Experiencia en la intervención
Por: Javier Camacho Vargas
En mi corta experiencia pude aprender mucho más de los que probablemente se puede alguien imaginar, pues estudiar la teoría y las formas de trabajar no son lo único que se necesita para el desarrollo de nuestras habilidades y aprendizajes.
En mi caso, en la materia de “Seminario de Investigación” pude tener mi primer acercamiento a la intervención pues trabajamos en equipos una problemática donde vimos la forma de contar y observar las cualidades de las bases obtenidas en nuestro recorrido, tanto en un instituto educativo, como en una comunidad.
Mi primera intervención fue en equipo en una escuela secundaria, donde trabajamos el problema de la anorexia y la bulimia, lo que hicimos fue conocer cómo es que los jóvenes conocen estos problemas, en algunos casos cómo los viven, pero no sólo directamente debes de tocar el punto sino conocer como es su comportamiento, sus hábitos en la vida diaria para poder conocer no únicamente la enfermedad, sino poder encontrar también las posibles causas y poder observar si existen factores en común entre ellos.
El objetivo de la intervención fue tanto tener un primer acercamiento a lo que es la práctica y poder empezar a conocer cómo se hace un trabajo cuantitativo. Dar cuenta de que no es lo único para hacer intervención pues te vas dando cuenta que existen cosas que no se pudieron abordar, ya que pudimos ver qué situaciones los afectan, pero nos faltaba saber cómo les afectó de diferente forma a cada uno de ellos, por lo que tuvimos en el siguiente semestre otra intervención.
Mi segunda experiencia fue en un equipo en el que nuestro trabajo era ya no llegar a un lugar determinado con una problemática establecida, sino conocer el lugar y en base a la recolección de datos, de vivencias, etcétera, poder ubicar la problemática en caso de presentarse en la comunidad. La comunidad de la que les hablo es la de Paso de Mata, aquí en San Juan del Rio, Querétaro.
Aquí fue el crecimiento más grande en nuestra formación hasta ese momento, pues todo lo aprendido y lo que continuábamos aprendiendo en las aulas, lo teníamos que llevar a la práctica para hacer una intervención rigurosa. Aquí creamos entrevistas que hicimos a muchas personas de la región para poder tener un acercamiento a cómo se vive e hicimos una investigación desde lo más general, que fue saber el número de pobladores, su flora y fauna, cuál es la principal fuente de ingresos, por añadidura, poder conocer sus formas de pensar por medio de la convivencia con ellos.
Las problemáticas más latentes abordadas fueron el embarazo en jóvenes y la violencia en la escuela secundaria. El convivir con ellos y que más allá de un cuestionario te hablen de su vida y los motivos y situaciones en los que están envueltos te da pie a saber que existe mucho que está en juego al trabajar con los demás, que existen problemas reales que necesitan de la buena formación y del compromiso de los psicólogos por las dimensiones y la delicadeza de lo que se trabaja.
Por lo que puedo decir ahora que estoy en el inicio del diagnóstico para las prácticas profesionales, sé qué primero debo conocer en dónde estoy, con quién voy a trabajar y qué es lo que voy a hacer, sé que tengo que estructurarlo y seguir una lógica que se verá trabajada a la par con mis estudios.
El crecimiento del psicólogo es un desarrollo integral entre la teoría y la práctica.
El tener un lugar donde poder trabajar con los problemas de la sociedad es de gran importancia, como es la labor que se realiza en la Central de Servicios a la Comunidad (Ceseco), donde se puede llevar a cabo una práctica profesional y/o un servicio social, pues los proyectos abordados están hechos en bases a las necesidades de la sociedad.
Finalmente, con relación a nuestra formación, vale recordar que a lo largo del camino somos asesorados por maestros, lo que nos ayuda a aprender a trabajar y poder estructurarnos como psicólogos, así como nuestra forma de desempeñarnos en la sociedad.
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