Opinión

Tres vertientes del sindicalismo universitario nacional en lucha

Francisco Ríos Ágreda

PARA DESTACAR: En este contexto de lucha de los sesenta, surge el 12 de octubre de 1979 una amplia convocatoria a todos los trabajadores de las diferentes universidades públicas del país a formar el SUNTU. El gobierno mexicano autorizó la figura de una federación de sindicatos, con toda la intención de no favorecer la unidad orgánica.

Los gérmenes organizativos de los trabajadores universitarios no cobraron forma sino hasta la década de los setenta, que sin duda fue también uno de los frutos del movimiento estudiantil del 68, dado que los académicos participaron activamente en coaliciones de profesores respaldando las seis demandas de los estudiantes, pero también rechazando la intervención gubernamental en los recintos universitarios, tal como ocurrió en la Marcha Silenciosa del 13 de septiembre, misma que encabezó dignamente el rector Javier Barros Sierra, acompañado de miles de estudiantes y trabajadores, desde Ciudad Universitaria hasta el Zócalo de la Ciudad de México.

En este contexto de lucha surge el 12 de octubre de 1979, partiendo de lo que fue el STEUNAM y luego STUNAM, una amplia convocatoria a todos los trabajadores de las diferentes universidades públicas del país a formar el Sindicato Único Nacional de Trabajadores Universitarios (SUNTU), dando como resultado la participación de 33 sindicatos de académicos y administrativos con 43 mil afiliados, sin embargo la petición de formar un sindicato nacional único no fue otorgada por el gobierno mexicano, sino que la figura jurídica que se autorizó fue el de una federación de sindicatos, con toda la intención de no favorecer la unidad orgánica, sino de los sindicatos por separado en cada universidad, lo cual llevó a esta organización a modificar su denominación por Federación Unitaria de Sindicatos de Trabajadores Universitarios, en un Congreso Nacional Ordinario, realizado el 13 y 14 de junio de 1981.

El tránsito de las formas organizativas motivadas por los cambios en los modelos laborales condujo a esta estructura sindical a cambiar nuevamente, el 22 de enero de 1995, su denominación pasando ahora a constituir la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FNSU), nombre que conserva en la actualidad y su líder histórico, después de Evaristo Pérez Arreola, es Agustín Rodríguez, también Secretario General del STUNAM.

Otra agrupación amplia es la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU) y está compuesta por dos organismos nacionales, uno de trabajadores académicos que es la ANASPAU, misma que integra a 29 organismos sindicales y otro de trabajadores administrativos que es la ANSAU, con 48 organizaciones de universidades estatales, sumando ambas organizaciones pertenecientes a la CONTU a unos 100 mil afiliados.

Tanto el SUPAUAQ, como el STEUAQ, pertenecen, respectivamente a esta confederación sindical, cuya figura más prominente es Enrique Levet Gorozpe, quien funge como Secretario General. Recientemente, apenas en el mes de diciembre de 2016, la CONTU se hizo presente en Querétaro y dio un espaldarazo político a Saúl García Guerrero como Secretario General del SUPAUAQ. Paralelamente, el pasado 13 de enero, en la celebración de la Asamblea Nacional de la CONTU, realizada en la CDMX, se acordó redactar un manifiesto público, dirigido a Enrique Peña Nieto, en el que le reclaman al presidente los recortes presupuestales a la educación superior y a la ciencia y tecnología, “lo que impacta en el derecho a nuestros jóvenes a recibir una formación universitaria… (asimismo) Exigirle que reconsidere y revierta las políticas y acciones que han dañado el bienestar social de nuestro país…” Por último, ejemplariza los impactos negativos que han afectado a las universidades de Nayarit y de Morelos (‘La Jornada’, 16-01-17). Dicho documento, lo signan también, tanto el STEUAQ como el SUPAUAQ.

Finalmente, el tercer organismo de amplia cobertura sindical lo conforman los integrantes de la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios de Educación Superior, Investigación y Cultura (CNSUESIC), en su mayoría de los sindicatos universitarios del Valle de México, entre los cuales destacan el SITUAM, los académicos de Chapingo, Colmex, Ciesas, INAH, INBA y trabajadores de diversos sectores de investigación como el SUTIN, entre otros.

Probablemente, este sea el sector más progresista, aunque también de los más golpeados en sus procesos de huelga. Paralelamente, en un esfuerzo unitario, se reunieron la FNSU, la CONTU y la CNSUESIC, en el castillo de Chapultepec de la Ciudad de México, el pasado 17 de enero, con la presencia de un centenar de organizaciones sindicales universitarias de todo el país, incluyendo al STEUAQ y SUPAUAQ, con la representación de Laura Leyva y de Saúl García, quienes hicieron uso de la voz para expresar la problemática que enfrentan con las autoridades universitarias de Querétaro y la inminencia de sus revisiones salariales y contractuales, respectivamente.

Por último, en la sesión “histórica” de los organismos cúpula del sindicalismo universitario se acordó un plan nacional de lucha que incluye acciones contra el gasolinazo, una marcha nacional el 30 de enero, un posible paro nacional universitario el 16 de febrero, una movilización conjunta en palacio Nacional y en la Cámara de Diputados. En el mitin realizado en el zócalo de la CDMX, el día 19 de enero, participó como orador, Saúl García del SUPAUAQ, por invitación de Agustín Rodríguez, líder del STUNAM. La lucha sindical avanza.

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