Regeneración en la granja: ignorancia y complicidad
Punto y seguido
Por: Ricardo Rivón Lazcano / rivonrl@gmail.com
PARA DESTACAR: Uno se pregunta por los asesores de López Obrador, incluso se pregunta si los tiene y si los tiene, por qué no les hace caso. Sea como sea, la conclusión lógica es que no han leído la breve novela, o peor aún, la leyeron sin comprenderla. Vamos, ni a la Wikipedia recurrieron.
A diferencia de los humanos, cuya esperanza de vivir más años aumenta con el refinamiento del conocimiento científico-técnico aplicado, la vida de las noticias se acorta cada vez más. Pueden tener gran relevancia pero en dos o tres días pasan a formar parte de un pasado remoto.
Hace muy pocos días, el líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador aludía en uno de los spots más fallidos de la historia propagandística del México contemporáneo: “Se pasan, usan dinero para comprar lealtades, engañan, compran votos, trafican con la pobreza de la gente. Por eso pueden postular a una vaca o a un burro y gana la vaca o el burro; son lo mismo, fulanos y menganos, puercos y cochinos, cerdos y marranos, pero pronto, muy pronto, habrá una rebelión en la granja, pacífica, y se acabará con la corrupción y la violencia”.
La alusión a la novela de George Orwell, ‘Rebelión en la granja’, es obvia. También lo es la alusión a lo que permanentemente califica como “mafia en el poder”. Uno se pregunta por los asesores de López Obrador, incluso se pregunta si los tiene y si los tiene, por qué no les hace caso.
Sea como sea, la conclusión lógica es que no han leído –López Obrador en primer lugar- la breve novela, o peor aún, la leyeron sin comprenderla. Vamos, ni a la Wikipedia recurrieron.
No hay manera de salvar la situación. El propio Andrés Manuel se presenta como el valedor de una rebelión animal, eso sí, pacifismo animal, que solo puede tenerlo a él como líder y conductor (en la novela el líder es un cerdo de nombre Napoleón que representa a José Stalin). Claro que también pudo haber sido un lapsus grupal y proponen realmente eso, una dictadura represora de las libertades.
No se debe olvidar que el promocional es pagado con dinero del pueblo.
Napoleón, el cerdo líder, se la pasa quejándose del trato que el granjero infringe a sus animales; organiza asambleas y acciones en contra del dueño; habla de injusticias y del inminente paraíso de libertades y justicia al que arribarán… gracias a él.
Orwell quiso mostrar, satíricamente, los peligros de una rebelión que promete realizaciones imposibles, y que, como todas las utopías modernas, acaban pasando por encima de las libertades, aplastan la disidencia y todo aquello que, dada la miseria política del gobierno actual, aparezca como esperanza de mejor futuro.
Algunas frases
-“Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”.
-“Ustedes, vacas, que están aquí, ¿cuántos miles de litros de leche han dado este último año? ¿Y qué se ha hecho con esa leche que debía servir para criar terneros robustos? Hasta la última gota ha ido a parar al paladar de nuestros enemigos”.
-“Y ustedes, gallinas, ¿cuántos huevos han puesto este año y cuántos pollitos han salido de esos huevos? Todo lo demás ha ido a parar al mercado para producir dinero para Jones –el dueño- y su gente”.
-“Me resta poco que decirles. Simplemente insisto: recuerden siempre su deber de enemistad hacia el Hombre y su manera de ser. Todo lo que camine sobre dos pies es un enemigo. Lo que ande a cuatro patas, o tenga alas, es un amigo”.
-“Doce voces gritaban enfurecidas, y eran todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro”.
-“Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer? ¡Trabajar noche y día, con cuerpo y alma, para derrocar a la raza humana! Ése es mi mensaje, camaradas: ¡Rebelión!”
Last but not least
Es lamentable atestiguar que no hay ni crítica ni autocrítica por parte de simpatizantes de Napoleón que viven en el corral de la granja, ubicado, por cierto, a la izquierda.
Lo dijo el mismísimo George Orwell: “La cobardía intelectual es el peor enemigo al que tiene que enfrentarse un escritor o un periodista, y no me parece que se haya dedicado a este hecho el debate que se merece”.