Opinión

Humorismo electoral

AMOR, HUMOR Y MUERTE

Por: Edmundo González Llaca

En Xalapa, Veracruz, ha sido postulado por la ciudadanía al cargo de alcalde un gato, el gato Morris, el minino ya es conocido como el “Candigato”. Aparece un cartel con su foto, muy serio el animalito, y un texto que dice: “¿Cansado de VOTAR por RATAS? VOTA por un gato… Morris”. La puntada ha tenido tal éxito que ya el Instituto Electoral de Veracruz, hizo un llamado a los electores para que no vayan a votar por el felino.

La fauna electoral ha crecido en la República, para la alcaldía de Ciudad Juárez ya es candidato el burro “Chon”, con su lema: “Es mejor un burro como presidente municipal, que un presidente burro”. El perro “Titán”, que está postulado a la presidencia municipal de Oaxaca, con el siguiente eslogan: “El único que te confiesa que SÍ va por el HUESO”. Todos los animales empiezan a ganar seguidores.

El empleo del ingenio para provocar al mismo tiempo la risa y la indignación social, ha sido uno de los instrumentos de lucha y crítica política más antiguos. Es la mejor respuesta a los gobiernos autoritarios, que son solemnes, almidonados y ridículos. Desde Porfirio Díaz, Francisco Franco en España, pasando por Díaz Ordaz, Pinochet en Chile, siguiendo hoy por el coreano y por otros políticos vernáculos. No hay nada más serio, de seriedad marmórea, por no decir mamilas, que un gobernante dictador.

Sócrates, el primer gran filósofo occidental y mártir de la intolerancia ideológica, utilizó precisamente el humorismo, pues para él lo verdaderamente serio se burlaba de lo serio. Lo que llevaba a decir a Kierkegaard que la ironía no era la verdad, pero sí el camino; y Jean Paul Sartre afirmaba que el espíritu “serio” traducía una mala fe, en la medida que trataba de hacernos beber como un papel secante los valores simbólicos de las cosas. “Él –es decir el gobernante autoritario– pone delante la opacidad del objeto políticamente deseado y lo plantea en sí mismo como deseable irreductiblemente”.

Charles Chaplin, a su vez, reconocía que sus películas habían tenido éxito porque la mayor parte de ellas representaban a agentes de policía que caían en alcantarillas, tropezaban con cubetas llenas de yeso y sufrían mil contratiempos. “Son las personas que representan la dignidad del poder; la visión de sus desventuras provoca mayores deseos de reír en público que si se tratase de simples ciudadanos”.

Incursionando en otros motivos para explicar el hecho de que el humor sea una de las armas más utilizadas y poderosas en contra de la autoridad, podemos decir que si el secreto de la risa, como dice Twain, no es la alegría, sino la tristeza, la gente deprimida, no la privilegiada aclararíamos, tiende lógicamente a recurrir a este juego de significaciones como un gran desquite contra los abusos del poder. Nada nos provocaría más risa que ver al tacaño y abusivo ex Ministro de la Corte, Góngora, cayéndose o recibiendo una patada en donde salve sea la parte.

Por otro lado, el humor se presta a matices y sutilezas, y dentro de su aparente debilidad o insignificancia late un elemento fuerte, decidido, de desafío y no de resignación. El humorista le dice al poderoso: “Estamos aquí y tan no te aceptamos ni te tenemos miedo, que nos reímos de ti”.

¿A qué no se resigna el pueblo y que se refleja en esta propaganda que parecería más bien de una lucha electoral en un zoológico? Los candidatos animales son una respuesta a la gran decepción de la alternancia política. Llegan candidatos de cualquier partido y lo que permanece es la corrupción, la incompetencia, la ambición económica desmedida. En suma, hay una gran desilusión nacional en la clase política.

¿Tendrá éxito esta fauna electoral? No lo sabemos, pero será una pista si los otros candidatos los empiezan a acusar de especular con la inconformidad de la gente y después los invitan a formar una coalición electoral.

De seguir en ascenso su popularidad, creo que los mexicanos ya debemos ir pensando en colocar en nuestras ventanas letreros que tienen otras reminiscencias: “Ésta es una casa partidista, no aceptamos propaganda de otro tipo de animales”. “Grillos políticos sí, otros animales no”.

Espero sus comentarios en www.dialogoqueretano.com.mx donde también encontrarán mejores artículos que éste.

JICOTE

¡Fuera máscaras!

Durante su campaña, el gobernador José Calzada prometió investigar e informar sobre las graves sospechas de corrupción, despilfarro y saqueo en la administración de Francisco Garrido. Incluso la senadora Socorro García Quiroz denunció varias irregularidades, entre otras, los vuelos oficiales de los funcionarios para irse felizmente de shopping a la frontera. Ahora el gobernador invita a Garrido a desayunar y hasta un reconocimiento le hace. La sociedad se merecía al menos una explicación de esta inusitada indulgencia. Se dice que se hace propaganda en poesía pero que se gobierna en prosa, creo que sí, y es descarada la prosa: “Fuera máscaras, haiga sido como haiga sido, somos cómplices”.

 

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