Opinión

Panorámica de los artistas de Querétaro: siglo XXI (1 de 2)

Por: José Luis de la Vega

A tres años de la publicación del libro Artistas queretanos (2010) me parece una referencia imprescindible para aquellos interesados en la historia cultural de nuestro estado al final del siglo XX y al despuntar el XXI. Razón suficiente para escribir esta reseña y, con modestia, contribuir a su divulgación, pero por otra parte, este libro me permite afirmar que nuestro estado vive un renovado florecimiento de las artes.

Artistas… lo conforman cinco años de entrevistas publicadas en Barroco, suplemento cultural del Diario de Querétaro, compiladas por Margarita Ladrón de Guevara Heresmann. El resultado es una panorámica de la producción de arte en nuestro estado y un fresco si se me permite la expresión, de los creadores que están incluidos en él, por esto, ratifico que es un trabajo de consulta inevitable para posteriores indagaciones.

Por otra parte, es alentador ver que los artistas reunidos hacen una (pequeña) legión y son la punta del lento proceso de consolidación de un núcleo de desarrollo cultural que se vislumbra en nuestra (mini) metrópoli y su área de influencia, este auge es el resultado del trabajo tesonero de múltiples creadores que residen aquí y aquí hacen su obra, además de los esfuerzos de algunas instituciones visionarias que alentaron y alientan la creación artística. Por ejemplo y sin ir más lejos, este proyecto fue beneficiado por el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, a través del Programa de Apoyo a la Producción Artística (2009) y ahora es una realidad.

Artistas… está impreso en papel cuché y alcanza las 322 páginas, su tamaño es de 26 x 20.9 cm y nos dan cuenta de las proporciones del volumen. En cuanto al diseño de portada e interiores, el crédito es de Cristian López Martínez, su trabajo me parece sobrio y eficiente. La corrección estuvo a cargo de la maestra Carla Patricia Quintanar y las fotografías son, en su mayoría, de Demian Chávez, aunque se reconocen las aportaciones de Manuel Medina Suaste, Gybsán Villagómez Carrasco, Trinidad Lozano, Francisco Quirarte y del archivo familiar de Ema Elena Valdelamar. Algunas de estas fotografías son magníficas y merecen comentario aparte.

En la solapa izquierda se encuentra la trayectoria de la compiladora y en la derecha, una pequeña parte del prólogo, escrito por Tarsicio García Oliva, en la que se lee: “El libro, en su conjunto, nos ofrece a través de estas entrevistas una visión, si no completa, al menos general, de algunas expresiones que han tenido eco en el espectro cultural queretano, nacional e incluso internacional. Los artistas aquí presentados, se han hecho acreedores a importantes premios y reconocimientos, dentro y fuera del país, hasta donde han llevado una muestra de la calidad artística de los queretanos”.

Bien, en el índice nos enteramos (quienes tenemos uno, de los 1000 ejemplares de la edición) que dichas entrevistas suman 39 y se agruparon en: Artes Plásticas, Literatura, Cine, Música, Danza, Historia y Patrimonio, y Teatro. Junto al nombre del artista, aparece el autor de la entrevista. Los entrevistadores son: la incansable compiladora (23, más 2 que realizó al alimón, una con Sara María Arana Figueroa y la otra, con Lorena Alcalá Cabrera), Sergio Arturo Venegas Alarcón (5), Alejandro Guillén (1), Lorena Alcalá Cabrera (5), Cynthia Pérez Puga (2), Armando Arias López (1) y Angelina Camargo (1). Todas las entrevistas se abren con una breve nota y se acompañan de dos fotografías del artista en turno, una en color y otra en blanco y negro (a excepción de Ignacio Baca Lobera, quien sólo aparece en una toma a color).

Además del mencionado prólogo, el libro cuenta con una introducción escrita por Margarita Ladrón de Guevara, en la que hace historia y un sucinto recuento de los suplementos culturales auspiciados por el Diario de Querétaro. Ubica, desde su visión, el trabajo realizado por Barroco en sus primeros cinco años de publicarse (pronto cumplirá ocho y su presencia se consolida en nuestra sociedad). Este texto nos permite, además (a mí y a los que están de acuerdo), confirmar su atinada vocación de periodista.

Tengo apuntes y comentarios que, con distintos intereses, escribí para mí al momento de la lectura, imposibles de transcribir en esta ocasión. Me limito a expresar una opinión sobre el conjunto (que es un agasajo), agregar unas cuantas palabras en los subconjuntos (cada uno merece una mirada particular, veamos quien se anima) y, al final, remarcar  la importancia de estetrabajo (que no ha pasado de noche).

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