Familias, género y cuidados

Ser varón en México, ¿obligación o una elección?

Con la llegada de la globalización y la proliferación de las distintas tecnologías de la información y comunicación (TIC) nuestro mundo dejó de ser una entidad conformada por meros pedazos de tierra aislados entre sí. El mundo se acercó como nunca antes y ahora, es posible mantener contacto con cualquier persona sin importar la distancia, origen étnico u orientación sexual.

Sin embargo, la era moderna trajo consigo un distanciamiento casi imperceptible, pues a pesar de haber roto las barreras geográficas que nos separaban hace décadas, actualmente existe una brecha entre nosotres que aparece esporádicamente en nuestra cotidianidad y que se perpetua a través de actos en apariencia inofensivos (dar consejos, compartir cierto contenido digital, chistes o pensamientos) pero cuyas consecuencias no se pueden ignorar.

Vale decir que dicha brecha es llamada por muchos nombres, pero para evitar confusiones, llamémosla ‘deber ser’.

El ‘deber ser’ se encuentra impregnado en todas las esferas de la sociedad, especialmente si hablamos de lo que significa ser un hombre en nuestra sociedad mexicana.

¿Cómo debería de comportarse un hombre en México? ¿Qué actitudes deberíamos de adoptar para ser llamados ‘verdaderos hombres’?

Cuestionamientos que no pueden ser respondidos con facilidad, pues algunas personas afirmarían que todo ‘depende’, es decir, no es lo mismo un hombre adolescente que vive en la periferia de la gran ciudad de Guadalajara a un varón de más de 40 años viviendo en una zona rural de Oaxaca. A pesar de que ambos son varones, ambos tendrán su propio criterio para definir lo que significa ser un hombre.

Si bien la experiencia singular de cada sujeto determina en cierta parte la construcción de su personalidad, tampoco se puede negar la influencia de nuestro contexto social, mismo que puede o no influir en la percepción que millones de mexicanos tienen sobre lo que significa ser un hombre.

Para corroborar este punto, basta con echar un pequeño vistazo a la historia musical de occidente, pues no es coincidencia que muchos varones decidieran vestirse a imagen y semejanza de sus ídolos de Rock and Roll. O también, modificar su cuerpo a tal extremo de parecerse lo más posible a famosos fisicoculturistas como Arnold Schwarzenegger o Ronnie Coleman.

No obstante, las expresiones culturales ligadas a un determinado estereotipo de hombre pueden llegar a ser muy diversas, de allí que no podamos localizar una sola forma de ser hombre. Sin embargo, pese a ello, la brecha del ‘deber ser’ aparece con más ímpetu.

Diariamente, en distintas plataformas digitales aparecen noticias y mensajes que transmiten una determinada manera de ser hombre. Desde aquellos mensajes que privilegian la fuerza por encima de los sentimientos hasta aquellos que te incitan a demostrar afecto y a exteriorizar tus emociones cuando sea necesario sin temor a la crítica.

¿A cuál le hago caso? ¿Qué postura debería de adoptar?

Aquí tampoco existe una respuesta correcta ni universal para todas las situaciones, deberás descubrir el tipo de masculinidad que mejor se adapte a tu caso en particular.

¡Eso sí! Sin olvidar la responsabilidad que conlleva nuestra elección, pues no basta solo con determinar la manera en la que vamos a transitar como varones diariamente, ni tampoco, decidir cómo ocuparemos los espacios de nuestra cotidianidad.

¿Qué consecuencias emocionales y físicas podría tener si decido adoptar un cierto tipo de masculinidad?

¿Qué efectos podría traer esa misma masculinidad en las personas cercanas a mí?

¿Qué beneficios personales/laborales o interpersonales podría traer exteriorizar un determinado tipo de masculinidad?

Como estas, existen muchas otras preguntas que podrías hacerte para decidir el tipo de masculinidad que te gustaría transitar.

Y a ti, ¿qué tipo de hombre te gustaría ser?

Este escrito surgió a partir de mis experiencias como estudiante en la Especialidad en Familias y Prevención de la Violencia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Dudas o comentarios favor de dirigirse a la Especialidad en Familias y Prevención de la Violencia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, al correo electrónico: especialidadenfamilias@gmail.com

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