Opinión

El irresponsable acoso de “Mexicanos primero”

Por María del Carmen Vicencio Acevedo

En mi artículo anterior comentaba que, en el neoliberalismo, los seres humanos valen sólo como objetos útiles o mercancías y las instituciones públicas, sólo si se vuelven negocio. Como asumir esto provoca escozor social, conviene ocultarlo en discursos, socialmente aceptables, de preocupación o interés genuino por mejorar las cosas. Por eso “es necesario” demostrar la inoperancia e inviabilidad de esas instituciones y convencer a la ciudadanía de que es mejor cerrarlas o privatizarlas.

Mexicanos Primero tiene ese afán. Además de promover machaconamente su discutible película “De Panzazo”, emprende una rabiosa campaña de desprestigio contra el magisterio nacional, acusándolo de negarse a ser evaluado y generando mucha confusión.

A río revuelto, ganancia de pescadores. Revolver, confundir y escandalizar son tácticas efectivas para ganar poder y adeptos. Cri-Cri, en uno de sus cuentos, admiraba la habilidad de ciertos ladrones de robarse los calcetines de los transeúntes, sin quitarles los zapatos y sin que lo notaran. Esto es lo que nos está pasando.

Los mensajes de Mexicanos Primero, aparecen en enormes desplegados de diarios nacionales y se envían por red electrónica a medio mundo: “¡Basta de cinismo!, ¡basta de pretextos!, ¡sí a la evaluación docente!… Elba Esther y el CEN del SNTE mantienen con pretextos, tácticas dilatorias y mentiras la negativa de la Evaluación Universal de Maestros”.

La capacidad crítica, altamente necesaria en el proceso lector, exige análisis y preguntas: ¿Quiénes son los que envían ese mensaje (más allá de la definición que dan de sí mismos en su portal virtual)?; ¿qué propósitos persiguen o a qué intereses sirven?; ¿a quiénes se dirigen y qué impacto buscan generar en sus receptores?; ¿cuántos cientos de miles de pesos están invirtiendo en esa campaña y qué piensan obtener a cambio?

Por otro lado: ¿Quiénes son los maestros?; ¿qué es eso de Evaluación Universal?, ¿por qué los profesores la rechazan?; ¿por qué Gordillo ahora sale con que también la niega, cuando antes la avaló?… O bien: ¿Qué es eso de “calidad educativa”?; ¿qué definición conviene más al pueblo?; ¿cómo se logra?…

Mexicanos Primero no reconoce la complejidad del problema; no ve matices ni diferencias en un asunto tan engorroso. Considera a los maestros como una masa amorfa y homogénea, cuando la multiplicidad del gremio es su principal característica.

No son lo mismo los descendientes de “Vanguardia Revolucionaria” (facción del SNTE, que engendró a la corrupta, déspota y cínica Elba Esther), que los maestros pensantes, seguidores de Pestalozzi, Milani, Freire o Freinet…, comprometidos con el pueblo. Tampoco son lo mismo quienes hicieron de las marchas y suspensiones de clases, su modus vivendi.

No puede tratarse igual a un profesor, “aviador”, abusivo, desvergonzado y transa (que lucra, vendiendo exámenes), que a otro, entregado de lleno a sus alumnos, que dedica muchas horas preparándose para dar lo mejor. No trabaja igual un maestro en zonas residenciales (con todos los recursos a su alcance), que otro en la Sierra, buscando a los chicos de casa en casa y convenciendo a sus padres de que “es mejor” la escuela que el duro trabajo, que otro que atiende a menores infractores en suburbios deprimentes, sucios, violentos y entregados a la fatalidad. No tiene las mismas dificultades quien enseña a 20 chicos, y quien tiene, en el mismo grupo, a más de 50 (incluidos varios con necesidades especiales). No es igual trabajar en el turno vespertino que en el matutino, ni estar dos tiempos frente a grupo, que uno solo y dedicar el resto a prepararse.

El examen universal (estandarizado) que Mexicanos Primero se empeña en proclamar como “la solución”, tasa a todos por igual y NO mejora la calidad educativa. Más bien la empeora, porque su fin no es reconocer la realidad escolar (que bien conocen los funcionarios de la SEP más cercanos a los maestros), sino culpar y castigar a aquellos, cuyos alumnos no logren los estándares esperados. Esos exámenes no reconocen que el aprendizaje no depende sólo del esfuerzo del maestro, sino, principalmente, de los ambientes, y condiciones de vida que afectan a los chicos desde su nacimiento.

Las consecuencias de esa política examinadora están más que documentadas: Repudio a quienes tienen mayores dificultades, conflictos entre maestros y padres de familia, reducción de la educación a capacitación para el examen, ansiedad generalizada, canibalismo, simulación, corrupción y pérdida de sentido…. La más grave y peligrosa: inocular en la conciencia infantil la desconfianza hacia sus educadores.

A Mexicanos Primero no le interesa la educación. En el remoto caso de que así fuera, no sabe del tema. Parte del falso supuesto de que aplicar exámenes estandarizados es “la solución a los problemas del país”. Es como afirmar que puede curarse el cáncer a base de termometrazos. Derrocar a Gordillo no basta, como no bastó quitar a Jongitud. Estamos frente a la sierpe de siete cabezas

¿Por qué Mexicanos Primero no exige al gobierno, con el mismo ímpetu, construir más escuelas populares, bellas, limpias, alegres, mejor equipadas y con grupos pequeños? ¿Por qué no exige que los maestros reciban una buena actualización y cuenten con tiempo para cultivarse, comunicarse y preparar mejor sus clases?

¿Tendrá algo que ver Mexicanos Primero con las agencias evaluadoras, que obtienen con estos exámenes pingües ganancias? ¿Su irresponsable acoso se debe a que la protesta de los maestros (que sí están por una evaluación integral y contextuada) las pone en riesgo?

metamorfosis-mepa@hotmail.com

 

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