Punto y Seguido

AMLO: Golpe a Ciencia y Cecnología

¿Vamos para atrás entonces? ¿Me tocará ver el regreso a la situación que viví en 1987? ¿Se desarticulará el sistema de CyT, ganado con una inversión continua de tres décadas? Hay que explicar lo que las y los científicos generamos por el sueldo (no dádiva, por cierto) y apoyos que recibimos a cambio de trabajar y entregar resultados.

Con títulos como “Reformando al gobierno: una visión organizacional del cambio gubernamental” y “Más allá de la reinvención del gobierno: fundamentos de la nueva gestión pública y presupuestos por resultados en América Latina”, David Arellano Gault -profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas- lanzó a las redes una reflexión que describe bien la extraña e inesperada coyuntura por la que atraviesa el quehacer científico mexicano.

La trama institucional en ese tema es muy complejo, sin embargo, narraciones como las de Arellano Gault resaltan el contenido humano, mismo que en el discurso del actual gobierno nacional padece una especie de esquizofrenia: flagrantes contradicciones entre la teoría y la práctica.

1. Mi carrera académica llega a 32 años. Siempre en una institución pública. Me siento muy agradecido con el Estado mexicano y sobre todo con la sociedad que, en gran parte con sus impuestos, me ha permitido hacer investigación y docencia, como profesión.

2. Me gusta pensar, puedo equivocarme, que he cumplido decorosamente 32 años formando gente, estudiando para buscar soluciones, vinculándome con la investigación de punta en el ámbito internacional, consiguiendo recursos propios para que el Estado no cargue con todo el gasto.

3. Nada de eso se hubiera podido hacer, sin el continuo apoyo del estado mexicano que, A CAMBIO de trabajo, productos y resultados, como patrón me ha dispensado de salarios, incentivos y apoyos para seguir realizando lo que a su vez ME HA PEDIDO hacer.

4. He sido afortunado de vivir un cambio espectacular en el sistema de ciencia y tecnología (CyT) del país: en 1987 al inicio de mi carrera como académico no había recursos para prácticamente nada: asistencia congresos, apoyo a investigación, nada.

5. En los años 90 el Estado mexicano decidió invertir más en CyT. Y con ello, la productividad en investigación y la potencia de los estudios de posgrado en el país se elevaron sustantivamente. La inversión del Estado mexicano, podríamos decir, ha tenido algunas recompensas.

6. No todo es miel sobre hojuelas. Sí: tenemos como país un sistema de CyT. Pero hay distorsiones en los incentivos, el pernicioso productivismo que acecha a la academia a nivel internacional, la brecha que suele haber entre academia y problemas nacionales. Entre otros.

7. Pienso para mí ¿Vamos para atrás entonces? ¿Me tocará ver el regreso a la situación que viví en 1987? ¿Se desarticulará el sistema de CyT, ganado con una inversión continua de tres décadas? No lo sé, sinceramente. Espero que no.

8. Me queda claro que hay que hacerse cargo. Que la sociedad invierta en CyT implica rendir cuentas. Hay que explicar lo que las y los científicos generamos por el sueldo (no dádiva, por cierto) y apoyos que recibimos a cambio de trabajar y entregar resultados. ( y cumplidos, pues..casi termino)

9. Y le toca al gobierno analizar las consecuencias de desinvertir en CyT. Llevó décadas crear el sistema d CyT: una actividad, la ciencia, que se desarrolla no en una fábrica u oficina, sino en una red de cientos de personas y organizaciones. Destruirlo, se puede hacer en pocos meses.

10. Gracias por la paciencia a este personalísimo hilo, con sus personalísimas angustias.

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