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Amenazan policías estatales a joven

Protestaba por desaparecidos

Por: David Eduardo Martínez Pérez

Integrantes de la asociación “Todos unidos por nuestros desaparecidos” denunciaron que el miércoles 5 de noviembre, dos días después de una reunión con el secretario de Gobierno, Jorge López Portillo Tostado, y el procurador Arsenio Durán Becerra, un joven fue amenazado por supuestos policías estatales de darle un “levantón” en caso de su familia siga apoyando a la asociación que encabeza Brenda Rangel, en Querétaro.

Previamente, el joven habría sido intimidado en su propio domicilio por un policía municipal y un posible narcomenudista, al negarse a vender drogas dentro del negocio familiar que tiene junto con su madre.

La amenaza proveniente de policías estatales ocurrió cuando dos sujetos fueron al domicilio de la familia Morales Corona.

El único que se encontraba en ese momento era el hijo, Fabián Morales, quien habría sido amenazado con ser ‘levantado’ en caso de que su familia mantuviera colaboración con Brenda Rangel. La madre de Fabián estuvo en la reunión del lunes 3 con el procurador.

“Estos tipos, que no hemos logrado averiguar quiénes son, junto con policías municipales, han amenazado constantemente a esta familia y la han presionado para que se dedique al narcomenudeo”, manifestó en entrevista Brenda Rangel Ortiz, hermana de Héctor, desaparecido desde 2009 en Coahuila.

Sin embargo, Todos Unidos por Nuestros Desaparecidos señaló que, como en con los Morales, son “muchísimos” los casos de familias intimidadas por las autoridades, aunque muchas no se atreven a manifestarlo y salir a la luz por miedo a las represalias de quienes se encuentran en el poder.

En este sentido, enfatizaron que son “especialmente vulnerables” las familias que cuentan entre sus integrantes a personas desaparecidas, como es el caso de la misma Brenda Rangel, quien aseguró haber sido intimidada en más de una ocasión por elementos de diversas corporaciones policiacas.

Familias queretanas viven un calvario tras denunciar desapariciones

Víctor Manuel García, esposo de Brenda Rangel, señaló que las familias queretanas que buscan personas desaparecidas en otros estados tienen que enfrentar muchas trabas en los ministerios públicos para poder encontrar a sus familiares.

Raimundo Isaac Rico Arias se fue en febrero de 2012 a pasar un tiempo con un amigo en Veracruz. La comunicación llegó a su fin cuando su madre le marcó un domingo para saber de él y en lugar de encontrarse con su hijo al otro lado de la línea, se encontró con una voz totalmente desconocida para ella.

“Mi hijo se había ido de viaje con un amigo. Me estuve comunicando con él. Un domingo no me contestó, luego me respondieron en su teléfono otras personas a las que no conocía y entonces decidí denunciar”, sostuvo Socorro Arias Javier, madre de Isaac.

El problema fue que, lejos de encontrar alivio en la denuncia interpuesta por la desaparición de su hijo, la señora Arias Javier tuvo que enfrentar un “calvario” que comenzó cuando en el ministerio público le pidieron que esperara 72 horas para iniciar con la búsqueda del muchacho desaparecido.

“Contra lo que se señala en diversos protocolos, le dijeron a mi mamá que esperara para ver si podían darle noticias de mi hermano. Llevé evidencia de mi última comunicación con él y entonces fue cuando comenzaron la investigación”, manifestó Lidia Rico Arias.

“Poco tiempo después, dijeron que ya lo habían encontrado, pero no fue así. Sólo le mostraron a mi mamá unas fotos de un Facebook de José López, el amigo de mi hermano.

“Lo que le dijeron fue que José López parecía gay y que por lo tanto también mi hermano lo era y que sólo se habían ido de vacaciones a hacer su vida y que ya regresarían después. Nunca regresaron, tenemos casi tres años buscándolos”.

Además, de acuerdo con Lidia Rico, las autoridades les pidieron mil 500 pesos por investigar cada una de las líneas con las que se estableció comunicación desde el teléfono de su hermano luego de que lo desaparecieran.

En este sentido, Brenda Rangel indicó que este tipo de situaciones son comunes y que no es raro que se pida a los familiares hasta 10 mil pesos para que los ministerios públicos abran expedientes.

También señaló que los propios familiares son quienes conducen la investigación para dar con sus desaparecidos ya que, de acuerdo con sus palabras, existe “mucha indolencia” y a las autoridades no les interesa dar con los desaparecidos.

“Nos hemos entrevistado con el procurador y le hemos preguntado qué haría si el desaparecido fuera uno de sus hijos, porque la verdad es que estamos seguros de que si fuera así, entonces sí pondrían de cabeza el estado para tratar de localizarlo”.

Finalmente, los cuatro integrantes de la organización manifestaron que es usual que las autoridades locales hagan caso omiso a las desapariciones que ocurren fuera del estado, en lugar de buscar una colaboración activa con autoridades de los sitios donde desaparecen jóvenes queretanos.

“No somos casos aislados, nos duele que nos quieran mantener ocultos bajo la mesa. Uno trata de creer en las autoridades, pero las autoridades nunca resuelven. No queremos palmaditas, queremos resultados, porque no buscamos un mueble o un coche, buscamos hijos, padres, sobrinos, hermanos”, finalizaron.

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