Un año el día de la homofobia
Por: Mánelick Cruz Blanco
PARA DESTACAR: Creen que nuestra preferencia sexual matará el tejido social y que somos incapaces de criar a un niño… y tienen razón. A los 20 años nadie está preparado para tener un hijo, ni tampoco 45 por ciento de las jóvenes sexualmente activas de entre 15 y 19 años que no usaron métodos anticonceptivos durante su primera relación sexual.
Mi novio y yo cumplimos nuestro primer año de estar juntos. Para muchos esto es motivo de celebración. Nuestros amigos y nuestros familiares nos felicitaron por tan difícil proeza. El 10 de septiembre de 2015 caminaba por el jardín Guerrero y de la nada él me saludó. Hoy vivimos juntos y estamos construyendo nuestro propio proyecto de vida. Hoy estamos construyendo nuestra familia.
Sin embargo, para 20 mil personas -más o menos- en este estado nosotros no somos «naturales» y no podemos disfrutar de los derechos que nos garantizaría el matrimonio. Estas personas creen que nuestra preferencia sexual matará el tejido social y que somos incapaces de criar a un niño… y tienen razón.
A los 20 años nadie está preparado para tener un hijo, ni tampoco 45 por ciento de las jóvenes sexualmente activas de entre 15 y 19 años que no usaron métodos anticonceptivos durante su primera relación sexual -según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de agosto de 2015-, y que por ende, están en riesgo de traer una nueva vida al mundo.
Cabe destacar que el Inegi es muy optimista en sus estadísticas, como ya lo corroboramos con su nuevo método para medir la pobreza.
Según datos del Instituto, apenas 19 mil 174 menores estaban registrados en albergues como huérfanos, sin embargo, Organizaciones No Gubernamentales como Aldeas Infantiles SOS no concuerdan con estos datos y denuncian la falta de una cifra debidamente estudiada.
Estos datos poco reveladores no son suficientes para la derecha mexicana, se niega a que las parejas homoparentales adopten. Ignoraron incluso estudios académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, que se usaron como justificación para la resolución de 2015 de la Suprema Corte de Justicia que declaraba constitucional la adopción a este tipo de parejas.
Esa resolución predominó la necesidad de sacar de las calles a cerca de 100 mil niños, poniendo sobre todo el «bien superior del niño», según Luis María Aguilar, presidente del Tribunal Supremo. Ese mismo argumento utiliza el Frente Nacional por la Familia para tratar de revertir el fallo del Poder Judicial de la Federación, sin embargo, muchos de ellos no han adoptado a ninguno de esos niños.
Las parejas homosexuales tal vez no estén preparadas para adoptar, ¿quién sabe? Eso lo determinarán los mecanismos que tienen las instituciones gubernamentales a la hora de permitir, a cualquier tipo de pareja, la adopción de una cría humana.
El día que mi novio y yo decidamos buscar adopción de algún niño, no será por exigir algún tipo de derecho, sino por la mera responsabilidad que tenemos como ciudadanos de contribuir al desarrollo de la sociedad. Por la vía de la crianza, buscaremos formar a un niño con los mismos valores que nos inculcaron nuestros padres; respeto, responsabilidad, tolerancia… Pero no nos «embarazaremos» si aún no estamos preparados…