Opinión

Periodismo comprometido

Por: Agustín Escobar Ledesma

PARA DESTACAR: Sexenio tras sexenio, vemos camadas de periodistas que arriban al poder, en tanto que otros al ser despedidos se dicen víctimas de la censura; de este modo, los primeros se convierten en defensores de las nuevas administraciones, en tanto que los segundos se transmutan en críticos de las mismas.

Mientras Querétaro estuvo bajo la égida de la dictadura perfecta (Vargas Llosa, dixit), salvo honrosas excepciones, los periodistas se mantuvieron fieles al PRI porque, como dijera ‘El Tlacuache’ Garizurieta, “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

Sin embargo, desde que en el horizonte queretano apareció la alternancia en el poder, entre el PRI y el PAN, el gremio también se dividió en la disputa de puestos y presupuestos de las áreas de comunicación de las dependencias gubernamentales y, por esta razón, durante las campañas electorales, unos han apoyado al tricolor, mientras otros le han apostado al blanquiazul, dejando de lado el verdadero ejercicio periodístico.

Por supuesto que los dueños de los medios también han sido los primeros en acomodar sus intereses al partido en el poder, sea del PRI o del PAN, para recibir jugosos convenios de publicidad. El caso del diario ‘Plaza de Armas’ se cuece aparte porque, después de haberle apostado todo al PRI en la campaña electoral de junio de 2015, las administraciones panistas lo están dejando morir de inanición publicitaria, en tanto que las demás empresas periodísticas, en la práctica, se han sometido y se han convertido en extensiones de comunicación social.

Y así, sexenio tras sexenio, vemos camadas de periodistas que arriban al poder, en tanto que otros deben de abandonar sus espacios de confort y al ser despedidos se dicen víctimas de la censura; de este modo, los primeros se convierten en defensores de las nuevas administraciones, en tanto que los segundos se transmutan en críticos de las mismas.

Ahora, en la administración de Francisco Domínguez Servién, la guillotina blanquiazul ha cortado las cabezas de los periodistas que identifica como tricolores: Miguel Ángel Álvarez de Televisa y Radar; Joaquín San Román, de Radar; Carlos Vinicio Arredondo de Respuesta Radiofónica; Sergio Arturo Venegas Alarcón, de Integra; Mauricio Villalón, de Capital FM; Eduardo Urbiola, director del periódico ‘AM’; Rafael Piña Rodríguez, director de ‘El Universal Querétaro’, siendo la testa más reciente la de Aurelio Peña Tavera, también de Integra.

Otra cabeza rodante es la de Julio Figueroa Medina quien, durante el sexenio de José Calzada Rovirosa recibió una beca mensual del Instituto Queretano para la Cultura y las Artes y, dato curioso, quien le entregaba el cheque, era Teresa García Acuña, esposa de Marcos Aguilar Vega, quien se desempeñaba como administradora del IQCA, en el gobierno priista de Calzada.

A partir del inicio de la administración panista, el contrato le fue cancelado a Figueroa Medina, a pesar que el periodista ha escrito públicamente haber votado por el PAN.

Otro caso es el de ‘Libertad de Palabra’ que, en las anteriores administraciones, firmó convenios de paquetes de publicidad con el gobierno del estado y con los municipios de San Juan del Río, Querétaro y Corregidora; ahora solo cuenta con una plana semanal del gobierno del estado.

Ante esta situación, el 15 de junio, un periodista universitario circuló un correo electrónico a diferentes personas, apelando a la cooperación solidaria: “Estimados compañeros, como una forma de apoyo al proyecto editorial de ‘Libertad de Palabra’, ojalá puedan sumarse a la adquisición de una suscripción anual. Tiene un costo de 500 pesos al año. En las actuales condiciones es muy importante que proyectos como este, que encabeza Eric Pacheco, se mantengan en circulación”.

Periodistas vulnerados

¿Los alarmantes índices de inseguridad existentes en nuestra entidad, también han alcanzado a algunos integrantes del gremio periodístico, o las agresiones que han sufrido algunos de sus integrantes forman parte de una estrategia de amedrentamiento?

El 18 de septiembre, Mariana Chávez Castañeda, corresponsal de ‘La Jornada’ en Querétaro, publicó en su muro de Facebook “Al llegar a casa encontré la ventana con un agujero y la cortina también está perforada. En la parte de la cochera encontré un balín, al parecer es con lo que dispararon… solo salí a comprar un momento ¿acaso no tienen nada qué hacer? Es tan molesto…”

Unos días antes de la agresión a la casa de la reportera, esta había publicado una entrevista al diputado Eric Salas, que no fue del agrado del entonces presidente de la LVIII Legislatura de Querétaro.

Diez días después, el 28 de septiembre, Víctor Manuel Sánchez Bandala, director del ‘Mensajero de la Sierra’, escribió en su cuenta de Facebook una carta abierta dirigida a las autoridades del municipio de Landa de Matamoros, sitio en el que tiene su domicilio, y a la Fiscalía General del Estado de Querétaro, denunciando que, en menos de cuarenta días ha sido víctima, en dos ocasiones, de los ladrones que saquearon su casa.

Por su parte, Eric Pacheco Beltrán, director del semanario ‘Libertad de Palabra’, publicó en su muro de Facebook, el 29 de septiembre que, un día antes, el 28, mientras realizaba una cobertura periodística, le robaron la batería de su automóvil que había dejado estacionado en una calle del Centro Histórico de la ciudad de Querétaro.

Los panchos

Antes, durante el gobierno de Francisco Garrido Patrón (2003-2009), la guillotina blanquiazul había caído sobre Mónica Ramírez, Alejandro González Anaya, Julio Figueroa, Miguel Ángel Álvarez, Malena Hernández, Angélica Camacho, Víctor Sánchez Bandala, Estrella Álvarez, Andrés González Arias, Luis Gabriel Osejo y Lauro Jiménez.

Sin embargo, cuando el priista José Calzada ganó la gubernatura en 2009, algunos de ellos ocuparon lugares de privilegio en su gobierno.

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