Opinión

La revolución ciclista de Querétaro

Por: Daniel Muñoz Vega

Hay factores de cambio en la sociedad que no están representados en la clase política. Uno de ellos es sin duda el movimiento que todos los miércoles toma las calles. Apenas hace unas semanas, todos los que forman parte de “Saca la bici” celebraron las 200 rutas desde que empezó a darse este fenómeno. Cuatro años de trabajo promoviendo la cultura vial y el uso de la bici como medio de transporte, lo considero sin exagerar, una verdadera revolución de conciencias dentro de la sociedad.

Revolucionario es aquel que se juega el pellejo en avenida Zaragoza andando en bici, toreando automovilistas y camiones urbanos. Muchos ciclistas están realmente concientizados en los beneficios del uso de este medio de transporte como lo es la reducción del tráfico, el mejoramiento de la salud y la reducción de la contaminación. No es fácil andar en bici por Querétaro. No hablo por hablar, tampoco soy ciclista cotidiano. Pero he tenido oportunidad de andar en bici por la ciudad en últimas fechas, por eso pienso que quien decide moverse así todos los días, es un legítimo transgresor hacia el imperio del automóvil. Repito, un revolucionario de la vida cotidiana que propone y exige en su actuar, un reordenamiento urbano para mejorar la calidad de vida.

Por eso la idea de “Saca la bici” me parece fantástica. Quien tenga el poder de convocar a mil ciclistas, de parar las calles de forma legítima, de proponer la idea de volver a Querétaro un pueblo bicicletero y de estar en constante diálogo con las autoridades para que implementen obras en pro de la movilidad ciclista, es un revolucionario. No exagero.

En últimas fechas, las redes sociales han mostrado diferentes tipos de análisis en torno a la actual situación que vive Querétaro. El lamentable incidente donde murió el ciclista José Luis Rivera Reséndiz el pasado 30 de marzo en avenida Zaragoza, generó una indignación colectiva debido a la intencionalidad con la que el conductor de una camioneta arrolló y mató al joven ciclista. Debido a que el conductor de la camioneta era del estado de Nayarit, muchos usuarios de las redes sociales comenzaron a opinar que se debería de frenar el éxodo de personas que se ha dado hacia el estado.

Las opiniones se daban en diferentes tonos. El análisis debe ser más profundo, si bien el gobierno de Querétaro promueve la inversión, si hay resultados positivos a nivel nacional sobre la situación de Querétaro, es lógico que se vaya a generar una movilidad mayor que implicará cambios.

Volver a Querétaro un pueblo bicicletero no implica que la ciudad vuelva a ser como en 1950, implica que se cree una mayor infraestructura para enfrentar esos cambios y es aquí, donde el gobierno ha quedado rebasado. En términos relativos, Querétaro sigue siendo chico. Basta con que veas los amigos que tienes en común con cualquier contacto de Facebook y te darás cuenta de que no somos la gran metrópoli, o basta con ver la obra “Queretanas asesinas” donde son puros chistes locales que te hacen pensar que Querétaro es pequeño. Claro que ha habido un crecimiento, muy desordenado por cierto. El auge económico de Querétaro lo hace ser atractivo para venir a vivir.

La revolución ciclista ha traído consigo el debate de muchos temas, como la urgente renovación del transporte público. Querétaro se está moviendo, otro ejemplo claro, es el repentino furor de los queretanos por correr. Y correr, andar en bici, moverse en transporte público genera una conciencia diferente en quienes lidian con los automóviles afuera de ellos. Me he dado cuenta el tiempo que paso solo en mi automóvil atrapado en el tráfico, de igual forma volteo a ver a los carros vecinos y la mayoría de las personas viajan solas. Las obras públicas que ha hecho el actual gobierno servirán de forma momentánea y quedarán rebasadas en dos o tres años.

El gobernador del estado se reunió con miembros de la agrupación Ciclonautas días después del incidente del ciclista atropellado en avenida Zaragoza. Lo trascendental sería que el dialogo pudiera verse reflejado en obras concretas y que no quedara simplemente en buenas intenciones. Los cambios en Querétaro para regresar la calidad de vida y convertirla en una verdadera sociedad progresista, deben darse de forma urgente y hasta de forma un tanto radical. Al gobierno de Calzada se le acabó el tiempo para poder implementar un nuevo ordenamiento, le quedan dos años. Más allá del actuar de los gobiernos tanto municipal como estatal, tiene que haber un plan que involucre a todos los sectores de la sociedad en que se proponga como objetivo transformar al estado.

Lo que se ha hecho hasta ahora, como los distribuidores, son actos aislados y no de un verdadero plan, que podrían considerarse más como obras de relumbrón, aquellas que te hacen ver bien durante tu gestión como gobernante, pero que al paso de los años analizas que sirvieron poco. Querétaro vive momentos en que si no se transforma, muchos dejarán de pensar en que son unos suertudos por vivir aquí.

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