Francisco Domínguez y sus obras inconclusas
Por: Eduardo Sánchez
Francisco Domínguez Servién, precandidato del PAN a la gubernatura del estado y quien no terminó su periodo como diputado federal (2006-2009) ni como alcalde de la ciudad (2009-2012) para buscar otro cargo de elección, también dejó proyectos pendientes o inconclusos en su paso por la Presidencia Municipal de la capital, como ocurrió en el caso del periodo del priista Roberto Loyola Vera (Tribuna de Querétaro 739).
Una de las obras que se pretendía fuera de las más importantes que desarrollaría el gobierno municipal a cargo de Domínguez Servién, era el denominado ‘Distribuidor Vial Capital’, obra iniciada en enero de 2011.
En el proyecto original este distribuidor vial tendría tres niveles: uno superior en dirección a Bernardo Quintana, otro subterráneo que desembocaría en Corregidora Norte y el último sería la ampliación del cruce entre Corregidora Norte y Bernardo Quintana.
Se tenía proyectado que la obra se inaugurara en diciembre del mismo año pero el proyecto resultó en un cruce de vialidades entrecortadas que hoy en vez de hacer más eficiente el tránsito en ese trayecto, dificulta la circulación con múltiples paradas de autobuses y un sistema de semáforos que complica el cruce del peatón; pese a contar con semáforos especiales para este sector.
Santiago Martínez Montes, entonces Secretario de Obras Públicas Municipales, reconoció que la obra no podía realizarse como había sido contemplada en un inicio. Esto debido al hallazgo de materiales y elementos que imposibilitaban el distribuidor. Al final, ni hubo distribuidor, ni Martínez Montes terminó el trienio en la Secretaría.
El conflicto con la Conagua
Otras obras públicas que también fueron blanco de críticas durante la administración de Domínguez Servién fueron las que realizó para el embellecimiento de la ciudad; durante su periodo se puso atención en remodelar el camellón central de Avenida Zaragoza y también el margen del Río Querétaro; lugar en donde fueron colocadas fuentes y detalles estéticos.
La circulación se vio entorpecida por meses mientras el parque vehicular aumentaba en la ciudad y las medidas para desahogar las vialidades eran limitadas.
Una obra que construyó el gobierno de Domínguez Servién –en 2011- y que posteriormente generó polémica fue un puente de retorno vehicular en la esquina de Universidad y Tecnológico. La obra utilizó recursos federales y en su momento la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ordenó demolerla por considerar que ponía en riesgo la seguridad.
La problemática se fue a tribunales, ante la inconformidad de Domínguez Servién y los entonces funcionarios públicos del Municipio. El Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa resolvió a favor del Municipio, en contra de la decisión de Conagua.
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