Opinión

CONTRA TRUMP: LA MEJOR ARMA

Jicotes

Edmundo González Llaca

Todo el mundo da consejos al presidente de sobre cómo enfrentar las amenazas del xenófobo, racista, prepotente, misógino y acosador sexual de Trump. Yo también quisiera dar uno, aunque parto de la reflexión de que los inteligentes no necesitan de consejos y los tontos no los siguen. Me atrevo a darlo porque está más dirigido a la opinión pública y a los medios de comunicación que al gobierno.

La mejor arma contra el poder de un tipo como Trump, con un discurso de odio, dominador y cerrado es la risa humorística. El espíritu autoritario, dice Sartre, traduce mala fe, quiere que absorbamos sus juicios como un papel secante, sin desmenuzarlo, sin destacar sus matices. La risa crítica no se deja atrapar por las concepciones absolutas, descubre su incongruencia, sus excesos y su falsa solemnidad. Vamos a combinar la razón con la emoción. Vamos a ridiculizar y reírnos de Trump. Después de todo es simplemente un payaso venido a más.

TRUMP Y EL HUMOR

Ribbentrop, ministro diplomático de Hitler, trataba de introducirse  en los círculos de la nobleza inglesa y era objeto de los muy evidentes desdenes por parte de la famosa parlamentaria Lady Astor. En una reunión social, Ribbentrop le reclama su actitud y le dice: “No comprendo sus desprecios. Hablo un inglés impecable, soy rubio, culto y elegante. Soy todo un gentleman”. Lady Astor le respondió: “Podrá usted tener todas esas cualidades, pero le falta la característica más importante para ser un gentleman”. “¿Cuál?” Preguntó Ribbentrop. “Simplemente, concluyó Lady Astor, carece Usted absolutamente de sentido del humor”.

Hitler, Mussolini, Huerta, Franco, fueron unos solemnes de capirote, como lo son ahora Maduro, Putin y Trump. El humor democratiza los asuntos públicos, los hace accesibles, invita a la participación ciudadana, al diálogo; colabora a la tolerancia. No hay mejor arma contra Trump que el humor, en suma, ponerlo en ridículo. Hacerlo piñata.

TRUMP Y EL RIDÍCULO

El humor político es lo que sugerimos para enfrentar al xenófobo, racista, prepotente, misógino y acosador sexual de Trump. Es un humor de tipo especial, es el que promueve la risa fisiológica, psíquica, política, social y emocional. El especialista en el tema, Vicente Ordoñez, afirma: “La risa que pone en ridículo tiene la capacidad doble de denunciar y censurar con el objetivo de corregir o enderezar. A través de la agresión sublimada se coacciona y también se arrincona”.

El humor que ridiculiza escarba en los defectos, en las incongruencias, en las extravagancias y en los deslices para degradar, burlarse y desvalorizar el discurso rígido, hostil e intolerante. No podemos evitar que Trump levante el muro pero sí podemos provocar la risa que desnuda y sanciona su estupidez. Será una carcajada que lo ridiculizará y lo dejará solo ante el mundo.

 

 

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