Opinión

¿Por qué defender a las humanidades en la UAQ?

“Es la búsqueda de la verdad, no la posesión de la verdad la que da valor a la filosofía”

Karl Jaspers

Por Jorge Antonio Torres Anaya

 

Un vistazo breve a la historia nos hace percatarnos que a Querétaro le ha tocado la oportunidad de ser coyuntura importante en los fenómenos sociales de México. No se necesitan grandes explicaciones al recordar su papel en las tertulias independentistas, como último bastión de Maximiliano de Habsburgo, o en el Constituyente de 1917. Se podría decir que por las calles adoquinadas de Querétaro no sólo camina la historia, sino que marcha en la defensa de las ideas que fundan a México.



 

Hoy a la Universidad Autónoma de Querétaro se le ofrece la oportunidad de hacer frente al pretendido silencio de los gobernantes al querer eliminar el estudio de la Filosofía y las humanidades de los planes de estudio de la educación media–superior, con el olvido a los Acuerdos secretariales 488 y 5/CD/2009 de la SEP, que reconocen como disciplinas básicas y obligatorias las asignaturas de Ética, Estética, Filosofía y Lógica del Sistema Nacional de Bachillerato, y que fueron publicados en el Diario Oficial en junio de 2009. La UAQ tiene ante si la posibilidad de convertirse junto con la UNAM en los puntos de referencia en la defensa de las humanidades. ¿Y por qué defenderlas?

 

En una sociedad que vive con el miedo latente en todos los rincones de México, el carácter “humano” se va diluyendo con cada acto violento en las calles y que aparecen en los medios de comunicación. Ya sea por el lado del comercio de sustancias narcóticas, de la defensa de la Nación o en medio del fuego cruzado, la “humanidad” del mexicano se va perdiendo con miles de vidas que van formando parte de una cifra sin valor alguno para los habitantes del país, especialmente para esos niños y jóvenes para los que la violencia ya va convirtiéndose en el pan de cada día. ¿Cómo se puede evitar que estas generaciones se vayan perdiendo en discursos como el “hacer lo que sea para ganar dinero”, “defender a la Nación a costa de vidas”, o en la simple aceptación de una imagen violenta en cada esquina?

 

“Educo en la Verdad y en el Honor” ¿Qué es la Verdad? ¿Qué es el Honor? Y principalmente: ¿Cómo educar en tiempos de una “humanidad” evanescente?

 

Si a mí me preguntan, como estudiante de Filosofía les diré que no sé que es la Verdad, pero estoy dispuesto a estudiar, investigar y hallar las vías a ella, para que en su encuentro sea esta “humanidad” la que se vaya forjando.

 

Hablar de Honor es hablar del reconocimiento de la “humanidad” del otro, ante el cual no sólo hay una identificación, sino una asimilación de los límites de la libertad propia y ajena, del encuentro con las ideas que abran nuevos horizontes. No ver que la pérdida del estudio de las humanidades en la etapa constitutiva de la adolescencia es una ceguera que no nos podemos permitir en momentos de falta de diálogo como los que atraviesa México.

 

¿Cómo educar sin “humanidad”? Permitirnos la entrada de un pensamiento mecanicista, sin la amplitud de opiniones que nos da el pensamiento crítico como base y producto de las humanidades, es entregarnos a la idea de querer sostener un proyecto de nación sin alma, sin espíritu y sin proyectos surgidos del ingenio.

 

En próximos meses en la UAQ se pueden dar los primeros pasos para la construcción de su futuro y el de miles de estudiantes que irán haciendo con su paso historia para México. Y con gran esperanza la sociedad en general prestaremos atención al rumbo propuesto para la Universidad en un momento en que más que palabras se exigen acciones firmes para poder EDUCAR EN LA VERDAD Y EL HONOR.

antoniotorresanaya@hotmail.com

Twitter: @Der_k_Maulwurf

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