Traidores a la patria se quejan de que se les llame traidores a la patria

El código penal federal, vigente, en su artículo 123, señala que “se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de 50 mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: I. Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”.
Incluso sin un artículo como este, a nivel mundial, se comete traición a la patria cuando se sirve a intereses extranjeros por encima de los intereses del propio país y esto es justo lo que hicieron las y los 223 diputados, que el pasado 17 de abril, votaron en contra de la reforma constitucional del sector eléctrico nacional.
Llamarles “traidores a la patria” no es un insulto, un epíteto, un adjetivo gratuito o una forma de linchamiento. Es simplemente la verdad.
Desde la promulgación de la ley de la industria eléctrica (LIE), a principios del año pasado, y hasta el día de la votación sobre la reforma constitucional, pasando por dos meses de parlamento abierto, circuló mucha información que ningún diputado puede ignorar. No hay pretexto para no saber el estado actual del sector eléctrico nacional.
Todo diputado debe saber que, en el momento actual, el 62 por ciento de la generación de energía eléctrica en México está controlada por privados y que sin la LIE o sin la reforma constitucional, que votaron en contra, el dominio de los privados podría llegar, al final de la década, al 85 por ciento, lo que significaría, prácticamente, la desaparición de CFE. Con esta proporción los que fijarían las tarifas eléctricas serían los privados.
Hasta aquí, podríamos pensar que se trata de un “simple” proceso de privatización. Pero no es así, es algo mucho más grave, ya que hoy sabemos y los 223 diputados que votaron en contra de la reforma (del PAN, del PRI, del PRD y de MC) también lo saben, o lo deberían saber, que esos “privados” son extranjeros.
Ya en 2008, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) había señalado que el 70 por ciento de la generación de energía eléctrica por parte de privados, en México, estaba dominado por tres empresas españolas: Iberdrola, Gas Natural y Unión Fenosa (en 2009, la segunda adquirió a la tercera dando lugar a Naturgy).
Los diputados no pueden no conocer el portal de la Asociación “Mexicana” de Energía (https://asociacionmexicanadeenergia.com.mx) constituida por 17 empresas “los generadores privados de electricidad más importantes de México”, de las cuales 15 son extranjeras (cuatro españolas, cuatro norteamericanas, dos japonesas, dos británicas, una italiana, una francesa y una coreana). Las empresas de la AME controlan el 29 por ciento de la capacidad instalada en el país, 25 mil 440 MW. De esas empresas, la tajada del león se la lleva la española Iberdrola “con más de 10 mil MW de capacidad instalada”, seguida de la japonesa Mitsui, de la norteamericana Saavi y de la también española Naturgy, cada una con poco más de 2 mil MW de capacidad instalada.
Es decir, esas cuatro empresas dominan dos terceras partes de la capacidad instalada de la AME. La única empresa mexicana de la que vienen datos, EVM, apenas tiene una capacidad de 100 MW, es decir, un triste 0.4 por ciento del total. El otro 99.6 por ciento, es decir, prácticamente todo, está dominado por extranjeros.
Los 223 diputados que votaron en contra de la reforma (entre ellos las y los siete diputados federales de Querétaro, todos ellos emanados del PAN) votaron a favor de estas empresas extranjeras, así que no es exagerado llamarles “traidores a la patria” y es válido exhibirlos con nombre y apellido, pues sería muy cómodo traicionar a México y quedarse en la oscuridad, como si simplemente hubieran hecho una pequeña “travesura”. Es hora de que den la cara al pueblo de México y que asuman las consecuencias de su servilismo ante intereses
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Es una verdad que estos infelices, desvergonzados, hipócritas tendrán su merecido,,,,