Cáncer, el negocio de la muerte
Joaquín Antonio Quiroz Carranza
En Oncología se usa el concepto de “tasa supervivencia a 5 años” (TS5); significa que un enfermo de cáncer podrá sobrevivir hasta cinco años y un poco más, siempre que su problema se detecte tempranamente y sea tratado con quimioterapia o radioterapia y diversos medicamentos, y si no es tratado, sólo unos cuantos meses.
El cáncer tiene varias etapas, en relación al órgano afectado, pero en algunos casos lo dividen en cuatro etapas: la I (inicial), si el paciente es tratado con quimioterapia tiene un 47 por ciento de probabilidad de sobrevivir durante cinco años; en la etapa II, 26 por ciento, en la etapa III, 8 por ciento y en la etapa IV, el 2 por ciento.
Los pacientes tratados con una quimioterapia agresiva sólo sobrevivieron dos o tres años (dentro de la TS5), mientras que los no tratados tres o cuatro meses. La tasa de supervivencia de 5 años en personas menores de 30 años con cirugía fue del 85 por ciento. Por otra parte, la quimioterapia en combinación con Avastin redujo el riesgo de muerte en 26 por ciento, equivalente a cuatro meses de supervivencia, es decir 16.8 meses frente a 12.9 meses sin el medicamento.
En resumen, un paciente con cáncer tiene una esperanza de vida alrededor de cinco años, y tal vez un poco más. Siempre que se someta a los tratamientos convencionales, sobre todo a la quimioterapia y el consumo extenuante de medicamentos ¿Cuáles son los efectos secundarios de la quimioterapia?
Cansancio, falta de motivación, desgano, irritabilidad frecuente, abandono de relaciones sociales. Nauseas y vómitos. Inflamación de las mucosas. Diarrea, Estreñimiento. Dolor centro-torácico que aparece al tragar los alimentos. Fiebre, la cual desaparece al suspender la quimioterapia. Reacciones alérgicas o de hipersensibilidad como exantema, eritema fijo pigmentario, urticaria. Toxicidad cutánea en piel, uñas y folículos pilosos alterando la percepción de la imagen corporal. Toxicidad local, flebitis o inflamación de la pared interna de las venas. Inflamación de diversas zonas de la piel. Perdida del cabello. Fotosensibilización, y fotoalergia. Toxicidad renal y de las vías urinarias, toxicidad vesical, síndrome hemolítico, toxicidad neurológica, incluye inestabilidad al caminar, dolor al caminar, debilidad, pérdida de fuerza en dedos de manos, entre otros. Encefalopatía aguda, alucinaciones, letargia, y ocasionalmente convulsiones. Encefalopatía crónica, demencia, puede llegar al coma y a la muerte. Toxicidad cerebelosa, coordinación defectuosa del movimiento muscular, falta de sentido, trastorno del habla, movimiento involuntario de ojos. Parálisis de los nervios craneales, parálisis facial o movimientos oculares rápidos. Incontinencia urinaria y fecal, alteraciones sensitivas o motoras. Pérdida de sensibilidad en las extremidades. Toxicidad cardiaca, se presenta como una miocardiopatía que evoluciona a insuficiencia cardiaca que se manifiesta como arritmias. Enfermedad tromboembólica venosa puede llegar a embolia pulmonar. Toxicidad pulmonar. Disfunciones sexuales, dolor durante el coito, cambios en la sensibilidad genital, capacidad disminuida para llegar al orgasmo. Además de Infertilidad, conjuntivitis, pérdida de visión, alteraciones auditivas, alteraciones del gusto y del olfato, toxicidad hematológica, anemia, reducción de neutrófilos en sangre, disminución de plaquetas, trastornos cognitivos, trastornos del sueño, toxicidad tardía, entre otras. En resumen, el paciente vivirá con una calidad de vida muy deteriorada.
En México, el costo privado de un tratamiento alopático de cáncer, que incluya la quimioterapia, puede superar los 2 millones de pesos. Un 21 por ciento de los pacientes no alcanzan la tasa máxima de supervivencia y solamente en el 50 por ciento de los casos existe un beneficio medible. La quimioterapia es un negocio que en los Estados Unidos de América supera los 750 millones de dólares anuales; en México no se encuentran cifras.
En México, para 1990 el porcentaje de muertes por cáncer fue del 9.7 por ciento con 41,168 defunciones; en el 2012, fue el 12.2 por ciento con 73,240 muertes. En hombres el cáncer se presenta principalmente en próstata, pulmón, estómago, hígado y colon; Y en mujeres cérvico-uterino, mama, estómago, hígado, bronquios y pulmón. En México no se encuentra datos sobre tasa de sobrevivencia con y sin tratamiento.
Siendo el cáncer una de las cuatro principales causas de muerte hospitalaria es necesario que se comparta una mayor cantidad de información, que permita a los pacientes y a sus familiares tomar mejores decisiones, puesto que los galenos siempre le apostarán a los tratamientos que les dejen una mayor ganancia económica.
Los pacientes y sus familiares deben apostarle a la calidad de vida. Aprovechar la vida para cerrar círculos, para perdonar y perdonarse, para aprender y enseñar. Para entender que, con o sin creencias religiosas la vida es una y vale la pena vivirla plena y feliz. Que nadie nace sabiendo y que, cuando nos acercamos a un nuevo comienzo, hemos acumulado una sabiduría relativa, vale la pena compartirla, para contribuir a la evolución de la mente colectiva.