Retorno a Parque Jurásico
Por Salvador Rangel
Tal parece que la tónica de las elecciones presidenciales, al menos las dos últimas, están en duda e incertidumbre sobre el verdadero triunfador; en la elección presidencial del 2006 quedó la duda de los votos, el que ganó “haiga sido como haiga sido”, tenía menos de un punto porcentual y tuvo que pactar con líderes sindicales, grupos mediáticos, etc., le cobraron la factura una y otra vez y finalmente… nunca pudo pagarles su apoyo, ahora esos personajes están a las órdenes de quien ganó la elección presidencial y también cobrarán facturas una y otra vez y gozarán de canonjías, puestos clave y estarán listos para negociar cuantas veces sea posible, ellos, los que tienen el control de sindicatos, de concesiones de radio y televisión, los grandes empresarios, en cada elección presidencial, apoyan con fuertes sumas de dinero y especie, no gastan… invierten.
Hagamos un repaso a los cuatro contendientes de las pasadas elecciones: Josefina Vázquez Mota, por el Partido Acción Nacional, tuvo una participación que fue de más a menos, con un gobierno panista que no ha ofrecido seguridad a la población, el llamado “Presidente del empleo” no cumplió, se dedicó a acabar con empleos en la Compañía de Luz y Mexicana de Aviación, y la economía informal creció como sustituto o complemento al magro ingreso salarial.
Por su parte, Enrique Peña Nieto, del “nuevo PRI”, empezó su campaña desde hace tiempo con el apoyo incondicional de las televisoras y medios de comunicación, detrás de él está el verdadero PRI, el que nunca se ha ido, el de las componendas, las presiones, claro que ahora se han modernizado. Los viejos priistas no se ven pero como fantasmas ahí están. Humberto Moreira, Mario Martín, Montiel, Ulises Ruiz, Carlos Salinas de Gortari, que han puesto toda su experiencia para llegar a Los Pinos y naturalmente cobrar la factura… una y otra vez. Nada más hay que esperar la conformación del gabinete que le hagan a Peña Nieto, y se verá de qué lado masca la iguana.
Andrés Manuel López Obrador, del PRD, por segunda ocasión contendiente a la presidencial, llegó cargado de un pasado de manifestaciones, bloqueos que saben explotar muy bien sus detractores políticos y los medios de comunicación, además la izquierda tiene una característica… siempre está dividida. Y en cuanto a la leyenda negra de “socializar todo” y ser “amigo de Hugo Chávez”, en cierta capa de votantes este temor hizo efecto.
Ya lo dijo Carlos Monsiváis, dadme un partido de izquierda de masas y os regresaré grupúsculos.
Y qué decir del Partido Nueva Alianza, el Panal, con todo y abeja reina. Partido que a nivel nacional hizo alianza presidencial con el PRI en la época de Humberto Moreira y al salir a flote el millonario préstamo que hizo como gobernador de Coahuila, y que ha quedado en los archivos como información confidencial, los estrategas priistas sacrificaron a Moreira y pusieron a Pedro Joaquín Coldwell, quien deshizo la alianza que no les servía de nada, también era un lastre, pero en lo oscurito hicieron alianzas en los estados. Incongruencia, a nivel nacional no vamos juntos, pero en los estados sí.
El candidato externo, Gabriel Quadri, sacó a flote la franquicia del partido y así la dueña puede hacer alianzas con el nuevo Presidente, también cobrará facturas.
Y de nuevo las viejas prácticas del PRI, acarreos, viejas caras en nuevos puestos, nuevas caras con viejas mañas, el paternalismo hacia las clases populares, “con el PRI todo, sin el partido nada”. Pero se han modernizado y ahora se presume y cuestiona que los apoyos se pagan con tarjetas de débito de tiendas departamentales.
Y los medios de comunicación serán los mensajeros de la Presidencia, servirán como en los viejos tiempos para golpear y exhibir a los contrarios, pero también para evitar voces discordantes, prueba de ello fue el despido de su programa de noticias en un canal de televisión de Pedro Ferriz de Con, quien no se ha caracterizado por ser un periodista crítico e imparcial, pero no mostró simpatías por Peña Nieto, así que es el primer comentarista que se va al “des-peñadero”
Y los nostálgicos se preparan a ver la telenovela nacional de seis capítulos anuales, con un estrella más en el firmamento de Televisa.
{loadposition FBComm}