Opinión

¿Es necesaria la reforma municipal en Querétaro?

Por Pedro Morales Zavala

Realmente hay cosas muy sorpresivas en el municipio de Querétaro, que dan pie a darnos cuenta de lo anquilosado de su operatividad jurídica y a veces política, que desde luego redunda en el perjuicio de los habitantes de nuestra capital. Esto lo digo porque hay muchos casos de insatisfacción vecinal, como el de la Asociación de Colonos del Fraccionamiento Balcones, A.C., quienes hace unos días se presentaron a sesión de cabildo para manifestarse en contra de la decisión de haber autorizado años atrás, la construcción de una clínica, exigiendo que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto.

Mas ése ya no es ni siquiera el problema por el que fueron a exigir respuesta de las autoridades; el problema se centra en la gran dilación que ha habido para que las autoridades del municipio den respuesta a una acción legal que están tratando de hacer valer desde el año 2010, de nombre “Acción Popular”, institución que se encuentra en nuestra Ley Orgánica Municipal del Estado de Querétaro y cuyo propósito es echar abajo la decisión del Ayuntamiento de haber “permitido el cambio de uso de suelo” y por consecuencia el permiso de construir una “clínica médica” que al decir de los colonos les preocupa, pues en los drenajes de sus viviendas pueden circular materiales y sustancias nocivas para la salud.

Es evidente que aquí hay un foco rojo que detecta una enfermedad institucional, es decir, ni siquiera se trata de una negligencia de las autoridades municipales, o de la falta de capacidad para resolver los problemas, sino más bien de un añejamiento perjudicial de una institución fundamental de nuestra organización política y administrativa, que no obstante su gran tradición histórica en nuestro Estado mexicano, debe mantenerse con plena vitalidad, desde luego me refiero al municipio.

Y es que si no tenemos una municipalidad con una estructura jurídica y una operatividad política que responda a los tiempos en los que vivimos, difícilmente va a ser capaz de cumplir su cometido, que es estar cercano a la gente avecindada, para resolver sus problemas más domésticos e inmediatos.

Pero, ¿qué es lo que realmente está sucediendo?, desde luego estos colonos están molestos al ver que las autoridades del municipio se niegan a darles una respuesta satisfactoria a pesar de sus ruegos, de sus reclamos, y de sus exigencias. Pero quiero pensar bien y dejar el beneficio de la duda a favor de nuestras autoridades respecto a la dilación del trámite de dicho asunto, pues de otra manera se diría que se está actuando intencionadamente.

Por eso digo que lo cierto es que este problema se está dando por dos razones fundamentales: en primer lugar porque “hay ignorancia de los órganos jurídicos municipales” respecto a cómo dar trámite a la acción legal que pide la asociación de colonos, debido a que dicha Acción Popular carece de reglamentación alguna, no obstante que está reconocida legalmente, así que cualquier acción que se intente por esta vía jurídica no tiene plazos de resolución ni autoridades responsables, por lo que estos asuntos, en el mejor de los casos, pueden terminar traspapelados en el archivo muerto de las autoridades y sin ninguna responsabilidad para nadie. ¡No pasa nada!

En segundo lugar, y como causa de la primera, es que no ha habido voluntad política para reorganizar jurídicamente nuestra vida municipal. Es lógico que no se dé cauce a problemas como éstos, si es que no hay ley o reglamento que regule los casos en particular, pero esto quiere decir que quienes han estado al frente no han hecho lo posible por revitalizar a un municipio en acelerado crecimiento poblacional, que día con día enfrenta nuevas y más difíciles problemáticas.

Cualquier gobierno democrático debe mantener incólume su gobernanza, ése es un reto y es un fin. Por eso si aquellos que representamos a nuestra sociedad en un espacio de autoridad nos empeñamos en no verlo así, lo único que estamos haciendo es condenar a nuestra sociedad a la insatisfacción, ya que por mucho que el presidente municipal acuda con programas populistas, a las colonias más desfavorecidas, la realidad es que las verdaderas necesidades de la población jamás serán colmadas y eso genera ingobernabilidad.

Eso es lo que sucede con un municipio cuya estructura jurídica está descontextualizada, pues ello hace que nuestra población se vea afectada con autoridades poco confiables, no muy eficientes y con resoluciones de dudosa eficacia.

Sin embargo, no todo es tragedia, afortunadamente hay institucionalidad y la mayor parte de la estructura jurídica y política de un municipio está garantizada en nuestra carta magna. Pero no por ello hay que conformarnos, si queremos un gobierno municipal a la altura de las necesidades sociales, moderno y garante de la gobernanza, necesitamos empezar a sentar las bases para la reconstrucción de aquello que ya no corresponde a nuestros tiempos. Por eso es necesario cerrar filas que lleven a un auténtico reordenamiento político y jurídico en nuestro municipio. Que los habitantes de Querétaro encuentren soluciones a sus problemas y que clamen por una respuesta de la autoridad, pero si queremos lograrlo es importante ir más allá de las filas partidistas y pensar como hombres de Estado, con la plena voluntad política para emprender la reforma que nuestro municipio necesita.

Twitter: @pedromoralz

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