La violencia en el estadio y la negligencia criminal

El sábado 5 de marzo será recordado en Querétaro y en muchas partes del país como un día de la ignominia. Ese día me encontraba en el estado de México, a donde había acudido a dar una serie de charlas sobre la reforma del sector eléctrico nacional. Ya en mi hotel, comencé a recibir una serie de fotografías y de videos vergonzosos de los que no podía dar crédito. No sólo fuimos noticia nacional sino incluso internacional, pues el mismo 5 de marzo hasta el canal de Telegram de Russia Today ya estaba dando la noticia, en medio de las noticias sobre la guerra en Ucrania.
Fuimos vergüenza internacional. Creo que, por primera vez, el nombre de Querétaro se escuchó en todos los continentes, pues canales deportivos que transmitían el partido entre el Querétaro y el Atlas siguieron la suspensión del partido y los hechos criminales posteriores.
Muchos nos preguntamos, sin hallar respuesta. ¿Por qué si las autoridades estatales y municipales sabían que se trataba de un partido de alto riesgo, por la rivalidad entre las barras de ambos equipos, no hubo seguridad suficiente? ¿Sabía el gobernador Mauricio Kuri esto o no lo sabía? Si no lo sabía ¿por qué no fue informado por sus subalternos? Y si lo sabía ¿por qué fue negligente? ¿En dónde estaba el presidente municipal?
La verdad, no es posible que hayan circulado de manera casi inmediata cientos de fotos y decenas de videos y que las autoridades no supieran lo que estaba sucediendo dentro del estadio.
Ahora se trata de culpar a chivos expiatorios, hasta un joven que ni siquiera estaba en el estadio en el momento de los sucesos pues estaba trabajando como mesero en una boda.
Pero fue clara la negligencia de las autoridades tanto estatales como municipales y deberían pagar por ello.
Sobre todo, los videos, muestran a personas inertes, cuerpos que ya no responden, desnudos, ensangrentados y que aun así siguen siendo golpeados con una saña inaudita, con los puños, a patadas, con cinturones, con tubos, con sillas. Todos los elementos como para hablar de cadáveres, a pesar de que las autoridades lo nieguen. Muchos vimos la escena de un grupo de policías arrastrando un cuerpo, en las gradas, que parecía ya sin vida. En todo caso esa no es la forma de trasladar así a un herido, eso sólo se hace con cuerpos ya sin vida.
Se vio, se notó, la prisa para sacar cuerpos y evidencias, hacer de todo para que no aparecieran muertos dentro del estadio, cuando las mayores agresiones y los cuerpos ensangrentados, que muchos vimos, estaban precisamente dentro del estadio, en las gradas, en los túneles frente a la cancha, y en las afueras, pero aún dentro del estadio.
Hay testimonios de aficionados del Atlas que confirman que hubo muertos, aunque, en el momento de escribir esto, aún no hay denuncias específicas por parte de sus familiares. Lo que no significa que no salgan más adelante.
Muy mal se vio el gobernador en su rueda de prensa. A diferencia del presidente de la República, que enfrenta todos los días preguntas incómodas por parte de periodistas, Kuri sólo dio una rueda de prensa unidireccional, es decir, leyó el documento, que seguramente le prepararon, y se fue sin aceptar preguntas de los medios. Esto sólo se hace cuando se tiene miedo de no saber responder a los cuestionamientos. Esto sólo se hace cuando se sabe que algo anda mal, muy mal.
No sólo deben pagar los de abajo, los agresores, sino también los de arriba, los que con su negligencia contribuyeron a que las agresiones se salieran de control y esto incluye a directivos del equipo, a la seguridad privada, pero también a las autoridades municipales y estatales.
anbapu05@yahoo.com.mx