Perspectiva 2022

¿Hacia dónde apunta el fascismo en México?


Decir fascismo es referirse a grandes criminales y asesinos como Porfirio Díaz, Augusto Pinochet, Francisco Franco, Alfredo Stroessner, Anastasio Somoza y otros muchos. El fascismo lo representan, lo promueven y lo defienden los grandes empresarios, los jerarcas de la Iglesia católica y grandes masas de fanáticos religiosos agrupados en organizaciones como Pro-Vida, PAN, El Yunque, Consejo Coordinador Empresarial (CCE), COPARMEX, FRENAA y la unión de chayoteros (UDCH).

El principal objetivo de los fascistas es obtener y mantener el poder político para adicionarlo a los demás poderes que ya poseen como el poder económico, el mediático y el poder criminal. Para ellos los pobres, los campesinos, los obreros y en general la clase trabajadora, son nacos mugrosos cuyo único papel debe ser estar a las órdenes de una oligarquía que hoy mismo todavía le encantaría tener esclavos. Para lograrlo cuentan con una gran maquinaria de convencimiento, pues no sólo son dueños de las principales sectas religiosas, sino también de un 99% de los medios de comunicación masiva en el mundo.

En nuestro país hubo varios intentos de terminar con esta clase de parásitos que viven explotando a sus semejantes para hacerse cada día más ricos. El gran Benito Juárez, Plutarco Elías Calles y el general Lázaro Cárdenas, fueron algunos mexicanos valientes que desde la presidencia de la república intentaron limitar el poder de la derecha fascista con el fin de apoyar a los más necesitados, la resistencia que encontraron fue terrible, ya que desde sus medios de comunicación y desde sus “púlpitos” la derecha fascista contraatacó provocando la pérdida de miles de vidas humanas. Los derechistas son muy poderosos y no escatiman maldad ni esfuerzos para lograr sus propósitos.

Desde la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la presidencia de la república mediante un fraude, el fascismo tomó nuevos bríos. Y ya con Vicente Fox y Felipe Calderón (éste también entronizado por fraude), el fascismo de plano recuperó los espacios de poder que en algún tiempo había perdido.

La idea de los fascistas, representados sobre todo por el PAN, el CCE, FRENAA, COPARMEX, UDCH y algunos “intelectuales”, es descarrilar y si les fuese posible, derrocar al gobierno federal encabezado por AMLO. El pasado 6 de junio hicieron todo un gran esfuerzo para ganar la Cámara de Diputados con el fin de formarle juicio político y destituirlo; sin embargo, a pesar de tantos millones de pesos gastados en guerra sucia y de utilizar sus alfiles como los consejeros del INE para obstaculizar el avance de la 4T, quiso nuevamente el pueblo apoyar a su presidente. Frustrados y enojados, continúan su campaña de odio contra AMLO y esperan con gran ardor la fecha del momento de la votación para la revocación del mandato, con todas sus esperanzas puestas en que ahora sí, su guerra de lodo les traerá mejores avances.

Por lo pronto, ante la muy segura escisión del movimiento que llevó a AMLO a la presidencia en 2018 (pues con miras al 2024 hay aspirantes irreconciliables), el fascismo tiene desde ahora su candidato: un hombre que cubre a la perfección el perfil requerido: ladrón, mentiroso, cínico y hábil para ocultar las huellas de sus latrocinios. Es queretano y ya lo mandaron a comer quesadillas y tacos con los nacos, siempre con todas las cámaras y micrófonos a su disposición. Creo que le dicen “Canallín”.

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