Opinión

Clase Política Queretana y el 2012

Por Daniel Muñoz Vega

A Granados Chapa, vocero de millones.

Ya casi es 2012. Los actores políticos ensayan su guión. Querétaro es una entidad políticamente estable, no hay amenazas constantes que pudieran poner en jaque al estado. En 2009, el sistema tenía la tranquilidad de tener a dos contendientes afines a los intereses políticos y económicos de una clase dominante; trato de explicar que no hay que hablar en sí de PRI o PAN, esa fórmula que poco a poco va definiendo un bipartidismo perpetuo en el estado. Lo que hay en Querétaro es un grupo de poder más allá de los partidos políticos. Por eso en 2009, Querétaro sería igualmente gobernado por Calzada Rovirosa que con González Valle, lo único que se disputaban eran los privilegios que da ser clase política. Los intereses económicos ya habían hecho sus apuestas y para no perder, se le había apostado a los dos.

 

La gran derrota de Acción Nacional en 2009 no impactó directamente en Manuel González Valle, impactó en los que se jugaron todo con él. Las derrotas electorales impactan mucho más en la burocracia que en los mismos derrotados; impactan en los que no tienen ni futuro político y se quedan sin chamba para tres o seis años más. Una nueva joven clase política priista era la que comenzaría a ejercer el poder encabezados por la figura de José Calzada. Los damnificados del PAN correrían a Centro Cívico a salvar el pellejo.

 

Pasaron ya dos años de gobierno priista, las vacas flacas del tricolor pasaron y hoy esperan con ansia el 2012; candidatos van a sobrar y la gran apuesta que tendrán que hacer será la de ganar la Presidencia Municipal. Las voces del tricolor encabezadas por su dirigente estatal Braulio Guerra, anticipan el carro completo, no hay un mayor análisis político al interior del PRI que el simple discurso hueco de pretender “recuperar a México”; la democracia ya es totalmente ajena a los escenarios que da el carro completo, volverle a entregar un cheque en blanco al PRI con nuestro voto nos pudiera salir bastante caro, como nos hubiera resultado refrendarle la confianza al PAN en el 2009. No hay mucho para donde hacerse, simplemente hacemos una distinción de colores y ejercemos nuestro derecho a votar, quizá votando inconscientemente por lo que aparenta ser un cambio pero que en el ejercicio de poder resulta ser lo mismo que cualquier otra fuerza política.

 

Sostengo que el poder se ejerce más allá de los partidos políticos, ya nadie se acuerda de aquellas primeras planas de abril de 2009 donde se mencionaba que Armando Rivera iría a buscar la Presidencia Municipal por el Revolucionario Institucional conjuntamente con el Partido Nueva Alianza. Los intereses de Rivera Castillejos iban más allá de su color azul, los motivos de por qué no haber ido en busca de la Presidencia Municipal por el PRI, sólo los saben él y muchos otros allegados al poder político.

 

Es importante analizar cómo es el comportamiento de la clase política queretana; la gran elección local será la capital del estado, donde el PAN prácticamente sólo tiene un aspirante que es Rivera Castillejos; los priistas tienen varios candidatos, uno de ellos con el apellido de un ex gobernador panista, Roberto Loyola Vera; todo parece indicar que el PAN le apuesta a la popularidad del personaje que ya gobernó el municipio de 2003 a 2006. El PRI prácticamente le puede apostar a quien sea; quisiera saber con certeza cuál sería el acomodo de fuerzas pensando en la cercanía que pudieran tener los dos candidatos, tanto el azul como el rojo con el actual gobernador. Si es que Rivera Castillejos ganara la capital por segunda ocasión, alargando a 18 años el dominio panista en la capital, podríamos confirmar la tesis de que la política es de grupos de poder y no de partidos, mucho menos que es de la voluntad popular.

 

El PRI trata de tener cartas fuertes y se empeña en politizar a personajes que siempre fueron ajenos a la clase política, el caso de Tonatiuh Salinas y Manuel Pozo son ejemplos de personajes que quieren ser clase política siendo en todo momento ajenos al ejercicio del poder y a la vida partidista, no tienen una educación política, simplemente tienen el puesto ideal para acaparar reflectores, pero ambos perderían un debate con quien sea en la lucha por un puesto de elección popular. Se posicionan vía redes sociales y se dejan llevar a donde la marea roja los lleve, mas no tienen un discurso propio, ellos pueden ser excelentes funcionarios públicos, buenos técnicos, pero no buenos políticos.

 

Acción Nacional comienza a sufrir lo que es ser un partido en la oposición, ya no tiene los mismos gallos que se peleaban por las candidaturas como hace tres o seis años. Ahora el PAN tendrá que remar contra “Soluciones” de la misma forma como el PRI luchó contra la aplicación del PAC con fines electorales. El 2012 está a escasos meses y días.

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