Julio Scherer García 1926-2015
Por: Salvador Rangel
El nombre de Julio Scherer García es un referente en la historia del periodismo en México, hombre incómodo para el poder que lo acosó, lo espió y trató de cooptarlo no una sino infinidad de ocasiones. Hombre vertical, fiel a sus principios, polémico, temido por unos, odiado por otros, envidiado, pero respetado por todos.
Al igual que otros grandes del periodismo como Luis Spota (1925-1985), inició su actividad periodística desde abajo, como mensajero en la redacción, y ambos en el periódico Excélsior, fundado el 18 de marzo de 1917.
La figura de Scherer marca el antes y después en el periodismo, actividad tan proclive al poder y disfrutar de sus mieles o bien, ser crítico y exponerse a toda clase de riesgos, sus principios le determinaron el camino: ser crítico, el contra peso de la balanza de las plumas al servicio del poder, camino nada fácil.
Bajo su dirección el periódico Excélsior se convirtió una piedra en el zapato para los barones del poder, empresarios, dueños de televisoras, políticos de todos los órdenes.
En las páginas del periódico no existía censura, era la libertad de expresión abierta, el público era ávido lector de sus columnas de opinión.
Pero el 8 de julio de 1976, se escribió una página negra en el periodismo; el presidente Luis Echeverria Álvarez, con el apoyo de un líder priista sus huestes, ingresaron a la fuerza a la asamblea de cooperativistas convocada por los golpistas que buscaban deshacerse de Julio Scherer, y en medio de improperios, insultos y hasta agresiones físicas, salió el director incómodo; pero no se fue solo, lo acompañaron docenas de trabajadores, articulistas, colaboradores; se fue el intelecto de los no comprometidos, se quedaron los del “lo que usted diga, señor presidente” Esa salida obligada por el honor y la verticalidad dio nacimiento al periódico unomásuno, con algunos de los reporteros de renombre: entre otros, Sara Lovera, Agustín Granados Chapa, Carlos Payán.
Con el tiempo, en el unomásuno se dio un ruptura y nace el periódico La Jornada, el 19 de septiembre de 1984, medio de expresión libre y abierto, referente de un periodismo sin cortapisas, sin compromisos con nadie, salvo con el lector, que es su juez.
Julio Scherer tuvo otro camino, para suerte del periodismo libre; en noviembre de 1976 fundó la revista Proceso, otro baluarte del periodismo de investigación, crítico, para demostrar que se puede ejercer el periodismo sin estar sujeto a los prebendas del poder, sin gacetillas ni boletines de prensa, con reporteros que ejercen su profesión con riesgo personal por decir la verdad.
Y lo que en los medios de comunicación debía ser lo normal, la expresión abierta y veraz, se convierte en virtud, virtud que Scherer cultivó y dejó a los periodistas que trabajaron con él.
De las múltiples anécdotas que vivió o padeció Scherer es la que protagonizó con un enviado personal del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien se sentía incómodo por la línea del periódico; Scherer escuchó frases como “bájele”; pero el enviado no nada más llevaba el mensaje verbal, sino un “mensaje” especial en un sobre obeso, y Scherer lo rechazó tajantemente. El enviado no podía creer que rechazara un “saludo” del presidente, no era común. Y como para presionarlo, le dijo: el señor presidente se va a molestar. Ahí terminó el encuentro.
Así que si no te dejas cooptar, corromper, me enojo, me molesto, porque frente a mí hay un honesto.
Y qué decir de la crítica que hizo la revista Proceso al nombramiento de José Ramón López Portillo, hijo del presidente, como titular de la representación de México ante la FAO, en Italia. A lo que el presidente contestó “Es el orgullo de mi nepotismo”. Y como respuesta hubo reacción visceral, le retiraron toda publicidad oficial a la revista y al ser cuestionado, el presidente contestó “Yo no pago para que me peguen”.
Julio Scherer García escribió acerca de conflictos estudiantiles, del movimiento zapatista, problemas internacionales, nunca dejó de ser reportero. Y el hombre que entrevistó a decenas de personajes, jamás concedió una entrevista.
Y los nostálgicos se quedan con una cita de Joseph Pulitzer: El poder para modelar el futuro estará en manos del periodismo de las futuras generaciones.
rangel_salvador@hotmail.com
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