Opinión

Censurar Internet: la tentación totalitaria de EPN y de su entorno

Por: Ángel Balderas Puga

¿Qué ha aportado Enrique Peña Nieto o alguien de su entorno al desarrollo de Internet? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! Y, sin embargo, este señor y sus secuaces quieren coartar la libertad de expresión en ese medio. Moral y éticamente no tienen ningún derecho a limitar el uso de un instrumento de comunicación que ellos no desarrollaron y al que no han aportado absolutamente nada.

Peña Nieto envió al Senado de la República, el pasado 22 de abril, su iniciativa de decreto de leyes secundarias de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Normalmente, es en estas leyes secundarias en donde hay “gato encerrado”, donde se evidencian los verdaderos objetivos de la reforma de ciertas leyes. Así ha sido con la reforma laboral y con la educativa. Así se está haciendo con la reforma en telecomunicaciones y así será con la energética, por lo que es de la máxima importancia estar al tanto y analizar el contenido de las leyes secundarias. Es en estas leyes secundarias en donde Peña Nieto propone censurar el uso de Internet.

La censura en Internet

En el Artículo 145 se propone que las autoridades puedan “bloquear el acceso a determinados contenidos, aplicaciones o servicios a petición del usuario, o cuando medie orden judicial competente”. Se plantea la libertad para elegir y acceder a cualquier contenido de Internet “dentro del marco legal aplicable” y se plantea la “responsabilidad de intermediarios” para que los concesionarios que provean servicios de Internet se conviertan en ¡responsables de lo que hagan los usuarios!

Como puede observarse, el Artículo 145 lo que busca, explícitamente, es censurar contenidos a juicio de la “autoridad”. Hasta parece burla hacer referencia a la libertad para elegir cuando, a diferencia de lo que sucede hoy, se pone el candado del “marco legal aplicable” y para apretar tuercas se amenaza a los proveedores de servicios con hacerlos responsables de lo que alguien postee en una red social o escriba en un blog, lo que es verdaderamente absurdo.

En el Artículo 197 se establece que los concesionarios de servicios de telecomunicaciones deben bloquear o inhibir la señal en lugares críticos para la seguridad nacional. Y ¿quién definirá lo que será considerado como “seguridad nacional”?. Este tipo de propuestas en realidad lo que buscan es el bloqueo de las comunicaciones en manifestaciones, marchas o concentraciones incómodas para el gobierno federal de turno, impidiendo de esta manera la comunicación entre las personas asistentes a tales manifestaciones o entre los asistentes y otros que se hallen en otro lado. Esto impediría, además, la denuncia, en tiempo real, de posibles abusos de autoridad.

Localización geográfica y delincuencia

El Artículo 189 es extremadamente peligroso para la ciudadanía en general (y nadie puede llamarse a salvo): “los concesionarios de telecomunicaciones están obligados a proporcionar la localización geográfica, en tiempo real, de cualquier dispositivo de comunicación a solicitud de los titulares de las instancias de seguridad o de los servidores públicos a los que se delegue esta facultad”.

En un país como el nuestro, en donde la delincuencia organizada ha penetrado hasta la médula ciertas instancias oficiales, ¿quién nos garantiza que la delincuencia organizada no tendrá los datos de la geolocalización, en tiempo real, de cada ciudadano que use un celular, una tableta o una computadora?

Basta recordar lo que sucedió con el Registro Nacional de Vehículos (RENAVE) en los tiempos de Ernesto Zedillo. Este instrumento gubernamental tenía como objetivo construir una base de datos que contuviera las características físicas y legales de cada vehículo que fuera fabricado, importado o en circulación dentro del territorio mexicano.

Sin embargo, el RENAVE fue entregado al delincuente argentino Miguel Ángel Cavallo, alias Serpico, quien fue teniente de la Armada durante la dictadura militar que destrozó Argentina entre 1976 y 1983. Este señor estaba acusado (con pruebas) de genocidio, tortura y terrorismo y, sin embargo, era un “empresario”, director del RENAVE. Fue arrestado en México en el año 2000, acusado de fraude, malversación y venta ilegal de automóviles. Justo el encargado de construir la base de datos de los automóviles mexicanos ¡se dedicaba al robo de automóviles!

La geolocalización de personas, en tiempo real, en manos de delincuentes es oro molido para secuestradores.

El espionaje

En lo que se refiere a la privacidad de los usuarios, la propuesta de ley indica que las empresas deberán conservar registro de las comunicaciones de todos sus usuarios por dos años o hasta por tiempo indefinido. Esto incluye llamadas, mensajes y nombres en los celulares, lo que abre la puerta a que se pueda revelar mucha información del contenido de las llamadas, dónde, a qué hora y para qué se dan las comunicaciones. La iniciativa plantea además que las policías, la Sedena, la Marina o el Cisen puedan solicitar esta información sin autorización judicial.

No hay que darle tantas vueltas al asunto: se ve, se nota, que su objetivo es crear un mundo totalitario y autoritario. Su aspiración es el mundo descrito en la novela 1984, de George Orwell, en donde reina la manipulación y la censura en la información. Todos estamos en peligro y ya hemos sido alertados.

anbapu05@yahoo.com.mx

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