Día cuarenta y uno
Bitácora de Viaje
(de Estudios Socioterritoriales)
Por: Manuel Basaldúa Hernández
Conocí a Chava Alcocer al mismo tiempo que conocí a Florentino Chávez y a Felipe Koh Canul. Ya tiene un poco más de 30 años que los he leído, los he escuchado y compartido algunos momentos con ellos. Mis profesores Humberto Carreón y José Luis Sierra posteriormente se convirtieron en mis maestros. Con ellos transitamos nuestra juventud y construimos alguna parte de la visión de muestro mundo. El ambiente literario que absorbí lo hice en compañía de mis compañeros, mozalbetes en ese entonces, pandilla en ciernes, nos reuníamos en la cafetería La Danesa 33, en la calle de Madero y en algunas de las cantinas de ese tiempo. Julio César Cervantes, Blas Terán, Dionisio Munguía, Manuel Cruz, Carlos Leíja, eran parte de una pléyade que se mezclaban con artistas ambulantes queretanos como Lirio Garduño, Gerardo Esquivel, Julio Castillo, entre otros más.
Las vivencias y convivencias de ellos, entre otros muchos, no estaban exentas de pelitos y rencillas fraternales, pero ayudaban a edificar el futuro de la parte popular de la vida cultural de Querétaro. Ahora, la muerte de Salvador Alcocer, sirvió de pretexto para reunirnos fugazmente con muchos amigos, compañeros, conocidos y personajes de la cultura de Querétaro. Y con ellos reconocerse como parte de esos grupos que constituyen un sistema de la cultura. Desde aquel pretexto político llamado Ceduq, que rondaba el ambiente universitario y movilizaba a los estudiantes y los jóvenes de la época de las últimas décadas del siglo XX, hasta la dispersión y la diáspora construida, Chava Alcocer convoca y provoca una reflexión: ¿cuál es la geografía de la literatura y la cultura en nuestra entidad?
Franco Moretti escribió un interesante libro en italiano en 1997, que luego fue editado en español por Siglo XXI Editores, titulado “Atlas de la novela europea”. Y el texto me refiere a la ausencia de un documento sobre la geografía de la literatura de nuestra entidad territorial. Moretti señala la necesidad de ubicar la geografía como un aspecto decisivo en el desarrollo y la invención literaria. Donde se refleje la fuerza activa, concreta y que deja su huella en los textos, en las tramas, en los sistemas de expectativas, dice él, pero hay que agregar, en la historia oral que se construye en los grupos literarios. Historia oral que existe y se mantiene en cada uno de los personajes que aquí he mencionado, y en muchos otros que existen y conviven, a los cuales les pido disculpas por no mencionarlos, dado que mi memoria se ha vuelto frágil, o que la falta de acercamiento en estos días no me permite traerlos a la mente, o que también no pertenecía a esos grupos en forma tan cercana, pero que ahí están y forman esta geografía.
Los Estudios Socioterritoriales tienen el encargo de dirigirse primariamente a plantear los problemas que se generan en las sociedades contemporáneas como consecuencia de su progreso y desarrollo. Sin embargo, también deben encargarse de la producción cultural y artística de estas nuevas sociedades.
La literatura, la pintura, la música, la danza y otras expresiones artísticas del espacio de las bellas artes, muestran también el nivel de desarrollo y progreso que tienen las sociedades. No atender este aspecto es una falta considerable. La comunidad debe rescatar la memoria histórica, la geografía literaria de nuestro estado y de la región que debe empezar a construirse.
Por ahora, le decimos adiós a Chava Alcocer, y lo ponemos como referencia importante en nuestro mapa de la poesía queretana.
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