Opinión

Creación de los OPLE con dedicatoria

El pasado 15 de julio concluyó el registro para todos aquellos ciudadanos interesados en participar en el procedimiento de selección y designación de consejeros electorales del órgano superior de dirección de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) en las dieciocho entidades que celebrarán elecciones el próximo año y que, como marca la ley, tienen que estar conformados, a más tardar, el 30 de septiembre de este año.

Al parecer, la convocatoria del Instituto Nacional Electoral (INE) superó las expectativas, tanto de propios, como de extraños; en total, se inscribieron 3 mil 416 ciudadanos (inicialmente se reportaron 3 mil 461, sin embargo, hubo duplicidad en 45 registros, por lo que la cifra disminuyó). Tal cifra resultará alentadora para aquellos defensores de la participación ciudadana; no obstante, podría obedecer a otros factores no tan bondadosos.

Si somos realistas, el número resulta exorbitante para un proceso que debe ser concluido en 33 días -según la convocatoria del INE, los días deben ser hábiles, salvo que, por disposición expresa, se prevea que los mismos sean naturales- y en donde la historia nos remonta a que, por lo menos a nivel federal, el nombramiento de los consejeros electorales pocas veces ha sido en tiempo. Quizá, en este aspecto, habrá que reconocer que existe mayor probabilidad de consenso entre los consejeros del que pudiera haber entre los diputados.

Por otra parte, y toda vez que he echado un vistazo a la guía para el examen de conocimientos generales que aplicará el INE, el próximo 2 de agosto, a todos aquellos aspirantes que hayan cumplido los requisitos de elegibilidad, sospecho nuevamente que -como el tiempo se vino encima- lo único que se hizo fue un «refrito» de los exámenes aplicados en la primera y segunda convocatoria del concurso público exclusivo para mujeres (ahora, también temo que el mismo ha sido aplicado en concursos anteriores).

En este orden de ideas, no me queda claro el por qué si la convocatoria es para integrar los consejos de los institutos electorales locales, la bibliografía está enfocada en las facultades del INE. Considero que lo ideal hubiera sido atender la singularidad de cada una de las dieciocho entidades en donde se elegirá a los integrantes del Consejo Local, por lo que nuevamente se refuerza la hipótesis respecto a la falta de tiempo.

Destacar las facultades de INE y no las particularidades de las entidades da la impresión de que este procedimiento de selección va con dedicatoria a la estructura del INE (entendido esto como integrantes del otrora Servicio Profesional Electoral [SPE], ahora Servicio Profesional Electoral Nacional [SPEN]), toda vez que en la convocatoria no se incluyó el candado para evitar su participación, el cual se estipula en el artículo 100, numeral 2, inciso k de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE). No hay que olvidar que fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) quien avaló la convocatoria y con ello la participación de los miembros del SPE.

Como lo mencioné anteriormente, al cierre de la convocatoria de renovación, se inscribieron 3 mil 461 ciudadanos para ocupar los 126 puestos para consejeros locales en las 18 entidades que tendrán comicios en 2015. En algunos casos, los aspirantes son exconsejeros de los institutos electorales locales, incluso los consejeros en turno, lo que a título personal me parece una contradicción con el espíritu reformador en materia electoral.

Uno de los argumentos vertidos para que el INE fuera el encargado de nombrar a los consejos electorales locales, giró en torno al «sospechosismo» y la supuesta manipulación de los actores del organismo local. Los legisladores evocaban la completa sustitución de los integrantes de los institutos electorales locales, tan es así que en los artículos transitorios de la reforma electoral suscribieron la posibilidad de que los consejeros electorales en funciones del otrora IFE podían participar en el proceso de selección de Consejo del INE, no así de los integrantes de los organismos electorales locales. Por esta razón, tampoco me queda claro el por qué no se blindó la convocatoria, también en este sentido.

Tengo la impresión de que la historia se repetirá; de los once integrantes del consejo general del INE, cuatro consejeros provienen del otrora IFE (tres sobrevivieron a la transición y uno regresó después de una pausa de poco más de dos años). En este caso, lo mismo podría suceder en el caso de los OPLE. Sólo el tiempo lo dirá.

Adriana Sánchez Núñez

Especialista en partidos políticos y procesos electorales

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