Ayotzinapa y la apología del fascismo
La tragedia nacional de la desaparición forzada de cuarenta y tres estudiantes más el asesinato de otras seis personas ha adquirido ya revuelo a nivel internacional, a grado tal que hasta el papa se ha pronunciado al respecto, criticando, no tan veladamente, al régimen mexicano por su omisión y su falta de capacidad para resolver el caso de manera satisfactoria en términos de civilidad y humanidad.
Apología del fascismo
En nuestra colaboración anterior señalamos el caso vergonzoso del comentarista de Televisa Deportes, Mauricio Plascencia Alcántara, quien, exhibiendo toda su ignorancia, criticó de mala manera a estudiantes de Ingeniería que habían realizado un paro de laborales en solidaridad con los normalistas agredidos.
Pero dicho comentarista no ha sido el único en sacar el cobre y evidenciar tintes fascistas, pues una cosa es criticar un paro, lo que no tiene nada de malo si se usan los argumentos pertinentes, y otra es de plano llamar ya a la represión de la protesta legítima.
Ese es el caso de Luis Adrián Ramírez Ortiz, secretario de organización del Frente Juvenil Revolucionario del PRI, quien no expresó su repudio por la masacre de jóvenes normalistas sino por las consecuentes y entendibles protestas posteriores; ese joven priista clamó por el regreso de Gustavo Díaz Ordaz, el responsable de la represión de estudiantes en Tlatelolco, en 1968, cuando fueron asesinadas, de manera impune, casi un millar de personas, principalmente jóvenes, en la peor represión del México moderno (www.proceso.com.mx/?p=387239). Seguramente, ese joven priista no diría lo mismo si entre alguno de los asesinados estuviera alguno de sus familiares o de sus seres queridos.
Mientras la indignación crece a nivel internacional, este tipo de personajes exhiben su calaña de seres insensibles y represores en potencia.
Otra de la misma calaña es la exdiputada suplente priista Marili Olguín Cuevas, del estado de Hidalgo. Esta priista posteó en su cuenta de Facebook, en referencia a los normalistas: “mátenlos para que no se reproduzcan” (ver Aristegui Noticias del 9 de noviembre).
De la misma manera y también en Hidalgo, la hija de Araceli Velázquez, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado posteó en su cuenta de Facebook, en referencia a los normalistas desaparecidos: “por qué luego los queman… NACOS” exhibiendo un talante racista.
Del mismo tipo el priista queretano Héctor Sinecio Moreno, quien el 8 de noviembre, también en su espacio en Facebook, se refirió a los cuarenta y tres jóvenes masacrados como “porros”; ¿qué sabe de la vida de estos jóvenes ese priista para acusarlos de porros?, ¿por qué no presenta las pruebas de que lo eran? Acusaciones a la ligera que provienen de un partido que se caracterizó, a lo largo de los años, precisamente por mantener a porros que agredían a los estudiantes para que no protestaran, porros que el régimen priista siempre prohijó, alimentó y protegió. Sinecio se presenta como dirigente de “Democracia 2000” del Partido Revolucionario Institucional; y, como señala Libertad de palabra, ante la crítica de otros usuarios de la red social, Sinecio Moreno le respondió a uno de ellos: “Sólo espero que cuando te desaparezcan encuentren tu tumba… aunque sea calcinada wey!” (sic). Así de ligeras las afirmaciones y las “reflexiones” del tal personaje.
Otro de la misma calaña es Francisco Victoriano Pagoaga Lamadrid, subdirector de Asignación de becas nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnológica (Conacyt) quien en relación a Ayotzinapa y si éste era un crimen de Estado escribió, también en su muro de Facebook, expresiones despectivas y fuertemente racistas “pues es un crimen de hermanos, morenacos matando a otros morenacos…, caray, entonces es un perricidio morenaco”.
Por declaraciones de este tipo, cualquiera de los arriba señalados, en Alemania o en Italia, estaría ya en la cárcel por el delito de apología del nazismo.
Por ejemplo, en el caso italiano, el delito de “apología del fascismo” hace referencia, entre otras cosas, a propagar ideas racistas, a exaltar a exponentes, principios, hechos y métodos fascistas e incluso la exteriorización de actos de carácter fascista. Este delito se castiga con entre 18 meses y 4 años de cárcel y aun más severamente si se usan medios impresos o electrónicos para manifestar tales ideas, e incluso se les prohíbe a los acusados el acceso a las oficinas públicas, de tan grave que es considerado tal delito.
Angélica Rivera y su casita
Ahora resulta que Televisa es tan, pero tan generosa que le paga tan, pero tan bien a sus “artistas” que la señora, primera dama, Angélica Rivera declaró que en 2010 tuvo ingresos por ¡131 millones de pesos! (La Jornada, 19/11/14). Ni más ni menos que 360 mil pesos diarios durante los 365 días del año, incluidos sábados, domingos y días festivos.
No es creíble que mientras Lionel Messi gasta 4 millones de euros en su casa (68 millones de pesos), Angélica Rivera pueda invertir 86 millones de pesos en la suya. Ni la burla perdonan.
anbapu05@yahoo.com.mx
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