Opinión

El 2012 puede ser memorable… todo depende…

Ricardo Noguerón Silva

La sociedad mexicana, para bien o para mal, ha vivido momentos memorables en donde cada uno de ellos, ha marcado el rumbo de la vida política, económica y social del país. Sin embargo, a sólo unos cuantos meses de la elección presidencial, nuestro país se encuentra en la víspera de otro memorable momento, mismo que depende completa y lamentablemente de la fuerza política que logre obtener la simpatía de la mayor parte del electorado.

Quizá para muchos, los más, 2012 no signifique otra cosa más que un tiempo como cualquier otro, en el que habrá que emprender las acciones necesarias para seguir sobreviviendo y luchando por conservar un estatus determinado. Para otros, los menos, representa una oportunidad de poder tomar decisiones responsables y conscientes, que permitan a la sociedad mexicana prosperar significativamente en cualquiera de los ámbitos competentes dentro de la integración nacional.

 

Sin lugar a dudas, la elección de nuevos “líderes” o representantes populares en el orden gubernamental, será determinante para el establecimiento de las nuevas políticas sociales pero sobre todo, para lo concerniente con la economía de manera interna y externa, tema que aunque muchos le resten importancia, es fundamental y básico para determinar la actitud de la ciudadanía en los próximos años, es decir, si la sociedad no tiene asegurado el sustento y las condiciones suficientes para aspirar a cosas mejores, difícil es que ésta se ocupe de reflexionar y hacer consciencia de la necesidad de un cambio de actitud en ella misma.

México y la globalización

En 2012, es claro que nuestro país deberá afrontar innumerables retos, muchos de ellos nuevos, como parte del mundo globalizado. Quien logre ostentarse como el nuevo líder político del país, deberá ser capaz de establecer las bases para la construcción de una nueva política exterior que beneficie, social y productivamente a México, logrando así el incremento de la productividad nacional y generando con esto, mayores beneficios para la población.

A partir de 1994, la nación mexicana se ha visto inmersa en un sinfín de compromisos derivados del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, mismo que hasta el momento, no ha podido cumplir y por lo tanto, se ha visto obligado a ceder ante el yugo estadounidense, incrementándose de manera súbita la dependencia del mercado norteamericano.

En este rubro, los retos para este año dependen de la imposición de límites y de criterios bien definidos hacia las inversiones estadounidenses en el territorio nacional, además de la apuesta por el crecimiento del mercado interno del país y la búsqueda de nuevos y más prósperos mercados. De esta manera, la dependencia, que aparentemente se vislumbra irreversible, podría comenzar a reducirse. Lo anterior, insisto, dependerá de las decisiones que tomemos en este 2012.

La crisis

Otro de los aspectos que podrían convertir a este 2012 en un año memorable, es la crisis económica que vive el mundo en la actualidad y que por consiguiente, México resulta afectado en mayor o menor medida.

A pesar del blindaje económico que presume el presidente del Banco de México, Agustín Carstens, con el que cuenta México, de alrededor de 200 mil millones de dólares, el riesgo de que una catástrofe financiera perjudique los bolsillos de la ciudadanía es todavía latente. Si la apreciación del titular de Banxico es correcta, el mundo, incluyendo a México, atraviesa por la peor crisis en 83 años, tomando como referencia a la iniciada en Estados Unidos en 1929, por lo cual, es urgente que las administraciones federal y estatales comiencen a trabajar de inmediato en un plan de contención para fortalecer la política económica del país, para que por lo menos, exista una posibilidad de sobrellevar la etapa crítica mientras todo vuelve a su curso.

En este punto, nuevamente la decisión consciente y responsable de la ciudadanía tiene que imponerse a la demagogia política y a los intereses particulares de los grupos de poder circundantes, a través del voto razonado y no de la apatía electoral, idea que seguramente a muchos ya se les ha cruzado infinidad de veces por la cabeza.

Dentro del sistema neoliberal, no existe posibilidad alguna, al menos que éste se vea transformado radicalmente, de que el capital deje de ser la base de la sobrevivencia del ciudadano, sin embargo, está por demás decir que las propuestas dirigidas a la regulación y vigilancia de los capitales privados, así como aquellas encaminadas a otorgar incentivos a quienes reinviertan sus capitales dentro del territorio nacional, podrían ser las más sensatas ya que de eso depende la tranquilidad y estabilidad de la sociedad mexicana.

No cabe duda que 2012 puede ser un año memorable para México, en el mejor o en el peor de los sentidos, sin embargo, aunque los errores cometidos por la ciudadanía son demasiados, aún hay tiempo de que los mexicanos tomemos la decisión correcta y comencemos a construir nuestro propio camino hacia el desarrollo, o bien, seguir pagando las consecuencias de nuestra irresponsable mediocridad pero… todo depende…

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