Trabajadores: Tributo
Abres la llave y sale agua. Prendes la luz y hay luz. Tiras la basura en la esquina y no hay basura en tu casa. Prendes el gas y hay gas. Te acuestas en la cama y tienes dulces sueños o pesadillas. Vas por las tortillas o el pan, al mercado o al súper, por los refrescos o las cervezas, al restaurante o a la comida para llevar, por los periódicos… y hay tortillas, pan, mercado, súper, chescos y chelas (en tiempos sin virus), comida que te sirven en la mesa o te llevas a tu casa, periódicos… Paras un camión o un taxi y te lleva a dónde vas. Cargas gasolina y hay gasolina (cara o barata, completa o recortada, buena o mala, nacional o extranjera).
—¡Qué bonito auto! ¿Tú lo fabricaste? Ah, lo compraste. ¿Y tu casa, tú la hiciste, con tus manos, pusiste los tabiques? Te pones la ropa que usas, muy bonita, de marca. Los zapatos, los lentes, el celular, las llaves, la cartera, los preservativos. Y, así, docenas, cientos, miles de pequeñas y grandes cosas. Gracias a los cientos, miles, millones de personas que hicieron todas esas cosas que tu usas cotidianamente en tu vida. ¿Te has dado cuenta? Y luego me dices que tú eres muy independiente y no dependes de nadie. Y me tallas tu yo-yo-yo en la cara, en la cara de la sociedad y del mundo. Y me dejas pasmado. Tú-tú-tú.
—Mi trabajo y mi carácter me ha costado para ser libre e independiente y no necesito vejigas para nadar.
—Que chingue su madre el gobierno, la sociedad y el mundo.
—Jajaja. De locos. jajaja.
Prendes la luz y no hay luz. Abres la llave y no hay agua. Tiras la pinche basura en la esquina y al otro día la pinche basura está tirada en la puta calle. Prendes el gas y te la pelas, no hay gas, se acabó. No hay chelas, no hay cantinas, no hay fiestas, no hay antros, no hay restaurantes, no hay cines, no hay, no hay, no hay. Sin tele, sin radio, sin internet, sin compu… Pregunta: ¿Qué es la libertad de tu yo sin los otros nosotros, distintos y semejantes? Tu individualismo absoluto y enajenado me recuerda las “Preguntas de un obrero ante un libro de historia”, de BB:
El joven Alejando conquistó la India. ¿Él solo? César venció a los galos. ¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero? Felipe II lloró al hundirse su flota. ¿No lloró nadie más? Una victoria en cada página. ¿Quién cocinaba los banquetes de la fiesta? Grandes hombres en los siglos. ¿Quién sufragaba sus gastos? ¿Quién te enterrará en tu funeral, con todo tu dinero o prángana?
¡Perdón por el rollo! ¿Qué haríamos sin hospitales, doctores, enfermeras, trabajadores, obreros, proletarios, albañiles, campesinos, comerciantes, vendedores, ambulantes, ingenieros, licenciados, secretarias, palabreros… estos días? Jajaja… Con todo mi reconocimiento a los otros nosotros, distintos y semejantes, afines y contrarios, iguales, mejores, peores que nosotros. Gracias. Perdón por el rollo.
juliofime@hotmail.com