Opinión

El fantasma de 2006

Por Ángel Balderas Puga

Este artículo se escribe el lunes 2 de julio a las 12 horas con el fin de reflexionar sobre los resultados más recientes, hasta ese momento, de las pasadas elecciones presidenciales. Va a contracorriente del flujo principal impulsado por las televisoras, el PRI, el gobierno espurio de Felipe Calderón y otros actores.

Madruguete

Desde mucho antes de tener resultados definitivos y con base en datos no oficiales, como las encuestas de salida, diferentes actores le dieron la victoria anticipada, a Enrique Peña Nieto. Patético observar a los dirigentes de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) dándolo por ganador. ¿Qué tiene que ver ese organismo, no oficial, dando resultados electorales? La misma premura de Felipe Calderón, sin esperar resultados oficiales, confirma que Calderón pactó de manera anticipada con el PRI, de seguro a cambio de impunidad para él y para los suyos.

Esto ya lo vimos en 2006. Es un proceso que comenzó con las miles de “encuestas” en donde se daba por ganador a Peña Nieto con una ventaja irreversible con el fin de desalentar a votantes y crear la percepción de un ganador indiscutible. A diferencia de 2006, en donde dizque López Obrador bajó muchos puntos en las encuestas por haberle dicho “chachalaca” al muy desprestigiado Vicente Fox y por no haberse presentado a un primer debate de candidatos a la Presidencia, ahora en 2012, quieren que les creamos que Peña Nieto fue impermeable a errores garrafales como el cometido en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara; a su visita a la Universidad Iberoamericana y al fuerte movimiento nacional de jóvenes agrupados alrededor de #YoSoy132, nacido precisamente de esa visita; a su ausencia en el debate organizado por dicha agrupación juvenil; a los datos que ligan a ex gobernadores priistas con la delincuencia organizada, etcétera.

Otra vez el PREP

Antes de las elecciones se denunció que, a pesar de las enormes irregularidades en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) en las elecciones de 2006, en estas elecciones se entregó, una vez más, ese procesamiento a la misma compañía, Hildebrando. Es necesario recordar que esta compañía, en 2006, pertenecía al cuñado de Felipe Calderón.

A reservas de tener más datos, un breve monitoreo ayer del PREP mostró, una vez más, como en 2006 varias anomalías que deberían ser explicadas.

Prácticamente, desde el principio y casi acabado el proceso de votación, Peña Nieto mantuvo casi la misma ventaja sobre López Obrador. En las mismas gráficas del PREP son evidentes, como en 2006, una ausencia de cruces en las gráficas de los votos de cada candidato. No hay cruces entre las gráficas de EPN y AMLO ni entre las de este último con Vázquez Mota.

Este tipo de comportamiento anómalo fue ya detectado por el doctor Jorge Alberto López Gallardo, ex director de la Facultad de Física en la Universidad de El Paso, Texas, y autor del libro 2006, ¿Fraude electoral? (Estudio de las anomalías de la elección presidencial) en donde López Gallardo compendia los estudios de decenas de académicos, mexicanos y extranjeros, que pusieron de relieve una serie de anomalías en el comportamiento de los datos de la elección. Muchos de ellos, pidieron explicaciones al IFE, el que por supuesto, luego de seis años, nunca ha contestado ni ha permitido el acceso a los datos originales (las boletas electorales).

Pues bien, en estas elecciones, López Gallardo, tal como lo hizo con los datos de 2006, monitoreó las votaciones a intervalos regulares para cada uno de los candidatos y presentó una síntesis en su cuenta de Twitter con datos entre las 6:42 pm y las 11:05 pm. Aplicó, como en 2006, el coeficiente de Pearson para analizar la correlación entre los datos. Entre más cercano sea este coeficiente a uno más dependencia existe entre los datos.

Pues bien, en este caso, los coeficientes de Pearson para los votos PAN-PRI, PRI-PRD y PRD-PAN ¡son todos uno! Lo que significa una dependencia perfecta entre esos datos. Ya en su libro, López Gallardo había explicado porque esto no es posible con los datos de una elección y contesta también a tres insensateces que, a modo de “explicación”, dio el IFE a dicha anomalía.

Que quede claro: este tipo de correlación no es posible en una elección con tres partidos contendientes.

Los votos para un partido no pueden depender de los votos de otro partido, en estas circunstancias.

Algunas evidencias visuales

Poco a poco, diferentes instrumentos de comunicación en Internet se van llenando de evidencias que muestran una serie de irregularidades en el proceso de elección. Comienzan a aparecer fotos de casillas en las que no coinciden los resultados del PREP con los datos de las llamadas “sábanas” afuera de las casillas. Tal es el caso de la sección 1665 de Puebla en donde se le aumentan 10 votos a EPN. Hay también videos en YouTube que muestran a policías de Cajeme, Sonora, protegiendo a personas que estaban cerca de una casilla en un proceso de compra de votos y que en vez de proceder contra los delincuentes electorales, ¡proceden contra el denunciante!

Así que, antes de dar por buenos los resultados de esta elección, habrá que esperar tanto los resultados oficiales como evidencias de irregularidades.

La verdad nos hará libres.

anbapu05@yahoo.com.mx

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