Opinión

Fondo para jubilaciones y pensiones del SUPAUAQ

Por: Francisco Ríos Ágreda

PARA DESTACAR: La UAQ debe apoyar el Fideicomiso, sin descuidar su obligación laboral de jubilar a su personal. También se dio a conocer que hasta el mes de julio de 2016, el fondo era de mil 54 millones de pesos, por lo que no se trata de acabárselo, sino de incrementarlo.

El pasado 25 de agosto de 2016, a las doce del día se celebró, en el Centro de Educación Continua de la Facultad de Ingeniería de la UAQ una Asamblea General Ordinaria de los miembros del Sindicato Único del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, en el que se discutieron diversos asuntos académicos, culturales y sindicales, entre los que se incluyó un informe del Fideicomiso para el fondo de pensiones y jubilaciones del SUPAUAQ. En el ambiente ya se palpa el interés electoral sindical.

Según el Informe citado “el objetivo central del Fideicomiso es cubrir parte o totalmente el pago de jubilaciones, en caso de que la Universidad no pueda hacerlo”.

Sin embargo, el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) precisa claramente, en la cláusula 77.1 que “la creación del Fondo… no exime de su obligación a la UAQ de cubrir las jubilaciones y pensiones del personal académico… ya que el Fideicomiso será un instrumento auxiliar para que la Universidad cumpla su compromiso del pago de jubilaciones y pensiones por jubilación, teniendo la obligación de respaldar a este fondo, en caso de que sea insuficiente”.

En ese sentido, habría que aclarar que la UAQ debe apoyar el Fideicomiso, sin descuidar su obligación laboral de jubilar a su personal. También se dio a conocer que hasta el mes de julio de 2016, el fondo era de mil 54 millones de pesos, por lo que no se trata de acabárselo, sino de incrementarlo.

Es más, tal es el espíritu del CCT, en la misma cláusula afirma: “La UAQ se obliga y compromete a establecer como política institucional permanente, la creación de proyectos y programas para la obtención de recursos que fortalezcan financieramente al Fondo…” Hasta el momento presente, el único programa existente consiste en capitalizar los intereses en la banca y el único proyecto es crear una Caja de Ahorros del SUPAUAQ con una cantidad de 50 millones de pesos, mismo que será discutido en el siguiente Consejo Consultivo del SUPAUAQ y la definición final será tomada entre los fiduciarios del multicitado fondo.

Si partimos de que al menos 400 maestros jubilados y pensionados aportan el 8 por ciento de su salario al Fondo, este se nutriría al menos con 60 millones de pesos que resultarían de multiplicar su aporte global, unos 150 mil pesos por cada uno los 400 académicos jubilados o pensionados.

Me parece que hay que señalar este factor porque se ha dicho hasta el cansancio que los jubilados están acabando con la UAQ, sin mencionar sus aportaciones económicas individuales, además de que muchos jubilados o pensionados siguen colaborando voluntariamente en programas académicos de la UAQ, en ocasiones sin percibir ingresos adicionales. También algunos integrantes de la Delegación de Jubilados siguen haciendo investigación y otros más continúan publicando libros y artículos científicos, amén de otros escritos literarios y ensayos.

Vale la pena recordar que el autor de estas notas, ya había señalado, en estas mismas páginas, en el artículo “Reflexiones sobre el convenio de jubilación entre el trabajador académico y la UAQ” (‘Tribuna de Querétaro’, 3-07-2013) que el referido Convenio, impulsado desde el período de Dolores Cabrera Muñoz (2000-2006) es ilegal y nulo, en tanto que es un convenio individual, sin la representación y mediación del SUPAUAQ, lo cual violenta la cláusula 9 del CCT que indica la nulidad de los pactos individuales.

Pues ahora, no solo está vigente, sino que se han añadido más cláusulas que ponen candados al trabajador académico jubilado para no demandar a la Universidad, además de aceptar la cláusula de la complementariedad, entre otras.

En la asamblea general se recordó que el 8 de diciembre de 2014, se aprobó que la UAQ pudiera utilizar 21 millones de pesos del Fideicomiso. Lo que no se dijo fue que el asunto se abordó en la parte final de la asamblea, en asuntos generales, sin haberse incluido previamente, en la agenda, su discusión, con lo que solamente 38 profesores, de más de mil 600 afiliados al SUPAUAQ, votaron a favor de la transferencia de ese recurso a la rectoría.

En el Informe de la Comisión del Fideicomiso se afirmaba que “Si no se utilizaba el recurso, se corría el riesgo de no poder concursar al año siguiente para acceder a fondos”. Este redactor, en ese tiempo delegado seccional de maestros jubilados y pensionados del SUPAUAQ, solicitó en la primera ocasión en que se reunió el Consejo Consultivo del SUPAUAQ del 2015 que se volviera a retomar ese asunto y en su caso, se revocara el mismo por su importancia estratégica.

Ciertamente el punto de los recursos del Fideicomiso se ha abordado en varias reuniones, juntas y asambleas, pero no se hizo efectivo, con pelos y señales, hasta que los académicos jubilados y pensionados presionaron y solicitaron a los comités ejecutivos en turno que así lo hicieran. El mandato asambleario es la transparencia y la democracia.

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