Reflexiones finales sobre el proceso electoral del SUPAUAQ
Por: Francisco Ríos Ágreda
PARA DESTACAR: La elección y toma de protesta de Nuri Villaseñor y su equipo sindical es a todas luces ilegal y espuria. Saúl García es el ganador del auténtico proceso electoral del 27 de Octubre, en que la mayoría expresó su preferencia sindical.
Me sorprende la escasa vena autocrítica de quien se queja de la existencia de porrismo universitario, de faltar a la autonomía universitaria, de realizar campaña propagandística fuera de tiempos, de difusión de troles, de difamación y toda una sarta de supuestos vicios del equipo de Saúl García Guerrero, sin considerar que las dos planillas, USU y LSU, fueron descalificadas y retirado su registro, después de haber terminado el computo electoral y no antes, como debiera haber ocurrido, para que el proceso electoral y la Comisión de Vigilancia, convertida en Comisión Electoral, no hubiese perdido credibilidad y le hubiese dado certeza y transparencia a todas las fases del proceso, tal como lo evidenció Marta Gloria Morales en su artículo titulado: SUPAUAQ (Edición 814, TRIBUNA DE QUERÉTARO). En ese tenor, me parece conveniente hacer algunas consideraciones.
1.- Las planillas de las “Comisiones Autónomas”, a saber: Vigilancia, Honor y Justicia, y Hacienda, fueron registradas a una velocidad inusitada, con todo y se diga que estaban apegadas a los tiempos de los Estatutos. Lo que no se dice es que pasó una Asamblea General para la elección de las planillas, una sesión de Consejo Consultivo y no se mencionó nada de la elección de las comisiones, sino hasta agotar el último día y convocar, después de finalizado el Consejo Consultivo, al registro de planillas para las comisiones. ¿En favor de quien jugaba el factor tiempo?
2.- El padrón electoral obraba en poder del Comité Ejecutivo anterior, junto con los datos, direcciones, teléfonos y correos electrónicos de los más de mil 700 maestros afiliados al SUPAUAQ. Antes de la Asamblea que eligió las tres comisiones, el Comité Ejecutivo no quería proporcionar ni siquiera los nombres y las adscripciones de los maestros sindicalizados, argumentando la confidencialidad de los mismos. Se tuvo que discutir fuerte en dicha asamblea sindical para que se otorgara estrictamente lo solicitado: nombres y adscripciones ¿En favor de quien jugaba la posesión y manejo de todos los datos de los sindicalizados?
3.- Las tres comisiones autónomas fueron ganadas de carro completo por los integrantes del Comité Ejecutivo 2014-2016, luego convertidos en la planilla USU. Claramente esta situación favoreció, antes, en y después del proceso electoral a la planilla USU, pues las ‘tarjetas amarillas’ salieron a relucir, especialmente con dedicatoria a LSU, por cualquier motivo.
Sin embargo, le otorgaron el registro a las dos planillas, sin objetar nada. No sabemos a ciencia cierta sobre el carácter de las impugnaciones existentes a las dos planillas, ni la dimensión o gravedad de las mismas que afectaran la totalidad del proceso electoral, por ejemplo: ¿cómo midió la Comisión Electoral la influencia de los directores para presionar a los votantes, las “invitaciones” dirigidas a los maestros utilizando el teléfono oficial de la UAQ, desde alguna oficina de la Rectoría, los correos electrónicos de los directores con la finalidad de orientar el voto de sus maestros, y los memes a nombre de “Lazarín Cárdenas” y de otros seudónimos utilizados por USU para desacreditar a LSU?.
¿Por qué no resolvió las impugnaciones, en su momento, la Comisión Electoral, sino hasta concluir el conteo y tener un ganador? En los procesos electorales estatales y federales se anulan las casillas y las elecciones, cuando las irregularidades comprobadas superan el 20 por ciento de los sufragios emitidos en la elección, o en las casillas correspondientes. La supuesta imparcialidad de la Comisión Electoral al emitir una suspensión extemporánea hacia las dos planillas, dejando fuera de la contienda electoral al ganador de la elección, es decir a la planilla completa de LSU, es a todas luces discrecional y facciosa ¿Fue en verdad una decisión “salomónica”, o más bien “maquiavélica”?
4.-Contra toda la prudencia política, la Comisión Electoral ratificó la suspensión del registro a las dos planillas y además propuso que el asunto se llevara a una sesión extraordinaria del Consejo Consultivo del SUPAUAQ, mismo que se citó para sesionar en un lugar y una hora, y clandestinamente cambiaron la hora y la sede para mayoritear y sacar una convocatoria ilegal para ratificar la exclusión de la planilla de LSU.
Finalmente, a pesar de la oposición de los excluidos electorales, habría una nueva elección, que nos ha metido en este laberinto sindical. La elección “Exprés” del 11 de noviembre violenta flagrantemente los Estatutos, en sus artículos 72 y 73, pues la Asamblea General no puede acordar violar los Estatutos que norman todo proceso electoral.
Por tanto, la elección y toma de protesta de Nuri Villaseñor y su equipo sindical es a todas luces ilegal y espuria. Saúl García es el ganador del auténtico proceso electoral del 27 de Octubre, en que la mayoría expresó su preferencia sindical. El Consejo Universitario debe reconocer su liderazgo sindical y prepararse para las revisiones del 2017. Civilidad universitaria.