias que permitan a las mujeres conciliar el trabajo con el cuidado de la familia a través de la generación de espacios como el caso de lactarios y guardería. Actualmente se está desarrollando un Sistema Universitario de Cuidados que permita, entre otras cosas, la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en la importante labor del cuidado del hogar y la familia.
¡Deseo a todas las mujeres que cumplen con el maravilloso papel de madres, en cualquiera de sus modalidades, muchas felicidades y que logren todas sus metas!