José de la Colina
Punto y seguido
Ricardo Rivón Lazcano
La semana pasada, los escritores premiaron a los escritores. José de la Colina recibió el Xavier Villaurrutia, concretamente, por el libro de ensayos De libertades fantasmas o de la literatura como juego.
Don José tiene 80 años y afirma que la literatura es, para todo el que hace verdadera literatura, un juego. Puede sufrir el escritor y pueden sufrir los personajes, pero sufren en el terreno de juego y en el juego mismo. Se define más como un animal de lectura que un animal de escritura.
El juego y la literatura forman un dueto del que surgen emociones intensas, posiblemente la mejor pedagogía para formar buenos seres humanos. El juego implica la imaginación liberada y el trato permanente con los fantasmas impresos en nuestra mente.
Hay en el libro un texto titulado Manual de la lengua, donde de la Colina incluye aforismos al revés, es decir, de otras personas y de él, según lo que él mismo cree deben decir. El juego imaginario de dar voz a personajes distantes y distintos a partir de nuestra fantasmagoría mental.
Una selección de reveses sin tomar en cuenta detalles raros del Correo Fantasma, el blog de José de la Colina:
Uno
En la Unión Soviética y en tiempos de Stalin hubo un concurso para premiar al escultor que hiciese la mejor estatua en honor del gran poeta Puschkin. Se presentaron varios modelos en arcilla: Puschkin tocando un harpa; Pushkin niño oyendo los cuentos de su nana (estatua complementaria); Puschkin, pluma de ganso en mano, escribiendo un poema al viento del Cáucaso (letras de oro en un libro de mármol); Puschkin besado por la Musa (estatua adjunta); Puschkin levantándose indemne del suelo tras ser muerto en un duelo (estatua provista de un mecanismo que permitía ese movimiento), etcétera, etcétera.
Después de inteligentes, si bien brevísimas, deliberaciones de los jueces del concurso, se votó por unanimidad que la mejor estatua era la de Stalin en actitud de leer un libro de Puschkin.
Dos
Cada vez que lograba un texto sin faltas de ortografia y/o de sintaxis, creía en la inspiración.
Tres
Lo que más molestaba a aquel poeta no era el hecho de que lo hubieran excluido de una gran antología de la poesía latinoamericana, sino saber que ni siquiera se le había tomado en cuenta para excluirlo.
Cuatro
Su autobiografía era una hermosa vida difamada por una fea prosa.
Cinco
Acaso fue Álvaro Mutis quien me contó que Pablo Neruda había leído tantas veces en público su ensayo “Viaje al corazón de Quevedo” que una noche el público tuvo que salir de puntillas del salón para no despertar al poeta dormido a la mitad de su texto.
Seis
¡Cómo sería el recital de aquel poeta que cuando estaba en el verso trescientos treinta de un poema se levantó uno del público a preguntarle cortésmente la hora!
Siete
Yo ya tengo definida mi estrategia –decía el sublime escritor incomprendido–. Todos los años voy a atacar en feroces artículos a todos los académicos del Premio Nobel, y así todo el mundo sabrá que si no me dan el maldito premio es por mero resentimiento de los susodichos.
Ocho
Comenzó de poeta, siguió de pintor, se probó de actor, después de locutor de la tele, volvió a las letras, ejerció la crítica literaria en una revista, luego los horóscopos en un periódico, entretanto hizo niño a criadita, tuvo que casarse con criadita y familia parásita, produjo cinco hijos, se perdió de vista y la más reciente noticia sobre él es que ejerce de cantante de boleros en los convoys del Metro.
Nueve
Tenía todos los cuadernos de su diario enteramente llenos de la imperiosa frase en mayúsculas:
NULLA DIES SINE LINEA.
Diez
En el café de los literatos:
-¿Y a tu reciente libro cómo le va?
-¡Terriblemente! Fue censurado.
-¡Pero, ¿cómo? ¡Si el gobierno suprimió la censura!
– Censurado por el público, debo confesar.
Once
El fecundísimo novelista, furioso, le dice al crítico que siempre descalifica sus obras:
– ¿Cree usted que es fácil escribir novelas? ¡Me gustaría que escribiera usted siquiera una!
El crítico, cortés:
– Lo mismo le digo yo.
@rivonrl
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