Paloma negra

SARA: AMOR Y REVOLUCIÓN, FUE UN BUEN INTENTO PARA EL PÚBLICO QUERETANO

Ya va una semana de haberse estrenado la película de Dora Guzmán, Sara: Amor y Revolución, en donde se nos presenta la historia de Sara Pérez Romero, un personaje que para muchos era desconocido hasta en su propia tierra natal, San Juan del Río; esposa y aliada del presidente Francisco I. Madero. En esta ocasión tomará la batuta de protagonista y nos va a contar una historia de amor, de crecimiento y lucha feminista, pero que a su vez sirve como remembranza a un país que se encontraba en pleno proceso de cambio ideológico.

Sin dudas lo mejor de la película es Sara, junto con esta perspectiva feminista; pero también su día a día, cómo creció en un ambiente machista y conservador, que desde su niñez se esforzaba por remarcar las injusticias y buscando en el futuro contar con las armas suficientes para un cambio.

María Menéndez interpreta a su versión de adulta joven y sin dudas su dedicación para la cámara y el espectador es increíble. Nos presenta a una Sara comprometida e inteligente, con un carisma y humanidad cautivadora. Es muy difícil no encariñarte con su personaje, quieres que triunfe, que no se rinda con las adversidades, que sea feliz por la personalidad que transmite. Sí es un ícono femenino y un personaje revolucionario, pero tampoco está alejada de una persona común y corriente con sus valores bien establecidos.

La película tiene un toque de humor que, si bien es extraño de ver en una película que retrata el periodo de Revolución y que se esfuerza por ser histórica, le queda bien; aunque a veces puede sentirse como una telenovela. No sé si esto fue una decisión de producción o que la época se prestaba para un escenario tan gracioso y melodramático.

Es interesante ver cómo el equipo de producción usó el presupuesto de la mejor manera posible, para que una historia que sucedió hace más de 100 años parezca de esa época, pero en algunos momentos puedes darte cuenta de que esos lugares se ven muy actuales y se pierde la ilusión.

Sara: Amor y revolución, no es perfecta. El problema más grande que noté fue que muerde más de lo que puede masticar. En el aspecto de ser una adaptación de la realidad, quiere cubrir tantos temas que el protagonismo de Sara se opaca por todos los hechos narrados.

La película no se decide entre ser la propia historia de Sara, su relación de amor con Madero o la Revolución de México y mucho menos encuentra un balance entre todo. Esto afecta mucho a su ritmo. En escenas te diviertes, pero son rápidamente cortadas. Varias conversaciones que son vitales para conocer a los personajes son apresuradas y, en otras, ya quieres que la película salte a la siguiente escena.

En muchos momentos la película te pone a varios personajes contándote lo que sucede, pero esto no pasa de ser una exposición; nunca ves realmente los acontecimientos históricos. Por cuestión de presupuesto se entiende que no va a ser una representación fiel y correcta de esos años de Revolución, pero no podemos olvidar que en un filme vale mil veces más mostrar algo que simplemente contárselo a la audiencia.

También existen problemas en la propia producción. Si bien hay momentos en que salvan esos detalles importantes, existen escenas en donde de plano no se pueden escuchar bien los diálogos, algunas tomas se ven estáticas y no muestran un dinamismo en lo que se quiere representar y aunque la fotografía de la película cumple, no es sorprendente.

Sara: Amor y Revolución es uno de los muchos intentos de mostrar el México del pasado, pero cae en los errores más comunes de una producción que intenta ser un diez en todo. Claro que logra demostrarnos que existían personas a la vuelta de la esquina con ideales espectaculares y un coraje imbatible, no hace falta buscar historias extranjeras para identificarnos. Como un habitante del mismo municipio que la protagonista, no puedes evitar sacar una sonrisa por verte reflejado en ella.

Un filme en colaboración con la Secretaría de Cultura del estado de Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro y el Municipio de San Juan Del Río. Siempre es interesante ver a Querétaro siendo un exponente de cultura y mucho más ahora en donde nos trae una película histórica, grabada y producida por mexicanos para mexicanos.

En la actualidad estamos saturados de información y los medios luchan por robarse minutos de nuestra atención en sus productos, pero al momento de ver Sara se siente esa intención genuina de querer darle la atención a los personajes que respiraron el mismo aire que nosotros, hay ganas de mostrar sitios de nuestro territorio que nunca se han visto en pantalla grande, va más allá que seguir buscando usar los mismos lugares “famosos” en Ciudad de México.


La película fue expuesta por el gobierno del estado y del Municipio de San Juan del Río, en salas con cupo limitado. Aún no se estrena comercialmente, ya que su producción tiene pensado meterla a concursar en festivales, y para ello no debe haber sido estrenada.

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