“Ya se veía venir…”
La ruptura de la alianza política entre el PRI y el Partido Nueva Alianza era de esperarse y para algunos analistas políticos, “ya se venía venir”.
La presión sostenida por los integrantes del mesozoico priista, cuyo exponente de moda es Manlio Fabio Beltrones, la apremiante necesidad por asegurar la impunidad de los “pillos” simpatizantes del Grupo Atlacomulco a través de la imposición de candidatos afines (como el caso de María Elvia Amaya, esposa de Hank Rhon y hasta hace unos días, aspirante al Senado) y los compromisos de antaño con la rémora de la política en México, el Partido Verde Ecologista de México, fueron la causa de la desintegración de un pacto que para la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, doña Esther Gordillo, hubiera significado la consolidación de su mitificado poder sobre el poder.
Aunque parezca mentira, la “astucia” del candidato oficial a la Presidencia de la República por el PRI, Enrique Peña Nieto; los actos deshonestos (demostrados) del ex gobernador del estado de Coahuila, Humberto Moreira; las acusaciones por hechos criminales imputadas al ex presidente municipal de Tijuana, Jorge Hank Rhon, acusaciones aún no esclarecidas, y la connotada deshonestidad de Arturo Montiel, ex gobernador del Estado de México, entre otros destacados personajes del “NUEVO PRI”, son elementos suficientes para que, en algún sentido, el PRI dé por terminado el pacto con Elba Esther y su Nueva Alianza, en donde las 24 diputaciones federales y las cuatro plazas en el Senado, así como los acuerdos realizados para ocupar puestos en los Congresos locales, serán reclamados por el Revolucionario Institucional como una medida de contingencia por si el tricolor no llegara a obtener la Presidencia de la República y de esta forma, enfrentar de mejor manera una posible “casería de brujas”.
En otro sentido, lo que algunos han llamado “la guerra sucia de los dinosaurios” al interior del PRI con el objetivo de mermar la imagen de Enrique Peña, fue suficiente para que éste decidiera romper el pacto establecido y dar cabida, dentro de las 30 plazas federales y las cientos de curules locales, a la corriente conservadora del priismo, misma que había sido desdeñada y desplazada a cambio del apoyo ofrecido por la maestra Gordillo.
Sin embargo, la táctica del partido villamelón o rémora, como algunos le llaman, el Verde Ecologista de México, sin duda alguna es beneficiada con esta ruptura al asegurar más cargos respaldados por el PRI, pero sobre todo, la permanencia en el escenario político de México al menos por los siguientes seis años.
La versión de AMLO
Según declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda a la Presidencia de la República, la “separación amistosa”, como le ha denominado Pedro Joaquín Coldwell, entre el PRI y Nueva Alianza, se debe a una simulación que le permitirá a Peña Nieto no ser afectado por la dudosa reputación de la maestra Elba Esther Gordillo. Sin embargo, si ésta fuera la verdadera razón… ¿qué hay de la mala fama que precede a Humberto Moreira, Arturo Montiel, Jorge Hank Rhon y otros?
Elba Esther: “LA PAPA CALIENTE”
Es indudable que a través del tiempo, la figura de poder de Elba Esther Gordillo ha sido magnificada en todos los sentidos, pero sobre todo, mitificada por los que se ostentan como líderes políticos del país, recurriendo a la supuesta fuerza del magisterio como elemento fundamental para ganar elecciones. Sin embargo, el “gran” poderío del SNTE ha sido puesto en entredicho al convertirse Gordillo, después de la ruptura política, en “LA PAPA CALIENTE” de la política mexicana. Hace apenas unas horas, el mismo Ernesto Cordero, quien sin lugar a dudas necesita no una, sino varias manos para remontar en las encuestas respecto a las preferencias electorales, declaró para CNN que el PAN está fuera de tiempo para formalizar alianzas, descartando prácticamente algún tipo de vínculo formal con la maestra Elba Esther.
A pesar de que en algún momento representó un apoyo decisivo para inclinar la balanza electoral, hoy día a la dirigente del magisterio se le da más importancia de la que tiene, bien dice el dicho: “haz fama y échate a dormir”.
Elba Esther sabe muy bien que enfrentándose sola en los próximos comicios electorales no llegará muy lejos. Usted se ha preguntado… ¿a poco todos los maestros de México, los que integran el SNTE obviamente, votan por Nueva Alianza?
La respuesta es obvia, pero vale la pena señalarla… ¡por supuesto que no! La mayoría de éstos simpatizan o forman parte de otras corrientes políticas y por esta razón es que la dueña del Panal busca desesperadamente una alianza que valga la pena para fortalecer el mito de su fastuoso poderío político. Sin embargo, a estas alturas, puede ser ya muy tarde.
Según Jorge Castañeda, ante un cambio en el panorama electoral, Gordillo no previó que pudieran cambiar los intereses del PRI, dejando al Partido Nueva Alianza sin alternativa de unión con otros partidos y sin liderazgos propios para lanzar un candidato; lo anterior sin contar que la realización de una alianza con el PAN, como bien lo apunta Ernesto Cordero, está ya fuera de tiempo y más aún cuando quien se perfila como la candidata oficial de Acción Nacional es Josefina Vázquez Mota; misma que bien se la tiene guardada a la maestra por los roces mientras ésta se encontraba al frente de la Secretaría de Educación.
De acuerdo con las afirmaciones hechas por Castañeda, Peña Nieto es perfectamente capaz de deshacerse de gente y de compromisos si cree que las condiciones que existían cuando asumió esos compromisos o cuando se alió con esa gente, ya no existen; a pesar de tratarse de Elba Esther.
Sin lugar a dudas, estimado lector, la incertidumbre dentro de la política mexicana se encuentra a flor de piel y a pesar de ésta, queda demostrado que los intereses particulares de los grupos políticos, y no los de la ciudadanía, son evidentes, dando pie a la construcción de nuevas estrategias y a la demolición de mitos de poder ancestrales; y la líder del SNTE, es sólo un ejemplo.
Bienvenidos a Enlace México y que tenga usted una excelente semana.
