Marchan por la diversidad sexual: #OrgulloEsProtesta
Por: Abril Ulloa
Son las 14:00 horas y la Plaza Constitución se llena de más y más gente. En medio de la plaza, enfrente del platillo tan representativo de ese lugar, está imponente un escenario; se alcanza a leer “Jornada Anual de Lucha contra la Lesbo-homo-bi-transfobia” sobre un fondo blanco. Algunos curiosos pasan, se quedan parados unos minutos, recorren su mirada esperando encontrar una respuesta para aquello que va creciendo, oyen a los colectivos presentarse, parecen darse cuenta de lo que está pasando y, aunque se nota una creciente bruma de euforia y de alegría, deciden irse; otros, al contrario, se han dejado convencer por el evento y deciden quedarse a toda la jornada.
El tiempo transcurre y el calor aumenta, pero eso no es impedimento para que la gente siga llegando a los stands informativos que se instalaron desde las 12:00 horas. La información y la diversión fluye, hay desde folletos hasta talleres; eventos artísticos y casi para finalizar con broche de oro, una marcha que congrega a toda la comunidad LGBT y a aquellas personas que demuestran que no es necesario ser homosexual/lesbiana/bisexual/transexual… para exigir respeto ante la diversidad sexual.
Cerca de las 18:00, después de múltiples presentaciones artísticas (baile, rap, monólogos…) la Plaza se va llenando más, todos se congregan con ganas, la euforia ha llegado a su apogeo y es que, como dice el lema de la jornada: “Orgullo es protesta”. El poco viento que fluye hace ondear las banderas arcoíris que casi todos los participantes traen, se siente la ansiedad porque dé inicio la marcha, mientras tanto, los asistentes matan el tiempo riendo, abrazándose, besándose.
Después de algunos minutos por fin inicia el evento, hay cientos de personas y el ambiente se siente muy festivo. Los colectivos y los participantes en general, salimos del lugar entre coreos de canciones y diversas consignas. “Olé, olé, olé, olé, soy gay, soy gay” gritan con fuerza casi todos los participantes. Al pasar por las calles las personas ajenas a la marcha no pueden evitar observar con atención, incluso ponen una pausa a sus actividades para ver qué es lo que pasa. Las reacciones son favorables; en ningún momento durante el evento la comunidad LGBT se vio amenazada, incluso hubo gente que aplaudió con ahínco a las personas participantes. La marcha transcurre entre porras, múltiples demandas (a través de consignas y pancartas) y muchas, muchas muestras de amor.
Ya casi son las 19:00 y el calor no ha parado, pero ni siquiera eso ha logrado apagar los ánimos de los cientos de personas que siguen caminando por el Centro Histórico como parte de esta manifestación. “Marchamos para hacer notar a la sociedad en general que nuestra orientación sexual no es sinónimo ni de desviación ni de enfermedad y que no vamos a parar hasta que todos podamos gozar de los mismos derechos. Hay que erradicar la discriminación” comentó Fernanda, una manifestante, mientras camina de la mano de su novia.
Finalmente, se llega a donde inició todo; concluyó la marcha. La jornada termina con la entrega de algunos reconocimientos, con un minuto de besos como protesta, un show artístico y el recordatorio de que por lo que se marchó hoy es una lucha de todos los días. La gente se retira del lugar cuando ya se escondió el sol. Poco a poco desciende la bruma de la euforia dejando un rastro de tranquilidad y un aroma de satisfacción que nos impregna a todos. Ha sido un día largo, pero todos nos vamos a casa con sensación de libertad, de felicidad y de orgullo…
¡Qué bonito sería si todos los días fueran así!