Yemen. La guerra olvidada
Según la Comisión Europea habría más de sesenta mil fallecidos. A esto, se suman cincuenta mil heridos, millones de desplazados, catorce millones que sufren inseguridad alimentaria, por lo que ochenta y cinco mil niños han muerto de hambre.
Probablemente, si nos preguntaran en qué país se ha estado viviendo la peor crisis humanitaria del mundo en los últimos cuatros años, muchos responderían que en Venezuela. El bombardeo mediático ha predispuesto esa respuesta. Sin embargo, existen otros conflictos en el mundo que superan dicha crisis, pero que han sido ignorados por los grandes medios de comunicación, provocando que pasen totalmente al olvido entre las mayorías. Uno de los ejemplos más destacados es la guerra civil en Yemen, desatada desde el 2015.
Según la ONU, hay más de diez mil civiles muertos, según la Comisión Europea habría más de sesenta mil fallecidos. A esto, se suman cincuenta mil heridos, millones de desplazados, catorce millones que sufren inseguridad alimentaria, por lo que ochenta y cinco mil niños han muerto de hambre. Hambruna, cólera y terrorismo se han vuelto parte de la vida cotidiana entre ciudades asediadas por la guerra y pueblos abandonados en medio del desierto, cuyas carreteras se las disputan esporádicamente las barricadas de los distintos grupos militares.
La historia de Yemen es por demás interesante y conflictiva. Desde el siglo XIX y XX el Imperio británico y el Imperio turco-otomano se disputaron la zona por el control de las rutas comerciales y la geopolítica. Yemen está en la punta de la península arábica y es el paso para cualquier comercio -antes de la ruta de la seda, hoy del petróleo. Yemen del Norte surgió como país independiente en 1918 tras la Primera Guerra Mundial, con la partición del derrotado Imperio Otomano; los británicos mantuvieron el control del sur hasta 1967, cuando nació Yemen del Sur. En Yemen del Norte persistió una guerra civil de 1962 a 1970 cuando el último rey es derrocado por los republicanos, quienes apoyados por Egipto establecen la República Árabe de Yemen. Durante ese conflicto, es cuando surge la República Democrática Popular de Yemen o Yemen del Sur, de orientación marxista, convirtiéndose en el primer Estado árabe socialista de medio oriente.
A pesar de sus ideas que podrían parecen de avanzada, los dos nuevos Estados -el republicano y el socialista- se enfrentaron militarmente en 1972 y en 1979, llegando finalmente a un proyecto de unificación en 1981, el cual no se llevaría a cabo sino hasta la crisis final de la Unión Soviética. Los dos países se unificaron como la República de Yemen en 1990, habiendo pequeñas sublevaciones secesionistas de manera esporádica pero sostenida. Yemen es el único Estado republicano en la península, donde prevalecen las monarquías, pero es el país más pobre de Oriente próximo. Sin agua ni petróleo, su desarrollo ha sido limitado.
Lo de ‘republicano’ se quedó en el nombre, debido a que el presidente Saleh, mantuvo una autocracia de 1990 al 2012, hasta la primavera árabe, cuando se ve obligado a renunciar por las protestas -reprimidas violentamente- acusado de corrupción. El entonces vicepresidente al-Hadí fue electo presidente en el 2012 en una elección de una sola persona, proceso de transición que fue interrumpido por un Golpe de Estado en septiembre de 2014, encabezado por los rebeldes Houthis, quienes toman la capital del país, Sana’a. Al año siguiente, la guerra civil entre norte y sur, tomó otros tintes con la intervención extranjera, reviviéndose el pasado colonial y las disputas entre los clanes del país.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos, entre muchos otros, apoyan al débil gobierno sunita contra los rebeldes houthis, de ascendencia chiíta, supuestamente respaldados por Irán. El cerco económico impuesto por dicha coalición es la principal causa de la hambruna del país. Su territorio, se lo dividen caóticamente el Ejército de Yemen leal al presidente al-Hadí, las tropas de la Liga Árabe -compuesta por una decena de países suníes- y la empresa militar estadounidense de mercenarios Blackwater, quienes medianamente controlan Aden, segunda ciudad del país, principal centro económico y capital provisional; los houthis seguidores del expresidente Saleh; el grupo terrorista Al-Qaeda y, finalmente, el Consejo de Transición del Sur. Sin embargo, para Yemen no hay actos de solidaridad ni coberturas mediáticas.