Todos al Frente por la Comunicación
Tigres de papel
Por: José Luis Alvarez Hidalgo
La conferencia impartida por el senador Javier Corral en la FCPS de la UAQ, sobre la reforma en telecomunicaciones, despertó en el atiborrado auditorio un entusiasmo que, ojalá, tenga larga vida. Al término de su conferencia, se conformó el Frente por la Comunicación Democrática, Capítulo Querétaro, integrado por más de 120 interesados, e inmediatamente después se propuso a los doce apóstoles de la democracia comunicativa para que se constituyan como comité ejecutivo de esta incipiente organización ciudadana. Se trata de una enorme responsabilidad para participar en esta gran cruzada nacional, dada la entrega y compromiso que el reto exige. ¿Será?
Eso de enfrentar a un monstruo mediático poderoso e insaciable no es quitarle la paleta a un niño. Eso de exigir cuentas y responsabilidades a los legisladores queretanos amerita tiempo y esfuerzo; además de que el hecho de organizar foros, debates, conferencias, encuentros, movilizaciones, volanteo y difusión en todos los medios alternativos (no tenemos otros) habidos y por haber, va a requerir de nuestra parte algo más que buenas intenciones. Hay que entrarle con el machete por delante.
La empresa es noble, loable y necesaria, urgente e inaplazable; el poder se mueve a sus anchas mientras no encuentre a su paso una auténtica oposición. Y de eso justamente se quejó el senador Corral al plantear que la oposición formal e informal en este país se encuentra de capa caída y, yo agregaría, en el peor momento de su historia. ¿Cómo vamos a enfrentar la imposición de una leyes secundarias espurias y regresivas de la reforma en telecomunicaciones si ni siquiera sabemos, como pueblo de México, con qué se come eso. O, lo que es lo mismo, y en donde Javier Corral puso el dedo de fuego: ¿A quién chingaos le va a importar el tema si no hay información al alcance de las entendederas de todo el mundo y no existe, a la vez, el mínimo interés por parte de la población por informarse del asunto?
De allí que -personalmente- encuentre inútil el debate sobre el hecho de que se haya programado la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética en el Senado durante los partidos de futbol de la Copa del Mundo. Siendo honestos, y aun cuando se programasen en otras fechas, sólo los directamente interesados en el asunto vamos a seguir de cerca el debate y vamos a tratar de hacer algo para contrarrestar la avalancha priista y panista en el Congreso. Sí, en efecto, el Mundial de futbol es un distractor más y representa un estorbo para la toma de conciencia nacional, pero hay que decir que ya estamos suficientemente distraídos por toda suerte de banalidades propias del entorno social y la basura mediática que se consume a manos llenas, por lo cual, el principal estorbo que tenemos es, precisamente, nuestra falta de interés en los grandes problemas del país y la ausencia plena de una conciencia crítica que nos permita defender las nobles causas de nuestro pueblo.
Estoy de acuerdo en que el régimen busca todos los flancos débiles de la oposición y del pueblo en general para darnos esa dentellada legislativa y acabar con todo intento por oponérseles, pero también coincido con Javier Corral en que, en este momento histórico que estamos viviendo, nuestro principal problema como nación es la desinformación absoluta y la ausencia de una oposición verdadera que sustente su rechazo a las reformas peñistas justamente en la información que se posee y que se emplea como verdadera herramienta de lucha. No hay tal.
Así las cosas, Javier Corral dejó muy claro el panorama: la magnitud de las reformas aprobadas no tiene correspondencia con la magnitud de las protestas en su contra; el papel silenciador de la televisión y como ministerio de la información en momentos claves del devenir político del país, le convierten en el principal instrumento del régimen para inmovilizarnos como sociedad. La tarea inmediata es hacer un marcaje personal a nuestros legisladores para conocer el sentido de su voto en la aprobación de la ley secundaria y no nos vayan a golear con su reforma; por ello, exigirles cuentas por sus acciones legislativas es lo primero que se propone la formación de este Frente por la Democratización de la Comunicación.
Hay que ponerse al Frente y si no lo hacemos los ciudadanos… ¿Quién lo hará?
{loadposition FBComm}